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Interfase
Sonido en la computadora
Alejandro Rulfo Méndez |
El
sonido, como elemento de la vida real, es de naturaleza continua,
no así en las computadoras, que trabajan con números,
es decir, de forma discreta o digital. De esta forma, para poder almacenar
sonido en las computadoras, hay que convertir esa onda en números,
con el proceso conocido como digitalización, que
básicamente es mirar, muestrear, samplear, muchas
veces por segundo el estado de la onda de sonido en ese momento, y
almacenar ese valor. Para reproducirlo, basta con activar las bocinas
con el valor previamente grabado, y tendremos la sensación
de sonido analógico.
El sonido digitalizado sin comprimir tiene tres parámetros
que nos van a definir la calidad y el tamaño del archivo.
El primer parámetro es el número de canales que define
la cantidad de diferentes ondas de sonido que se almacenan en un archivo.
Generalmente, será necesario un solo canal para sonido monoaural,
y dos canales para el estéreo. En el caso del DVD, por ejemplo,
podemos llegar a tener seis u ocho canales en un archivo.
El siguiente parámetro que nos define un sonido digital es
la frecuencia de muestreo, que nos indica el número de veces
por segundo que se mira la amplitud o volumen de la onda. Este parámetro
está directamente relacionado con la frecuencia máxima
de audio que se puede grabar y reproducir; la ley de Shannon, dicta
que la frecuencia máxima reproducible, será la mitad
de la frecuencia de muestreo.
Así el oído humano no capta frecuencias superiores a
22 Khz, (hay oídos que sí captan más de
eso, pero el promedio es es 22 kilohertzios) una frecuencia
de muestreo de 44,100 Hz es suficiente para almacenar el sonido.
El último parámetro es la cantidad de bits dedicados
a cada muestreo. Con este parámetro vamos a precisar la cantidad
de niveles distintos de volumen con que podemos almacenar una muestra.
Cuanto mayor sea esta cifra, tendremos mayor precisión de grabación,
pues el valor muestreado se podrá acercar más al original.
Con ocho bits, tenemos 256 niveles, lo que acaba siendo escaso. Actualmente
se emplean 16 bits o más en este parámetro. Con 16 bits
tenemos 65,536 diferentes niveles, lo que aporta mucha mayor precisión.
Existe un aspecto del sonido comprimido y que aparece directamente
en la calidad del sonido reproducido: la cantidad de espacio que puede
ocupar un segundo de sonido. Más conocido como bitrate. El
objetivo del bitrate es proporcionar el mejor sonido empleando el
menor espacio posible dentro de la computadora. Nos vamos a encontrar
con dos métodos para emplear este bitrate.
Podemos emplear una cantidad fija de bits por segundo, lo que se conoce
como bitrate constante, que presenta el problema de no tener en cuenta
la complejidad de la onda, por lo que dedica el mismo número
de bits a un silencio que a un sonido muy agudo. Por el contrario,
el bitrate variable sí tiene en cuenta esta complejidad, lo
que se traduce en mejor calidad del sonido al dedicar más espacio
a los sonidos más complejos.
¿Para qué nos sirve saber esto? Para no atascar
de información innecesaria el disco duro de nuestra computadora.
Si podemos trabajar en ella al armar textos o navegar al mismo tiempo
y queremos escuchar música almacenada, preferentemente debemos
usar archivos ligeros y pequeños para que la máquina
no se congele. Es decir, que aprovechemos al máximo la capacidad
de esta poderosa herramienta que es la computadora.
Nos leemos en la siguiente Interfase. La dirección electrónica
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