Año 3 • No. 124 • noviembre 17 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
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vs SIDA
Heriberto G. Contreras
Hace unos días escuchaba por la radio que el SIDA es uno de los peores males de la humanidad. Eso no es nada nuevo. De pronto recordé cómo esta enfermedad se llevó a Fredy Mercury y con ello a la dinastía Queen, que a mediados de los ochenta llegó a su punto más álgido, y cuyo legado aún se escucha con fuerza en el cuadrante radial.

Otro de los que me tocó ver cómo luchó ante la noticia de padecer del síndrome fue el famoso Magic Johnson, quien también a mediados de los ochenta brillara con los Lakers de los Ángeles en el baloncesto de los Estados Unidos. Asombrosamente, el deportista sigue aún vivo y en buen estado de salud, sin embargo, esto nos enseña que este mal no tiene ni fronteras, ni se debe a clases sociales ni nada por el estilo.

Lo verdaderamente dramático, fue la nota que continué escuchando esa tarde, en la cual hacía referencia a que países cómo Curasao, una isla al Norte de Colombia en el Mar Caribe, y cuna de Andrew Johnes (para los que gusten del beisbol), ve cómo el 60 por ciento de su población de jóvenes entre 17 y 35 años está infectada de Sida. ¿Se imaginan? Seis de cada 10 habitantes de un país sufren de esta enfermedad. A esto súmenle que este año China registró 10 millones de personas infectadas.

Tómenlo como propaganda o pasatiempo, pero al día siguiente que escuché esto, leía en el periódico New York Times que el ex presidente estadounidense Bill Clinton, dijo que el Sida debería ser considerado un tema de seguridad nacional, pues la enfermedad afecta a más personas en el mundo que el terrorismo, más que ser un tema humanitario, es un tema de seguridad, ya que advirtió que el SIDA podría avivar la pobreza y la desesperación.

Pero no todo son noticias malas; tal parece que la ciencia se encarga de mitigar las preocupaciones y decirnos que tomemos las cosas con calma. Días después de conocer estos números apareció en la agencia de noticias británica Reuters, que el té podría combatir al virus del SIDA.

Según un grupo de investigadores de la Universidad de Tokio, en Japón señalaron que una molécula presente en el té podría bloquear la diseminación del virus. Los hallazgos de laboratorio ofrecerían una novedosa manera de combatir la infección por el virus vih, que causa el SIDA, al evitar que se disemine por todo el cuerpo. Los estudios actuales así como tratamientos que se dirigen al VIH, combaten la infección después de que ésta se disemina.

Kuzushige Hawai es el nombre del investigador líder del proyecto, quien halló un compuesto llamado galato de Epigalocatequina (EGCG), que se cree que contiene más de los beneficios de salud que se hallan en el té verde, pues ataca rápidamente las puertas de entrada que el virus del Sida usa para invadir las células. El VIH prefiere infectar a las células llamadas linfocitos T CD4, y usa una entrada molecular llamada receptor cd4 para lograr el acceso. Al unirse primero con la molécula CD4, el EGCG evita efectivamente que el VIH se adose a la membrana, al menos en pruebas experimentales en recipientes de laboratorio.

Tal parece que la sencillez de tomar un té ofrece más beneficios que muchos de los medicamentos que actualmente se encuentran en el mercado. Estudios previos han revelado que las personas que beben mucho té verde tienen índices más bajos de cáncer, cardiopatía y artritis reumatoide. Además, en septiembre pasado, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos halló que las personas que beben té negro vieron que su colesterol disminuyó entre un siete y un 11 por ciento. Ahora veremos si es capaz de combatir al SIDA.