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En
el Laboratorio de Alta Tecnología de Xalapa (Latex)
Estudian cura para enfermedades ocasionadas por hongos
Ricardo Luna (Fotos: César Pisil)
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Un
gran avance en la ciencia, que podría significar la cura para
las enfermedades ocasionadas por hongos nocivos en plantas, animales
y humanos, actualmente se desarrolla en el Laboratorio de Alta Tecnología
de Xalapa (Latex). En este centro de investigación adscrito
a la uv, se han hecho estudios sobre la naturaleza de los hongos,
y ya han llegado a conclusiones interesantes.
Ángel Trigos Landa, director de Latex, tiene a su cargo la
investigación Destrucción selectiva de hongos
microscópicos a través de la foto oxidación del
ergosterol. En ella, Trigos pretende que el ergosterol, componente
importante de las membranas de los hongos, se transforme en peróxido
de ergosterol, lo que provocaría la formación de sustancias
distintas a las naturales en la membrana celular del hongo y así
llevarlo a su muerte aproximadamente en tres horas. |
La
importancia de las investigaciones que se realizan en Latex,
contribuyen al avance de la ciencia.
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El
estudiar a los hongos permite conocer que éstos no sólo
causan daño a los hombres, sino que también les proporcionan
beneficios. |
El
grave problema de los hongos dañinos, padecido por casi todos
los seres humanos en la piel, presente en el campo al infectarse los
cultivos y en algunos objetos, los cuales son destruidos por el paso
del tiempo, podría ser solucionado mediante la técnica
de foto oxidación del ergosterol, que según explicó
el investigador, se basa en sensibilizadores que, al entrar en contacto
con la luz, activan el oxígeno que reacciona con el ergosterol
y provoca la muerte del hongo.
El ergosterol, explicó Trigos, es una sustancia que se encuentra
únicamente en las membranas celulares de los hongos, de la
misma manera que el humano tiene colesterol y las plantas beta-sitosterol.
Por tal motivo, cuando los sensibilizadores actúan sobre esta
sustancia se da un proceso completamente inofensivo para cualquier
otro organismo diferente a los hongos.
La investigación, resultado de una labor de casi seis años
en la Universidad de Las Américas-Puebla y en el Instituto
de Ciencias Básicas de la UV, surgió al indagar la presencia
de ergosterol en diferentes hongos con el objeto de encontrar una
ruta industrial alternativa de la vitamina D2. Ahí observó
que tal sustancia se transformaba en su correspondiente peróxido,
reacción que ya se había estudiado en la década
de los 40. |
En
el laboratorio analizan cuáles son los
hongos que sí pueden destruirse.
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Sin
embargo, aclaró Trigos Landa, pronto se percatarían
de que esta misma reacción podía funcionar para destruir
a los hongos. Así, se efectuó un pequeño ensayo
con resultados positivos: Se trabajó en un diseño
en el cual pudiéramos comprobar todas las variables posibles,
a fin de poder corroborar que esta reacción llevaba a cabo
la destrucción del hongo. Realizamos los experimentos con resultados
interesantes que constatamos a través de resonancia magnética
nuclear. Por fortuna se procedió a la publicación del
trabajo en la revista científica Mycologia de la Sociedad
Americana de Micología en julio de 2002. |
El
estudiar a los hongos permite conocer
que éstos no sólo causan daño a los hombres,
sino que también les proporcionan beneficios.
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Ángel
Trigos, señaló que esta nueva alternativa de destrucción
de la micosis superficial podría tener uso en diferentes ámbitos,
como la agricultura o la industria farmacéutica, al igual que
en la preservación de obras de arte o diversos artículos
que se encuentren en lugares propicios para una proliferación
de hongos. La investigación, una vez llevada al terreno de
la práctica médica, sin duda, tendría repercusiones
por demás benéficas para miles de personas que padecen
hongos. Sin embargo, aún faltan algunos estudios para comprobar
si esta novedosa técnica tiene posibilidades clínicas
a futuro, aseveró.
Hongos:
también los hay benéficos
Después de varias investigaciones, hoy se sabe que algunos
hongos producen micotoxinas que en altas concentraciones ocasionan
daños a la salud del ser humano. Sin embargo, y como lo señala
Ángel Trigos, muchos de estos organismos también poseen
su lado benéfico. Tan sólo seis géneros de
hongos filamentosos producen alrededor de mil antibióticos
diferentes.
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