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Nuestra Otra Voz...
La importancia de las lenguas y costumbres
indígenas para una estudiante de Física
Karina Arriaga Murrieta
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Alma
Ericka Ramírez Nava |
A
muchos nos ha pasado que las circunstancias o el simple gusto por
conocer nos orilla a cambiar de espacio, ciudad o pueblo. Muchas veces
es el deseo de hacer nuestras las herramientas que nos forjarán
un mejor futuro y que nos permitirán dedicarnos a lo largo
de nuestra vida a algo que nos hace felices. Este es el caso de Alma
Ericka Ramírez Nava, quien estudia Física.
Ella nació en Terrero, Colatlán, municipio de Ixhuatlán
de Madero Veracruz, pero desde los 10 años se trasladó
a San Sebastián Tantoyuca. Ambos lugares han enriquecido su
visión del mundo y sobre todo la han hecho valorar sus raíces: |
“Terrero
está al norte del Estado, en la región Huasteca, cerca
de Chicontepec. Allí nací y crecí hasta los 10
años. Recuerdo que las casas son de madera y palos con lodo
( material que se utiliza como cementante). La gente es humilde, todavía
viste ropa tradicional como enaguas y camisas. Y una de las cosas
más notables es que aún persiste la lengua náhuatl.
”Para mí es muy importante que no se pierdan las lenguas
indígenas que existen en el país. He notado que poco
a poco se han ido perdiendo y la gente por razones prácticas
prefiere aprender inglés o alemán y no náhuatl.
Pero yo digo que antes de aprender un idioma extranjero deberíamos
aprender nuestras propias lenguas porque eso es valorar lo que somos.
Yo me siento afortunada y orgullosa de conocer tradiciones que han
pasado de generación en generación en mi familia y por
lo menos entender un poco la lengua materna de mis padres y abuelos,
el náhuatl.
”En Terrero se cultiva maíz, fríjol de mata y también
unos fríjoles largos a los que se les llama chichimiquen.
”Parte de la primaria la estudié allí y después,
por razones de trabajo, mis papás nos llevaron a San Sebastián.
Esto representó un largo proceso de adaptación pues
no me acostumbraba al cambio de lugar y escuela. Como llegué
a este pueblo cuando ya había iniciado el ciclo escolar tuve
que inscribirme en una primaria de otro pueblo cercano llamado Santa
Rita. Sin embargo me sorprendió descubrir que el nivel era
muy deficiente al compararlo con el de Terrero.
”San Sebastián es más grande que mi lugar de nacimiento,
cuenta con pequeños negocios, más población y
una terminal de autobuses. Algunos de sus habitantes se dedican a
la agricultura; siembran maíz, cacahuate y unos pocos naranja.
”Pese a que a San Sebastián ha llegado gente de varias
comunidades indígenas, incluso de la ciudad de Tantoyuca, donde
se habla el huasteco, la gente de allí no valora y hasta discrimina
a lo indígena.
”No obstante aún persisten algunas tradiciones y costumbres.
Por ejemplo el 2 de noviembre hay fiesta. Ese día la mayoría
de los chavos se disfrazan de mujeres y participan en las cuadrillas,
es decir, grupos de danzantes, donde los personajes principales son
el diablo, la mujer embarazada, la novia y la muerte; cada uno de
ellos tiene su significado. Durante el baile usan máscaras
de madera que representan a los personajes mencionados. Hacen concurso
entre ellos y dan un premio a la mejor cuadrilla.
”Durante febrero, en las fiestas de carnaval, en Terrero también
se hacen cuadrillas y los participantes se pintan de negro, se ponen
cuernos y representan diablos. En esa misma fecha existe la tradición
de hacer zacahuilt para celebrar.
”Al recordar los alimentos que se preparan en fechas especiales,
no puedo dejar de mencionar el mole el cual es tradicional en las
graduaciones y es costumbre darle a los padrinos del graduado las
dos piernas del guajolote.
”El 20 de enero es la fiesta de San Sebastián y se organiza
presentaciones de bailes, quemas de toritos y cuetes. Además,
una comunidad cerca de allí, a 15 minutos de camino, llamada
La Esperanza organiza una festividad que honra a Santa Rita, patrona
del pueblo, la cual dura dos días.
”Esas son algunas de las tradiciones que recuerdo a nivel general.
”En mi familia también preservamos algunas. Cuando se
siembra por primera vez, se le va a dar de comer a la milpa y se lleva
tamales, mole, dulce de calabaza y collares de flor de muertos que
se le pone a cuatro matas para simular a los cuatro puntos cardinales,
y entonces se ofrece la comida a los cuatro vientos.
”El 31 de diciembre nuestro abuelito hace una oración
por nosotros, y a cada uno se le da una vela que deberemos prender
durante la noche del 31, las velas que usamos en las posadas las ponemos
en las goteras, también se pone una tina con muchas yerbas
aromáticas y agua para que nos bañemos y nos lavemos
la cara, para la renovación y empezar el año nuevo limpios.
”Fue una tristeza para mí abandonar mi hogar. Desde la
preparatoria me gustaban las matemáticas y la física
y decidí estudiar la licenciatura en Física. La facultad
que me quedaba más cerca era aquí en Xalapa y por ello
decidí venir hasta acá. He pasado momentos duros pues
me costó trabajo acostumbrarme al clima y a otras cosas.
Aunque me gustaría retornar con mi familia no creo poder regresar
a Terrero o a San Sebastián a ejercer mi carrera, ya que para
mí es importante desarrollarme profesionalmente y sólo
lejos de estos lugares podré hacerlo.” |
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