Año 3 • No. 139 • mayo 10 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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  El demonio persiste a través de los siglos
Alma Espinosa

Félix Báez Jorge.
Una de las tantas armas que utilizaron los teólogos católicos para convertir a los habitantes de la Nueva España a su fe, fue la de descalificar a sus dioses mediante la satanización.

Un extenso trabajo acerca de la satanización de las deidades indígenas ha sido elaborado durante muchos años por Félix Báez Jorge, investigador de la Universidad Veracruzana, quien participó en la Feria Universitaria de Investigación y Docencia, con su ponencia “La satanización de los dioses mesoamericanos”.
Basado en su más reciente publicación: Los disfraces del diablo, editado por la UV, Félix Báez expuso el trabajo de algunos cronistas de la Colonia, destacados por su trascendencia en la ideología de la época. Explicó que en los escritos de San Agustín se destaca que toda la idolatría indígena es obra demoníaca, y que Fray Bernandino de Sahagún lo siguió al decir que los dioses paganos son númenes relacionados con fuerzas malignas. Además, con algunas imágenes del Código Florentino, mostró como los españoles catequizaban con la presencia de demonios representados de varias formas.

En la ponencia, Félix Báez habló sobre Fray Andrés de Olmos, Diego Durán, José de Acosta, Diego Muñoz de Camargo, y Fray Bartolomé de las Casas, quien, aunque siendo defensor, mantenía la idea de que las deidades eran demoníacas con un status diferente.

Félix Báez concluyó que el problema era que además de satanizar a las deidades, se era intolerante con las personas que las creaban, es decir, con los indígenas. Tal intolerancia se tradujo en el rechazo y la persecución. La actitud, afirmó, sigue vigente, por ejemplo, en los proyectos de reevangelización que no toleran otras alternativas de pensamiento.