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La
Editorial de la UV...
Rindió sincero homenaje a Dolores Castro
Gina Sotelo
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Dolores
Castro. |
Destacados
intelectuales xalapeños dieron la bienvenida a la poeta Dolores
Castro, en un reunión para brindarle un cálido homenaje
que no enfrió ni la abundante lluvia ni el tráfico que
de manera normal se vive por las tardes en la calle Clavijero.
Y así, con la participación de los ponentes Esther Hernández
Palacios, Ramón Rodríguez, Francis Mestries y la moderación
de Germán Martínez, inició el merecido homenaje
que le rindió a Lolita la Editorial de la Universidad Veracruzana,el
4 de julio. |
Entre
admiradores y amigos y con transmisión simultánea por
Radio UV comenzó el lúcido y oportuno Ramón
Rodríguez a hablar de la obra de Castro. Salpicando su intervención
con humor y cariño, reiteró su simpatía y admiración
intelectual por la poeta para pasar a remembrar la formación
de Castro, pasaje que se distingue por la cercana y fructífera
amistad de ella con Rosario Castellanos.
De la poeta, crítica literaria, novelista, cuentista, maestra
y mujer de una sola pieza, Ramón Rodríguez
mencionó que su editorial unida la de la UV consideró
necesario reconocer su amplia trayectoria: Hay escritores que
desde el principio de su carrera abordan los géneros literarios
destacando en ellos una gran avidez expresiva. Con cuidadosa y responsable
actitud, la obra narrativa de Lolita la convirtió en una sólida
y asentada poeta.
De la novela La ciudad y el viento, Ramón Rodríguez
leyó algunos pasajes, exaltando sus virtudes, especialmente
por tratarse de un texto impecable sin villanos ni héroes,
sino con seres humanos: A las mujeres como ella, la disciplina
les da cierta seguridad y cierta confianza.
Esther Hernández Palacios no ocultó su admiración
como escritora y como ser humano por la homenajeada, al afirmar que
cuando sea grande, quiero ser como ella. De la impulsora
de la cultura que escribe para encontrar un lugar en el cosmos,
Hernández Palacios dijo que en su poesía existe
una seguridad ética de un escritor clásico, suma de
una madurez emocional.
La presentación de Hernández Palacios, brillante por
su prosa combinada con versos y entrevistas de Castro, habló
de una mujer capaz de escribir poesía de pocas palabras, muy
simples y selectas, que evocan una inteligencia sensible y nacen del
corazón; una mujer que reconoce la existencia del dolor,
la conciencia de un destino.
Olvido, memoria, deseo, anhelo, sencillez producto de una dicción
ética y poética es la sutil obra de Dolores Castro para
Hernández Palacios, gran mujer que forma parte de su generación
literaria y que es igualmente admirada por sus condiscípulos
e interlocutores.
Dolores Castro nació en Aguascalientes el 12 de abril de 1923.
Estudió la licenciatura en Derecho y la maestría en
Letras en la UNAM. Ha realizado además estudios de estilística
e historia del arte en la Universidad de Madrid; de lingüística
y literatura en la Asociación Nacional de Universidades e Institutos
de Enseñanza Superior, y de radio en el Instituto Latinoamericano
de Comunicación Educativa.
Su labor en la difusión cultural es extensa: correctora de
estilo, escritora y productora de programas de radio, conferencista
y colaboradora en revistas como América, Fuensanta, La Palabra
y el Hombre, Poesía de América y Nivel. También
ha sido miembro del consejo de redacción de Suma Bibliográfica
y jefa de redacción de las revistas Barcos de Papel y Poesía
de América.
Como docente, ha impartido numerosos cursos en preparatorias, así
como en las escuelas de Bellas Artes de Veracruz, Cuernavaca y el
Estado de México; en la Universidad Iberoamericana y en la
Escuela de Periodismo Carlos Septién García.
Mujer ejemplo, dueña de sus palabras, ha publicado el ensayo
Evocación y poesía, en Rosario Castellanos,
el verso, la palabra y el recuerdo (1984); la novela La ciudad y el
viento (1962); y los poemarios El corazón transfigurado (1949),
Dos nocturnos (1952), La tierra está sonando (1959), Cantares
de vela (1960) y Soles (1977).
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