Año 3 • No. 124 • noviembre 17 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
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  XXIII Foro Internacional de la Cineteca 2003
Roberto Ortiz Escobar
A partir del martes 18 de noviembre, Xalapa recibirá el Foro Internacional de la Cineteca, el único evento fílmico en México que procura reunir las propuestas visuales y narrativas de la cinematografía contemporánea.
Temática y estilísticamente, los documentales y ficciones del foro son testigos fehacientes de una visión y manejo del lenguaje apartados de las fórmulas sobadas del cine comercial. En la edición del XXIII foro veremos catorce cintas gracias a los auspicios de la Cineteca Nacional, dif-Veracruz y la Universidad Veracruzana.

Después de trece años llega a México Baraka (Estados Unidos, 1992), notable documental de Ron Fricke, cuyo recorrido fotográfico en diversos países arrojó una serie de imágenes manejadas con un ritmo relajado o vertiginoso. Tres elementos temáticos sobresalen: la vinculación de culturas ancestrales con lo sagrado mediante ritos y ceremonias, la naturaleza captada en su quietud y soledad deslumbrante, y el ritmo abrupto y violento asumido por la sociedad moderna. Por su impresionante registro visual, esta obra se corresponde con los clásicos Koyaanisqatsi y Powaqqatsi.


Baraka.

Drácula: páginas del diario de una virgen.

Galíndez.
Todos los caminos llevan a casa (Jibeuro, Corea del Sur 2002) es una de las cintas más sencillas ofrecidas por el foro. Su directora y guionista, Jeong-Hyang Lee, nos relata el encuentro y la difícil relación de un niño citadino con su abuela instalada al borde la montaña. Las inquietudes infantiles se ven alteradas al ingresar a una realidad apartada de la modernidad y el consumo enajenante. Sin embargo, la paciencia y sabiduría de la anciana concilia los más impertinentes malestares con serena ternura.

El movimiento Dogma hace acto de presencia con A corazón abierto
(Elsker Dig For Evigt, Dinamarca, 2002, de Susanne Bier), cuya temática nos plantea la posibilidad de la transferencia amorosa en otro hombre cuando una joven a punto de casarse recibe la noticia de la condición parapléjica de su novio después de un accidente. Película de creciente densidad dramática donde el azar vuelve impredecible el destino amoroso.

Perdidos en la noche (Dois Perdidos Numa Noite Suja, Brasil, 2002) está basada en la obra teatral de Plíneo Marcos, autor maldito en los sesenta y setenta ya que sus personajes marginales tuvieron problemas con la censura militar. El director José Joffily aborda con dureza y hermetismo escenográfico la realidad del inmigrante latino en Nueva York, donde logra un acercamiento extremo.

El cine mexicano se hace presente con el documental La canción del pulque (2003), testimonio epidérmico de los asistentes a La Pirata, una de las pocas pulquerías existentes en el Distrito Federal. Si bien la mayoría de las imágenes recrean el ambiente de los bebedores, el director traslada también su cámara a Puebla y Tlaxcala para captar en las haciendas el proceso de fabricación del pulque, los rezos y la bendición del trabajo. Egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica, Everardo González logró una visión gozosa y sórdida de la conducta parroquiana.

La canción del pulque.

Long Island Expressway.

Perdidos en la noche.
Frente al abismo (Long Island Expressway, Estados Unidos, 2001), ópera prima de Michael Cuesta, quien aborda con ingenio visual las inquietudes iniciáticas homoeróticas de Howie, un chico de quince años, cuyo encuentro con el pedófilo sexagenario Big John, le permitirá, paradójicamente, el puente comunicativo que requiere para encarar las dificultades individuales y familiares.

De la república uruguaya proviene la breve como propositiva La espera (2002). La amplia trayectoria documental de Aldo Garay es empleada con suma paciencia narrativa. La cotidianidad de una madre enferma y su hija se convierte en el eje de una relación de dominio y dependencia que nos remite a la inutilidad existencial en tanto inmovilidad física de los personajes. Una puesta en escena desdramatizada de registro minimalista.

El fotógrafo de Estación central, Detrás del sol y A la izquierda del padre, elige en su primer largometraje una disquisición sobre la visión del ojo humano a partir de diecinueve testimonios de artistas o científicos ciegos o afectados por la miopía y otros defectos de visión. En Ventana del alma (Janela da Alma, Brasil 2001), Walter Carvalho recoge las opiniones de cada uno de los entrevistados, quienes abundan sobre la perspectiva que tiene el ser humano de su mundo interno y externo.

Una de las mejores obras del foro es ¿Qué hora es allá? (Ni Neibian Jidian, Taiwan-Francia, 2001, de Tsai Ming-Liang). Los tres personajes principales de conducta disímbola (un joven vendedor de relojes, su madre y una turista parisina) nos remite a la soledad en un tiempo que parece estancado, aísla a unos personajes incapaces de mirarse a sí mismos de manera renovada. Con la remembranza de algunas imágenes de Los cuatrocientos golpes, el director parece sugerirnos que la infancia es destino. De ahí el ostracismo y las dificultades en el devenir de sus protagonistas.

¿Qué hora es allá?

Todos los caminos llevan a casa

Ventana del alma.
Inquietante e incómoda resulta Dentro de la piel ( Dans ma Peau, Francia, 2002, de Marina de Van), película donde la joven Esther, a partir de un accidente, empieza a mutilarse y comer su propia piel y sangre. Paradójicamente, en ese proceso de degradación física, el personaje va encontrando su razón individual de ser: la apropiación del cuerpo será una forma de reclamar su identidad.

La imagen irritante da paso a la belleza visual capturada por una cámara de rítmicos movimientos y planos suntuosos cobijados por una edición precisa. Se trata de Drácula, páginas del diario de una virgen (Dracula: Pages of a Virgin’s Diary, Canadá, 2001, de Guy Maddin), que a la manera del cine silente (sin diálogos audibles), los personajes son interpretados por los bailarines del Ballet Real de Winnipeg. La música de Gustav Mahler y la fotografía en blanco y negro con virajes al rojo contribuyen al deleite de los movimientos dancísticos.

Ana Díez combina el testimonio objetivo con la especulación subjetiva para deducir en Galíndez (España-Cuba, 2002) los móviles del asesinato de un personaje opositor al franquismo, representante del gobierno vasco en Nueva York, informante de la cia y el fbi y denodado crítico del dictador dominicano Leónidas Trujillo.

Power Trip (Estados Unidos-Georgia, 2003, de Paul Devlin) es un vigoroso alegato sobre la desobediencia civil aplicada a una compañía eléctrica estadounidense que tras el derrumbe socialista empieza a operar en Tbilisi, Georgia, cambiando las reglas del juego del anterior abastecimiento energético por parte del Estado. Muy oportuno planteamiento acerca de la privatización eléctrica que vive uno de sus momentos álgidos en la política partidista mexicana actual.

Otra película nacional se encarga de cerrar el XXIII Foro Internacional de la Cineteca. Fandango (2003, de Marcel Sisniega) maneja una propuesta narrativa malograda: un escritor fastidiado de su existencia, rompe con su presente inercial y viaja a Tlacotalpan, Veracruz, donde se celebra la fiesta de La Candelaria. Se hace acompañar de un fotógrafo de video que lo grabará en todo momento. Al borde del precipicio, los acontecimientos inocuos o importantes son rastreados, descubiertos o determinados por una cámara cómplice. Para comentarios escribir a: roeamarcord@yahoo.com.mx