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Nuestra Otra Voz:
Ya nadie nos para, ejemplo
de conciencia joven
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Santo
Domingo Petapa, Oaxaca, se ubica en el Istmo de Tehuantepec. Es un
lugar pequeño con casitas de adobe y techos de teja, ríos
y grutas, además de un clima variado y benévolo, relata
Zoraida Espinoza Méndez, estudiante de la licenciatura en Derecho
y originaria de este lugar. Este es su testimonio de viva voz.
La gente de mi pueblo habla zapoteco. La mayoría de los
niños conoce esta lengua y se comunica a través de ella.
Entre los habitantes de mi pueblo hay preocupación por preservar
algunas tradiciones, sin embargo, son algo herméticos y algunos,
en ocasiones, agresivos y violentos.
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Zoraida
Espinoza Méndez |
Muchos
se dedican al cultivo de maíz o producen axiote, naranja, mandarina,
plátano sapo, malanga, y café, aunque éste último
ha hecho que muchos se empobrezcan más, debido al abaratamiento
de su costo.
Una de las cosas más alegres que uno puede ver por allá
es la fiesta dedicada a Santo Domingo. Inicia la noche del 31 de julio
con la calenda, que es cuando las personas salen portando en sus manos
un farol hecho de papel celofán y una vela o mecha encendida.
Por las calles cantan acompañados de una banda para hacerle
una larga fila de compañía al Santo. La celebración
dura varios días pero uno de los más importantes es
el 4 de agosto porque las celebraciones se dedican a los visitantes
que llegan de un pueblo vecino con el cual Santo Domingo formó
una hermandad para cuidarse mutuamente desde hace más de 100
años.
Me gusta estar en mi tierra y he aprendido a valorar lo que hay allí,
pese a que no he vivido siempre en Santo Domingo, pues cuando era
pequeña mi familia se trasladó a Veracruz a causa del
trabajo de mi papá. Aquí conocimos lo que era la uv
y hace tan sólo seis años regresé a mi lugar
de origen. Mi hermano decidió venirse a Xalapa para estudiar
Medicina, y yo seguí su ejemplo para poder cursar la carrera
en Derecho.
Al inicio me afectó demasiado dejar a mi familia, mi pueblo
y mis amigos, incluso hasta me enfermé, pero ahora ya estoy
bien. La decisión de ingresar a esta carrera surgió
al percatarme de las innumerables injusticias que ocurren en Oaxaca.
Allá, o al menos en mi comunidad, la administración
de la justicia es muy arbitraria, pues, además de que no hay
casi abogados, las autoridades interpretan las leyes como mejor les
parece para beneficiar así a sus amigos, familiares o conocidos
sin importarles que perjudiquen con ello a otros. En suma, me gustaría
ayudar a mi pueblo para que aprenda a defenderse y acabar con la corrupción
y el nepotismo.
Al notar el poco desarrollo que registra Santo Domingo y los pocos
recursos con lo que los jóvenes de esta comunidad cuentan para
estudiar, alrededor de 60 muchachos nos hemos reunido para conformar
un grupo al cual la gente del pueblo ha denominado como Ya nadie
nos para, lema que empleamos como slogan cuando realizamos alguna
actividad.
Nos juntamos en enero e hicimos el compromiso de apoyarnos mutuamente
para obtener dinero con el fin de financiar nuestros estudios.
Apenas llevamos 20 mil pesos, pero es un inicio. Además,
ya convencimos al ayuntamiento para que nos apoye con 400 pesos mensuales
y si seguimos con esta empresa tal vez reunamos un fideicomiso capaz
de darnos mil pesos mensuales a cada uno de los que integramos el
grupo. Para ello, vamos a recurrir a instituciones no gubernamentales,
a colectas o a ventas en las fiestas o ferias.
Además, hemos pactado que al concluir nuestras carreras
retornaremos al pueblo para prestar servicio social allá y
así iniciar un poco de conciencia social y cultura de colaboración
entre mis paisanos, asimismo motivaremos y apoyaremos a otros jóvenes
para que salgan y estudien. Por ejemplo, tenemos planeado dar cursos
de preparación a aquéllos que presentarán exámenes
de ingreso a alguna universidad.
De esta manera todos contribuiremos al desarrollo de Santo Domingo
al capacitarnos y prepararnos, ya que tendremos más herramientas
a nuestro alcance para lograr y ejecutar proyectos positivos para
la gente.
Zoraida es ejemplo de entusiasmo y dedicación, y a pesar del
sacrificio que representa para ella alejarse de sus seres queridos
lucha por obtener un título profesional para beneficiarse no
sólo a sí misma, sino a todos los habitantes de su pueblo. |
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