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El
proceso de enseñanza-aprendizaje
de la Historia universal
Karina Acosta Ochoa, Ma. Paola Galicia Meza,
Michel Hermida Ramón y Carolina Toto Pelayo (Décimo
semestre de Pedagogía-Veracruz)
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En
una sociedad tan compleja como la nuestra, el papel de la educación
como pieza fundamental para el cambio y desarrollo social es cada
vez más desafiante, dado que se mueve bajo los efectos del
mundo globalizado, en el que una formación en Historia es cada
vez más necesaria para que las nuevas generaciones tengan una
conciencia histórica a partir del conocimiento y valoración
de los acontecimientos pasados que se perfilan en el presente.
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Para
lograrlo, es imprescindible la enseñanza de la historia con
estrategias para manejar sus contenidos de manera adecuada y que propicie
en el alumno el interés y la reflexión.
A partir de esto, se desarrolló una investigación en
el primer grado de secundaria de una institución pública
del puerto de Veracruz, bajo un enfoque cualitativo usando técnicas
para obtener información como la observación de clases
y entrevistas a docentes y estudiantes, con el propósito de
determinar la relación entre las estrategias de enseñanza
que empleó el docente y las apropiadas de acuerdo con la teoría
y contenidos temáticos de Historia universal. Esto permitió
realizar un análisis de la información recopilada en
el contexto y su contraste con los referentes teóricos, y se
estableció que las estrategias de enseñanza de los contenidos
de Historia universal se reducen al empleo de la exposición,
lo cual es adecuado pero debe complementarse con otras estrategias
para generar la reflexión del alumno, y un aprendizaje significativo.
También se determinó que las actividades realizadas
en el proceso de enseñanza-aprendizaje de esta asignatura son
cuestionarios, síntesis, resúmenes, lectura de libros,
mapas geográficos, conceptuales y en una ocasión la
proyección de un video, todo lo cual presentó deficiencias
en su desarrollo; se careció de actividades como simulaciones
o dramatizaciones en las que los estudiantes representen personajes
históricos, la lectura permanente de textos afines o recreativos,
realizar juegos con los estudiantes como una manera de revisar el
material, y relacionar la historia con conocimientos actuales o con
la vida de los alumnos.
Lo anterior se basa en el esquema de enseñanza que el docente
manifestó usar en su actividad cotidiana, en la que prevalece
el enfoque tradicional que lo privilegia como figura central de la
clase; los desplazamientos sólo los efectuó frente al
grupo, sin promover la interacción maestro-alumno; al retroalimentar
careció de estímulos para que los alumnos incrementaran
su interés y su motivación por aprender; de igual forma,
los recursos y materiales didácticos empleados generalmente
fueron los mismos (el pizarrón y láminas), lo que influyó
en el proceso de aprendizaje de los alumnos, al privilegiar la repetición
de los contenidos vistos en clase y no una reflexión sobre
los mismos.
Sin embargo, según lo expresado en entrevista, los docentes
consideran que su papel debe ser el de un facilitador del aprendizaje
que proporcione a los estudiantes las herramientas necesarias para
trabajar y obtener su propio conocimiento, situación que requiere
manifestarse en la práctica educativa de la historia en el
primer grado de la institución, lo cual será de gran
beneficio para la enseñanza y el aprendizaje, contribuyendo
a alcanzar de una mejor manera los objetivos perseguidos en esta asignatura.
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