Año 3 • No. 135 • marzo 29 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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  En la zona del Cofre de Perote
Dispara la UV el desarrollo comunitario
Edgar Onofre Fernández

El sólido trabajo de vinculación que ha desarrollado
la UV con las comunidades ha permitido llegar a las zonas
más marginadas del estado. Foto: Luis Fernando Fernández.
El Conejo, Veracruz.- Enclavada en las cercanías del Cofre de Perote, al resguardo de bosques que envejecen a más de tres mil 500 metros sobre el nivel del mar, una de las iniciativas más ambiciosas en materia de desarrollo comunitario sostenible del país se consolida en esta comunidad del municipio de Perote, a través de un equipo que conjunta a pasantes, estudiantes en servicio social, académicos y gestores de la Universidad Veracruzana.

A partir de un sólido trabajo de vinculación con la comunidad desarrollado en los últimos cinco años, y que ha sido reconocido en los ámbitos nacional e internacional, la Universidad Veracruzana ha sentado las bases para apuntalar el desarrollo sostenible de la zona del Cofre de Perote–considerada una de las que presentan el mayor índice de marginación en el estado.

Durante una visita a El Conejo, cuya población se dedica en gran medida al cultivo de la papa y la explotación de los recursos forestales, el rector de la UV, Víctor Arredondo, supervisó el avance de diversos programas de servicio social y de la construcción de la Casa de la Universidad en que se empeñan la casa de estudios y los pobladores, con el apoyo de la ANUIES, la Sedesol y la Fundación “Ford”.
La Casa de la Universidad en El Conejo es la más reciente del proyecto “Centro Comunitario de Aprendizajes Múltiples” que le ha valido cuatro premios nacionales de manera consecutiva a la UV, donde la vinculación se entiende como principio y propósito esencial de la docencia, la investigación y la extensión.
Apenas la semana pasada, acompañado por funcionarios de la Dirección General de Vinculación, integrantes de la Brigada Universitaria de Servicio Social (BUSS), pasantes de Arquitectura que realizaron el

El rector también visitó a los integrantes de la Brigada Universitaria en Servicio Social (BUSS) en la comunidad de El Conejo.

proyecto del edificio y los integrantes del programa trilateral de Servicio Comunitario para América del Norte (NACS, por sus siglas en inglés), Arredondo se reunió con las autoridades ejidales y municipales para conocer los avances de la cuarta Casa de la Universidad, que se sumará a las que ya funcionan en Coyopolan (Ixhuacán de los Reyes), Vecinos del Manglar (Boca del Río) y Molino de San Roque (Xalapa).

Los responsables de la construcción del edificio, que intenta rescatar la esencia de la arquitectura vernácula, pues ha sido diseñada con base en las tradiciones arquitectónicas de la región y atiende las extremas condiciones climáticas, explicaron que a finales de abril quedará concluida la primera fase del proyecto que incluye, además de las áreas para laboratorios de análisis clínico y ambiental, consultorios y aula de capacitación, otras que serán destinadas al albergue de brigadistas y un aula de usos múltiples.

El rector explicó que la Casa de la Universidad será también un firme soporte para la realización de tareas educativas de distintos niveles y especialidades en beneficio de la población, aprovechando, de la misma manera en que lo hace la Casa de la UV en Coyopolan, las nuevas tecnologías de la información. Anunció, además, que el Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE) ha donado una antena para contar con Internet vía satélite y que la Universidad de Princeton (EUA) ofreció donar 15 computadoras para el área de capacitación de El Conejo.

En México nadie escucha las demandas de las comunidades: Arredondo
El proyecto de la Casa de la Universidad está asentado en un terreno cedido, de acuerdo al voto unánime de los miembros de la comunidad, luego de diversas asambleas donde el antiguo campo de beisbol fue trocado en un proyecto de beneficio social para la comunidad. Éste contempla áreas abiertas para el esparcimiento y la
Foto: Estela Jara.
realización de actividades artísticas, así como para la operación de un tianguis dominical que permita la comercialización de los productos agrícolas e industriales de la región.

Luego de recorrer la obra casi finalizada del primero de los tres edificios que formarán el complejo de la Casa de la Universidad, Arredondo y representantes comunitarios se trasladaron a la parcela demostrativa donde, con el impulso de los universitarios y el apoyo financiero de dependencias como Sagar, Sedesol y Conafor, se han realizado obras para la conservación del suelo, lo que será replicado en otras áreas para evitar la erosión de los terrenos destinados al cultivo de papa, avena y haba.

Ahí, el rector Arredondo propuso a las autoridades de El Conejo desarrollar una empresa comunitaria para la producción y comercialización de pinos navideños, lo que permitiría la reforestación de al menos ocho hectáreas y su aprovechamiento en la procuración de mayores recursos para la comunidad.

El rector señaló que el Vivero Universitario, localizado en el Campus para la Cultura, las Artes y el Deporte de Xalapa, podría donar 20 mil plantas para sembrarlas durante junio y que estudiantes y egresados de carreras como Biología y Agronomía, entre otras, podrían ser convocados para acudir a la comunidad y sumarse en el desarrollo de esta iniciativa.

Arredondo, además, advirtió que el trabajo de servicio social comunitario emprendido desde 1998 en El Conejo, se ha reflejado en la salud de los niños e, incluso, ha propiciado un cambio importante en el papel desempeñado por las mujeres en la comunidad.

“Los trabajos de servicio social comunitario deberían extenderse a las universidades del país, pues demuestra que el vínculo estrecho entre las casas de estudio y las comunidades significan un soporte para su desarrollo y crea en ellas una conciencia de solución de problemas y una visión social entre los estudiantes”, aseguró.

Durante su estancia en la comunidad, los integrantes del programa nacs –compuesto por jóvenes de Canadá, Estados Unidos y la UV– no sólo han participado activamente en la construcción de la Casa de la Universidad, sino que han participado en la creación de huertos familiares, en la conservación y manejo del bosque, actividades educativas, conservación de agua y suelo, montaje de huertos y análisis de elementos, invernadero y técnicas de horticultura biodinámica junto a estudiantes y vecinos del lugar.