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Siguen los Miércoles de
Ciencia en Biología
Estudian variación genética a partir
de marcadores moleculares
Edith Escalón
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Utilizar
marcadores moleculares, en lugar de estudios morfológicos,
para lograr una visión más amplia al analizar la variación
genética tiene grandes ventajas, aseguró Dolores Gonzáles
Hernández, investigadora del Instituto de Ecología AC.
Al participar en el ciclo Miércoles de Ciencia, que se lleva
a cabo semana tras semana en la Facultad de Biología de la
Universidad Veracruzana, la especialista en sistemática molecular
señaló que el estudio de marcadores moleculares se puede
aplicar en muchos de los campos del conocimiento, por lo que recomendó
incluirlo en el programa básico de la carrera.
Los marcadores pueden identificar variación a nivel de
un individuo, a nivel de poblaciones, especies o rangos taxonómicos
más altos. Lo que se pretende siempre es identificar características
o rasgos muy específicos que separan a unos individuos de otros,
explicó. En esencia, los marcadores moleculares son biomoléculas
como proteínas (antígenos e isoenzimas) y el DNA (genes
conocidos o fragmentos de secuencia y función desconocida),
que se pueden relacionar con un rasgo genético, en ocasiones,
inequívocamente.
Tú y yo somos de la especie Homo sapiens, pero somos
muy diferentes, tenemos marcadores específicos que nos hacen
diferentes, el estudio de los marcadores moleculares nos permiten
saber qué exactamente es lo que nos da esa diferencia,
señaló. De hecho, desde hace siglos el hombre ha seleccionado
y mejorado especies vegetales y animales, gracias a la variabilidad
genética, a la heredabilidad del carácter que se quería
aislar, a la eficacia e intensidad de la selección aplicada
y al tiempo necesario para realizar un ciclo de selección.
Sin embargo, la taxonomía siempre ha estudiado características
morfológicas, lo cual requiere observaciones muy exhaustivas
de los organismos en diferentes estadios de desarrollo, y provoca
que los criterios utilizados carezcan muy a menudo de definición
y objetividad.
Afortunadamente la aparición de los marcadores moleculares
está ayudando a eliminar tanto los inconvenientes de una selección
basada en el análisis exclusivo del fenotipo, como a la identificación
de especies y variedades de una forma más rigurosa y repetitiva.
El uso de marcadores moleculares, explicó Dolores Gonzáles,
puede ser útil para medir la variación de los individuos
y la salud de las poblaciones, para los estudios de clasificación,
ecología, análisis filogenéticos y taxonómicos,
mapeo de genomas, cuantificación de variabilidad génica,
mejoras genéticas, localización de resistencia a enfermedades,
y dispersión de especies.
Los primeros marcadores se desarrollaron a finales de los años
70. Con ellos se abrió el conocimiento de la estructura y heterogeneidad
genética entre diferentes especies, variedades, y poblaciones
de distinto origen geográfico. Los avances de la tecnología
del dna recombinante ha permitido el desarrollo de los marcadores
moleculares basados en el dna, consiguiendo estabilidad en la identificación
de especies y variedades. |
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