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La
uv recibió, del cordobés Juan Alberto Santana
Montero, la donación de un terreno de 60 hectáreas
en la congregación La Mojarra, municipio de Alvarado,
a orillas del río Acula, en su mayor parte cubierto de
bosque bajo y manglar, con una gran riqueza de flora y fauna.
Esta acción fue calificada por el rector como un gesto
loable que |
habla
de la confianza y la alta consideración que la sociedad
tiene a la casa de estudios, lo que se corrobora con otras iniciativas
como la tomada recientemente por el Ayuntamiento de Ixtaczoquitlán,
que en breve donará un predio de 50 hectáreas
para la construcción en ese municipio del campus integral
universitario de la región Orizaba.
Para la UV es estimulante que distintos sectores de la
sociedad no sólo expresen su reconocimiento a la institución,
sino que la tengan en alta consideración, lo que expresa
que existe un factor de credibilidad social hacia la institución.
Esta respuesta de la sociedad es importante, sobre todo en un
momento en que la UV se encuentra en la búsqueda de nuevos
espacios para su desarrollo. |
la
conservación del manatí, coordinado por Enrique
Portilla Ochoa, del Instituto de Investigaciones Biológicas
(IIB).
La
UV, el manatí y Alvarado
En nuestro estado, la región de Alvarado es uno de
los pocos refugios que le quedan al manatí, mamífero
marino del orden de las sirenias. Generalmente habita en las
zonas costeras o en las desembocaduras de ríos o estuarios.
Su nombre científico es Trichechus manatus,
del griego Tri (tres) y Chehus (uñas), por las tres
pequeñas uñas que pueden apreciarse en sus aletas
pectorales.
Investigadores del iib, en colaboración con la asociación
civil Pronatura y el Inecol crearon el proyecto Educación
Ambiental y Planeación Participativa para la Conservación
del Manatí de Alvarado. Su objetivo, señala
Alejandro Ortega Argueta, investigador del iib e Inecol, consiste
no sólo en completar la información sobre el
manatí en México, sino en contribuir a su protección
estimulando un cambio en la actitud de la población
para involucrarla en el cuidado de esta especie.
Ortega Argueta aseguró que lo que realmente preocupa
a los investigadores de la UV, concretamente a los del IIB
es hacer conciencia en la gente para que conserven todos los
recursos naturales, sus lagunas y manglares, las especies
aprovechables para la pesca, la fauna y lograr con ello conservar
todo el ecosistema de la región.
Rico
filón para la investigación
El predio donado a la UV, Isla de Sancho, se localiza a sólo
10 kilómetros de Tlacotalpan, en la carretera a Cosamaloapan,
de donde se deriva un camino de seis kilómetros. Un
40 por ciento de esta superficie había sido destinada
al cultivo de la caña de azúcar, y la restante
está cubierta de selva baja y manglar.
Como en el resto de la zona de la Cuenca, el suelo del terreno
está formado por depósitos orgánicos,
altamente rico para la producción, lo que significa,
además de su natural atractivo, un gran potencial de
desarrollo, lo que permitirá la realización
de trabajos de investigación y de experimentación
en la producción de diversas especies vegetales.
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