| Año 3 • No. 103 • mayo 26 de 2003 | Xalapa • Veracruz • México | Publicación
Semanal |
 No te pierdas en la biblioteca... Conoce su sistema de clasificación |
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Si
al buscar un libro en el catálogo automatizado del Sistema
Bibliotecario de la Universidad Veracruzana tienes éxito,
en la pantalla de tu computadora aparecerá –entre otros
datos– una clave compuesta por letras y números, los
cuales serán tu guía para llegar primero a la sala
y luego a la estantería en que se encuentra el material de
tu interés. Si consideras que, por ejemplo, tan sólo en la Biblioteca Central (USBI-Xalapa) se concentran alrededor de 100 mil volúmenes te darás cuenta de que estas claves –únicas para cada material que clasifican–, son indispensables para el ordenamiento de un acervo bibliotecario. |
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En
tu próxima visita a alguna de las bibliotecas de esta casa
de estudios observa con atención la parte inferior del lomo
de un libro que elijas al azar, ahí podrás encontrar
la clave de la que aquí se habla y que le fue asignada de
acuerdo a un sistema de clasificación que permite organizar
y ubicar en el espacio las colecciones bibliográficas. |
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Hay
más de un sistema para efectuar este ordenamiento, entre
los más conocidos se encuentran el de la “Bliss Clasification”,
la “Colon Clasification” y la Clasificación bibliográfica
para bibliotecas públicas de la ex urss. Pero los dos sistemas
de clasificación más utilizados en México son
el Decimal de “Dewey” y el de la “Library of Congress”
(ICC). |
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En
algún tiempo la Universidad Veracruzana utilizó el
sistema Decimal de “Dewey” para organizar sus bibliotecas,
pero con el tiempo y conforme fueron creciendo sus colecciones bibliográficas
se cambió al de la ICC, que en español se conoce como
Sistema de Clasificación de la Biblioteca del Congreso de
Washington, el cual es de uso cotidiano en un conjunto significativo
de bibliotecas mexicanas. Este sistema, cuyo nombre hace referencia a la institución en la que dio origen en 1900, organiza los documentos en 21 categorías, de la A a la Z, excluyendo a la I, O, W, X, e Y. La ICC no trata de clasificar el saber, sino que parte del criterio bibliográfico (en lugar de por disciplinas es en función de lo que se publica), o sea, que trata de clasificar la colección más grande del mundo. De esta manera la a hace referencia a enciclopedias, diccionarios generales y museos; la B a Filosofía y Psicología; la D a Historia General; la E a Historia de América; la F a Historia de América Latina; la G a Geografía General; la H a Ciencias Sociales; la J a Ciencia Política; la K a Legislación; la L a Educación; la M a Música; la N a Artes; la P a Filología y Lingüística; la Q a Ciencia; la R a Medicina General; la S a Agricultura, la T a Tecnología, la U a Ciencias Militares, la V a Ciencia Naval y la Z a Libro (historia, industria y comercialización), Bibliotecas y Bibliotecología, así como Tipografía. |
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A su vez, estas categorías se subdividen de diversas formas, por ejemplo, si vas a alguna de las bibliotecas de la UV encontrarás libros que tratan de las Artes Gráficas con la clave NF u obras de Antropología que llevan las letras G y N combinadas, además de una fecha y una serie de numeritos. Sin embargo, en este espacio no se hará mención de todos los elementos que se toman en cuenta para asignar la clave final, pues sólo se quiere |
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dar una idea muy general del sistema para que te sea más sencillo encontrar el material que buscas en la biblioteca. La
elección del ICC como sistema de organización para
las colecciones bibliográficas de esta casa de estudios no
ha sido arbitraria, sino que responde a las expectativas deseadas
de acuerdo a los requerimientos de sus usuarios: se trata de un
sistema universal, es decir, que abarca todas las materias por lo
que no quedaría pequeño u obsoleto con el crecimiento
del acervo, lo cual ya ha quedado más que garantizado, pues
este sistema se ha utilizado de forma masiva en las bibliotecas
académicas y universitarias más grandes de Estados
Unidos. |
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