Año 3 • No. 124 • noviembre 17 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
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Graciela Hierro
Mujer, filósofa, feminista, maestra, amiga

René Barffusón (Académico de las facultades de Antropología y Filosofía de la Universidad Veracruzana)
La Universidad Veracruzana comparte también el dolor de quienes lamentan
el fallecimiento de Graciela Hierro el pasado jueves 30 de octubre.
Vaya pues la presente semblanza como un reconocimiento a la pionera del feminismo en la filosofía en México.
Su condición de mujer también estuvo marcada por la idea de que el ser y el valer de las mujeres era la maternidad y lo que de ello se derivaba como una tarea de tiempo completo.

Sin embargo, logra transformar en sí misma esta situación, ingresando a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hasta doctorarse en Filosofía. Ahí fue alumna de José Gaos, Fernando Salmerón y Adolfo Sánchez Vázquez entre otros. A partir de 1972 hasta su fallecimiento fue profesora de la misma institución que la formó.

Graciela Hierro.
Se ocupó de promover en sus alumnos (as) una autoeducación ligada a una ética del interés personal, invitándoles a reflexionar también aspectos de la diferencia sexual. Su filosofía feminista del placer tiene la impronta de Aristóteles, Epicuro, J. S. Mill, Sor Juana Inés de la Cruz, Simone de Beauvoir, Rosario Castellanos, María Zambrano, Luce Irigaray.

En 1978 fundó en México la Asociación Filosófico Feminista. En 1979, con la mesa La naturaleza femenina, en el III Coloquio Nacional de Filosofía, inauguró e instauró en México la filosofía feminista, con ello propone un cambio de pensamiento: que las mujeres se piensen por sí mismas para que sean poseedoras de su cuerpo, sus placeres y sus productos. Como “filósofa feminista de tiempo completo” vivía el lema feminista “lo personal es político”.

En 1992 fundó el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG)-UNAM, del cual fue directora hasta su muerte, desde donde contribuyó a la apertura de otros Centros de Estudios de Género en distintas Universidades
del país.

En 1997 recibió la distinción Women that make a difference por parte del Foro Internacional de la Mujer. En 1998 la Universidad de Santiago de Chile la reconoció como “La Feminista del Año”.

En 2000 recibió el Premio Nacional “María Lavalle Urbina” y con sus memorias Gracias a la vida, obtiene el primer lugar en el concurso DEMAC (2000). Para mujeres que se atreven a escribir su historia. También fundó el importante grupo de mujeres “Las Reinas”, quienes se ocupan de comprender el envejecer de las mujeres.

Para ella, como para su maestro Fernando Salmerón, investigación y docencia no eran ámbitos separados, además, el trabajo educativo necesariamente tiene un componente ético. Y en lo que toca a la filosofía, su importancia radica en lo que aporta para mejorar nuestra condición humana. Esto se ve reflejado en su vida y en sus distintas publicaciones: Ética y feminismo, Ética de la libertad, Francis Bacon y la educación, Naturaleza y fines de la educación superior, De la domesticación a la educación de las mexicanas, Ética del placer; además de múltiples contribuciones para revistas, compilaciones y qué decir de sus constantes participaciones en foros nacionales e internacionales.

Con nuestra universidad, especialmente con la Facultad de Filosofía, mantenía un estrecho vínculo. Su participación como evaluadora nacional de los programas de estudio, las invitaciones de quienes en Xalapa trabajan género, era motivo gustoso para venir a esta ciudad. A la Facultad de Filosofía recuerdo que llegó a la presentación de un libro de Luis Villoro.

Posteriormente, a partir de una invitación nuestra, acudió en 1999 a impartir un Seminario de Género, esa ocasión fue el inicio de mi acercamiento a tan apreciable mujer, pues más adelante, en Puebla, en el Congreso Nacional de Filosofía, aceptó ser mi directora de tesis para la licenciatura en Filosofía, así, en 2000, estuvo de nuevo en Xalapa como presidenta de mi examen profesional donde defendí la tesis: El poder del placer en el feminismo de Graciela Hierro, que además del aprendizaje filosófico, me permitió acercarme amistosamente con ella. En el 2001 de nuevo estuvo en la Facultad de Filosofía, presentó una ponencia en el Primer Coloquio Nacional de Hermenéutica, y en este evento, junto con Angélica Salmerón (UV) y Rubí de Ma. Gómez (Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo) presentamos sus memorias Gracias a la vida, actitud filosófica que nos queda como una de las grandes enseñanzas de la filósofa feminista del placer. Nos duele su partida, pero agradecemos mucho su enseñanza vital.
Comentarios y aportes escribir a: barff2@yahoo.com