UV,
número uno en la fase estatal… Fortalecerán la UV y el
Instituto
de Ecología estudios ambientales Édgar Onofre Fernández
Estudian
la UV y la UNAM calidad del aire en Xalapa
En
los últimos años, la Universidad Veracruzana ha
conseguido un lugar destacado en el estudio de los problemas
ambientales y las perspectivas de un desarrollo sustentable
en las comunidades: la comunidad universitaria no sólo
ha conseguido armar una base sólida a
partir
de la experiencia de sus investigadores, sino que los propios
alumnos han intervenido en el desarrollo de estudios y alternativas
de solución en comunidades y ciudades de la entidad.
Uno de esos estudios se refiere a los niveles de contaminación
ambiental que experimenta la capital veracruzana.
Con un automóvil por cada cinco o seis personas, Xalapa
es de las ciudades con más alta tasa vehicular del
país. El problema se complica porque su topografía
implica mayor y más rápido desgaste de los motores
y, por tanto, aumenta la cantidad de los gases emitidos: monóxido
de carbono, ozono y aldehídos.
Juan
Cervantes, climatólogo de la UV, ha organizado un trabajo
de vinculación que permite que estudiantes y académicos
universitarios involucrados en temas ambientales, en colaboración
con expertos de la unam, se den a la tarea de medir la intensidad
de los contaminantes emitidos en la capital del estado. Dichos
contaminantes “no tienen un efecto inmediato: no es que
los respiremos y de inmediato caigamos desmayados o muertos.
Sin embargo, los efectos se van sintiendo a la larga”,
explicó el investigador.
La alta tasa vehicular en la capital del estado aumenta
considerablemente la emisión de gases como monóxido
y bióxido de carbono, dos gases de efecto invernadero
que contribuyen al sobrecalentamiento del planeta.
La investigación, aseguró Cervantes, está
orientada a “cuantificar, ver el problema en un nivel
muy local, con el fin de que, en su caso, se tomen medidas
adecuadas como la instalación de una red de monitoreo
que permita contar con medidas continuas para dar el seguimiento
y relacionar bajo qué condiciones meteorológicas
podemos tener altas concentraciones de estos contaminantes”.
Por cada cinco
o seis habitantes de la ciudad de Xalapa hay un
automóvil, lo que convierte a este centro urbano en
una de las ciudades con más alta tasa vehicular del
país: Juan Cervantes
El
proyecto requiere mediciones en tres temporadas del año:
durante la época de calor (mayo); durante la temporada
de lluvias, hacia septiembre, en que se espera que haya un lavado
natural por la misma condición atmosférica, y,
finalmente, hacia la temporada de nortes, por noviembre, aproximadamente.
Colaboración
UV-UNAM Con antecedentes de colaboración en la especialidad
desde hace 10 años, la uv y la unam –específicamente
con el Laboratorio de Química Atmosférica–
han conseguido el apoyo del Programa al Mejoramiento del Profesorado
(Promep) para el desarrollo de este estudio climático
en la capital veracruzana.
Juan Cervantes, coordinador del estudio atmosférico
por parte de la uv, explicó la manera en que los especialistas
de ambas casas de estudio complementan el proyecto: “El
equipo humano del laboratorio de la unam tiene una formación
más hacia los compuestos químicos y nosotros
vamos a tener la parte meteorológica”. También
destacó la participación de los estudiantes,
aspecto significativo pues estos proyectos pueden fomentar
en los estudiantes el interés por este tipo de estudios
y, a partir de ahí, “planteen sus trabajos tesis,
de manera que completen su formación académica”.
El
equipo de monitoreo ambiental
Son alrededor de 14 estudiantes, uno de la maestría
en Ciencias Ambientales de la uv, dos de Ingeniería
Ambiental y el resto de la licenciatura en Ciencias Atmosféricas,
quienes forman el equipo que se combina con Armando Báez,
académico de la unam que forma parte del Sistema Nacional
de Investigadores (SNI), Hugo Padilla Gordon, también
del sni, y Maricarmen Torres, que hará los análisis
de las muestras, coordinados en este proyecto por Juan Cervantes.
La importancia de esta iniciativa de vinculación crece,
en opinión de Cervantes, pues “finalmente el gran
objetivo de la Universidad es difundir la cultura a todos
los niveles, convirtiéndose en una verdadera agencia
para la distribución del conocimiento. En este caso
podemos mostrar que los estudiantes de diferentes carreras
pueden realizar actividades que benefician directamente a
la sociedad, que son participantes activos y que toman conciencia
de los problemas que padece su ciudad o su entorno más
próximo, en este caso, Xalapa y que son capaces de
llegar a proponer soluciones.”
Resultados
ante las autoridades
“Desde luego es nuestra intención presentar nuestros
resultados ante las autoridades; no queremos que éstos
se queden simplemente en la parte académica, pues nos
atañe a todos”, explicó el investigador
de
la uv con respecto a la utilidad y pertinencia de los resultados
y las instancias ante quienes deben someterse: las dependencias
federal y estatales responsables del medio ambiente.
Ya en estudios anteriores, los resultados de las mediciones
hechas en la ciudad por su equipo han sido revisados por legisladores
y organizaciones civiles: “la ley marca que todos tenemos
derecho a un aire limpio, y existe esa preocupación,
tanto de las autoridades como por parte de organizaciones civiles.
El problema es que, obviamente, las medidas de un año,
se vuelven viejas, hay que actualizarlas, de hecho lo ideal
sería que fueran permanentes, y este proyecto trata de
ello”, explicó.
Algunas alternativas
La desaforada obsesión por el progreso puede ser, en
alguna medida, el principal obstáculo para frenar las
consecuencias del deterioro del medio ambiente, sin embargo,
para el investigador universitario, “se trata de buscar
un balance, no es que no debamos emitir contaminantes a la atmósfera
si es que queremos tener unos beneficios, todo tiene un costo,
pero lo ideal es tratar de emitir la menor cantidad de contaminantes
posibles”.
Para Cervantes, el quid del asunto estriba en que tiene que
haber una conciencia: tratar de tener en las mejores condiciones
posibles las cosas de las que hacemos uso y que, finalmente,
implican la emisión de contaminantes, como en el caso
de los automóviles en la ciudad de Xalapa, que exige
mayor cuidado con su mantenimiento por el mayor desgaste en
los motores que suponen las características de la ciudad.
El
efecto invernadero
El efecto invernadero es un fenómeno natural que no
es negativo por si mismo. La Tierra recibe la radiación
del Sol en una longitud de onda –longitud de onda corta–,
es decir, radiación que quema, mientras que la Tierra
la emite como radiación de onda larga, que es radiación
que calienta.
Esa radiación es atrapada por gases como el vapor de
agua, el bióxido de carbono y algunos otros gases que
devuelven esa radiación hacia la superficie del planeta
de manera que esto provoca un aumento en su temperatura general.
Por si mismo no es malo: sin el efecto de invernadero probablemente
no hubiera habido vida en el planeta.
Si toda la radiación se escapara, la temperatura media
de la Tierra sería de unos 22 grados bajo cero, cuando
su temperatura media es de 15 grados sobre cero, es decir,
una diferencia de casi
40 grados.
El gran problema es que está aumentando la concentración
de esos gases en la atmósfera terrestre lo que provoca
que se retenga una mayor cantidad de radiación y por
ende de calor.