Año 3 • No. 124 • noviembre 17 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
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Nuestra Otra Voz...
La importancia de las lenguas y costumbres
indígenas para una estudiante de Física
Karina Arriaga Murrieta

Alma Ericka Ramírez Nava
A muchos nos ha pasado que las circunstancias o el simple gusto por conocer nos orilla a cambiar de espacio, ciudad o pueblo. Muchas veces es el deseo de hacer nuestras las herramientas que nos forjarán un mejor futuro y que nos permitirán dedicarnos a lo largo de nuestra vida a algo que nos hace felices. Este es el caso de Alma Ericka Ramírez Nava, quien estudia Física.

Ella nació en Terrero, Colatlán, municipio de Ixhuatlán de Madero Veracruz, pero desde los 10 años se trasladó a San Sebastián Tantoyuca. Ambos lugares han enriquecido su visión del mundo y sobre todo la han hecho valorar sus raíces:
“Terrero está al norte del Estado, en la región Huasteca, cerca de Chicontepec. Allí nací y crecí hasta los 10 años. Recuerdo que las casas son de madera y palos con lodo ( material que se utiliza como cementante). La gente es humilde, todavía viste ropa tradicional como enaguas y camisas. Y una de las cosas más notables es que aún persiste la lengua náhuatl.

”Para mí es muy importante que no se pierdan las lenguas indígenas que existen en el país. He notado que poco a poco se han ido perdiendo y la gente por razones prácticas prefiere aprender inglés o alemán y no náhuatl. Pero yo digo que antes de aprender un idioma extranjero deberíamos aprender nuestras propias lenguas porque eso es valorar lo que somos. Yo me siento afortunada y orgullosa de conocer tradiciones que han pasado de generación en generación en mi familia y por lo menos entender un poco la lengua materna de mis padres y abuelos, el náhuatl.

”En Terrero se cultiva maíz, fríjol de mata y también unos fríjoles largos a los que se les llama chichimiquen.

”Parte de la primaria la estudié allí y después, por razones de trabajo, mis papás nos llevaron a San Sebastián. Esto representó un largo proceso de adaptación pues no me acostumbraba al cambio de lugar y escuela. Como llegué a este pueblo cuando ya había iniciado el ciclo escolar tuve que inscribirme en una primaria de otro pueblo cercano llamado Santa Rita. Sin embargo me sorprendió descubrir que el nivel era muy deficiente al compararlo con el de Terrero.
”San Sebastián es más grande que mi lugar de nacimiento, cuenta con pequeños negocios, más población y una terminal de autobuses. Algunos de sus habitantes se dedican a la agricultura; siembran maíz, cacahuate y unos pocos naranja.

”Pese a que a San Sebastián ha llegado gente de varias comunidades indígenas, incluso de la ciudad de Tantoyuca, donde se habla el huasteco, la gente de allí no valora y hasta discrimina a lo indígena.

”No obstante aún persisten algunas tradiciones y costumbres. Por ejemplo el 2 de noviembre hay fiesta. Ese día la mayoría de los chavos se disfrazan de mujeres y participan en las cuadrillas, es decir, grupos de danzantes, donde los personajes principales son el diablo, la mujer embarazada, la novia y la muerte; cada uno de ellos tiene su significado. Durante el baile usan máscaras de madera que representan a los personajes mencionados. Hacen concurso entre ellos y dan un premio a la mejor cuadrilla.

”Durante febrero, en las fiestas de carnaval, en Terrero también se hacen cuadrillas y los participantes se pintan de negro, se ponen cuernos y representan diablos. En esa misma fecha existe la tradición de hacer zacahuilt para celebrar.
”Al recordar los alimentos que se preparan en fechas especiales, no puedo dejar de mencionar el mole el cual es tradicional en las graduaciones y es costumbre darle a los padrinos del graduado las dos piernas del guajolote.

”El 20 de enero es la fiesta de San Sebastián y se organiza presentaciones de bailes, quemas de toritos y cuetes. Además, una comunidad cerca de allí, a 15 minutos de camino, llamada La Esperanza organiza una festividad que honra a Santa Rita, patrona del pueblo, la cual dura dos días.

”Esas son algunas de las tradiciones que recuerdo a nivel general.

”En mi familia también preservamos algunas. Cuando se siembra por primera vez, se le va a dar de comer a la milpa y se lleva tamales, mole, dulce de calabaza y collares de flor de muertos que se le pone a cuatro matas para simular a los cuatro puntos cardinales, y entonces se ofrece la comida a los cuatro vientos.

”El 31 de diciembre nuestro abuelito hace una oración por nosotros, y a cada uno se le da una vela que deberemos prender durante la noche del 31, las velas que usamos en las posadas las ponemos en las goteras, también se pone una tina con muchas yerbas aromáticas y agua para que nos bañemos y nos lavemos la cara, para la renovación y empezar el año nuevo limpios.

”Fue una tristeza para mí abandonar mi hogar. Desde la preparatoria me gustaban las matemáticas y la física y decidí estudiar la licenciatura en Física. La facultad que me quedaba más cerca era aquí en Xalapa y por ello decidí venir hasta acá. He pasado momentos duros pues me costó trabajo acostumbrarme al clima y a otras cosas.

Aunque me gustaría retornar con mi familia no creo poder regresar a Terrero o a San Sebastián a ejercer mi carrera, ya que para mí es importante desarrollarme profesionalmente y sólo lejos de estos lugares podré hacerlo.”