Año 3 • No. 110 • julio 14 de 2003
Xalapa • Veracruz • México
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Este verano ¡vamos a sudar!
Heriberto G. Contreras / Leticia Garibay Pardo
Entre las situaciones más incómodas pero cotidianas que experimentamos los seres humanos, es el sudar. Previo a un cita importante con la chava que nos gusta, con la familia o alguna personalidad, intentamos que nuestra apariencia sea de lo mejor. Sin embargo, y sobre todo en los días cálidos, sufrimos cuando vemos que nuestra frente se mantiene constantemente mojada por gotas de sudor.

Pues bien, como muchos procesos de nuestro cuerpo, éste también tiene un porqué. El sudor es una manifestación natural del cuerpo humano, es decir, que la transpiración es sana, aun cuando hay aromas corporales desagradables, por lo que la mayoría de las personas necesitan de un agente que las proteja.

El ser humano es una mezcla de olores y su aroma es algo nato, propio de la sudoración, que no se puede describir porque se carece de un término para atraparlo.

Es un humor que varía de acuerdo con la edad, el sexo, la raza, la alimentación e, incluso, es diferente si se tiene alguna enfermedad en especial.

En todo caso, la sudoración es un proceso fisiológico normal de la piel que se tiene para controlar la temperatura, eliminar toxinas y mantener un equilibrio general del organismo.

El sudor se produce a través de glándulas sudoríparas, de las cuales hay desde 80 hasta 650 en cada centímetro del cuerpo, y existen más en determinadas partes como son las axilas, palmas, cara y en donde hay pliegues.

Los expertos señalan que existen dos tipos de glándulas sudoríparas: las pequeñas de nombre ecrinas, que se encuentran en la superficie del cuerpo, incluyendo palmas y plantas, la cuales carecen de olor. Y otras, las apocrinas de mayor tamaño, que se encuentran en axila e ingle y sí producen olor con el sudor.
Científicos del Ministerio de Deportes de Escocia, señalan que los humanos sudan sin olor en todo el cuerpo cuando aumenta la temperatura ambiental, tienen emociones o están sometidos a tensiones de estrés y angustia. Este sudor es incoloro e inodoro porque está constituido en 99 por ciento de agua y, el uno restante de material sólido como cloruro de sodio y substancias como el áurea.
Sin embargo, hay humores desagradables que provienen de las axilas o las ingles. Si a esto se agrega la falta de higiene, el olor será más fuerte por la presencia de hongos y bacterias.

Los científicos insisten en que el sudor por sí mismo no huele, lo que sucede es que en el organismo hay glándulas sebáceas que contienen caroteno, y éstas son las que provocan el olor, debido a la descomposición bacteriana sobre la superficie de la piel.

Como es un asunto que nos incumbe a todos, es de suponerse la industria, en este caso la farmacéutica tome cartas en el asunto. ¿En qué forma?, pues en el mercado hay innumerables productos para atacar el sudor o el mal olor, se conocen como antitranspirantes o reguladores de la sudoración. Son productos que regulan la sudoración. Un desodorante es antitranspirante cuando reduce por lo menos 20 por ciento de la sudoración en por lo menos 50 por ciento de los miembros. Estos productos contienen activos que regulan la sudoración capaces de inhibir la proliferación y las bacterias responsables de la descomposición de la secreción.

Los desodorantes eliminan el olor del sudor sin inhibir la fluidez del sudor y contienen tanto ingredientes activos bactericidas o moléculas y substancias capaces de reducir el olor.  Generalmente los utilizan personas con baja sudoración, por lo que el uso del desodorante, es una simple rutina de higiene diaria.

Sin embargo, los científicos señalan que sudar es muy sano, y no siempre es adecuado evitarlo a toda costa; es mejor relajarse y dejar que el proceso fisiológico se lleve a cabo.

Esto es muy importante porque el cuerpo filtra el sudor a través de los poros. El uso excesivo de desodorantes y sustancias antitranspirantes puede ocasionar daños en la piel; en algunos casos, incluso cáncer.

Así que no se preocupe tanto por su transpiración. Si toma un baño diario y sus hábitos higiénicos son adecuados y constantes, no hay porque evitar que nuestro cuerpo sude para refrescarse. Después de todo, somos seres vivos.

Con información de DPA, AFP, el Ministerio de Deportes de Escocia.