Año 3 • No. 139 • mayo 10 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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Afirma Ricardo Pascoe Pierce
No genera la sociedad moderna
servicios básicos de seguridad social
Irma Villa
Actualmente existe una duda en los mexicanos acerca de la factibilidad de la nueva democracia como forma de gobierno, porque no atiende ni genera los servicios básicos de seguridad social que fue la gran virtud del viejo sistema, el cual procuraba, en la medida de sus posibilidades, una idea solidaria con la población, refirió Ricardo Pascoe Pierce, ex embajador de México en Cuba, al dictar la conferencia “La democracia como forma de gobierno”.

Dentro de la inauguración del primer ciclo Coloquios en la Democracia, organizado por Generación Ciudadana, Pascoe Pierce dijo que en México el transitar de una sociedad tradicional a una moderna generó una

Ricardo Pascoe Pierce.
incapacidad de gobernabilidad que no permite pactar los acuerdos necesarios para acordar, en la cámara de diputados, las medidas económicas y políticas que el país requiere: “No se trata de volver a una vieja forma de gobierno, pero sí de cuestionar y de plantear cuáles son los retos de esta nueva representación, la cual es aparentemente más abierta pero que al mismo tiempo genera la sensación social de que no resolvemos los grandes temas y conflictos del país”, aclaró Pascoe.

Sobre el papel de la democracia como forma de gobierno, señaló: “Si logramos no sólo descifrar sino también desmitificar o romper con nuestros propios estereotipos como país, creo que la transición política hacia una forma democrática nos planteará los elementos y los lineamientos de dos tipos de sociedad; una tradicional en vías de extinción y una sociedad moderna en vías de nacimiento”.

La sociedad tradicional –de los años 30 hasta mediados de la década de los 70– se distinguía por tener una economía regulada por el estado, cuya idea central era que éste tenía que proveer a la sociedad de una serie de seguridades. Esta sociedad mexicana, añadió el autor del libro En el filo, perduró durante mucho tiempo porque tenía un importante nivel de legitimidad y credibilidad, si no lo hubiera tenido y hubiera perdurado estaríamos hablando de una sociedad de tontos y no los somos, independientemente de que combinaba, como lo hace todo régimen, factores de concesión y represión.

Pero en la medida que crece en el mundo occidental la idea de la democracia como sistema obligatorio y especialmente la democracia representativa de Europa y de eua, crece en sociedades como la mexicana una nueva noción de economía y por lo tanto una nueva noción de individuo en la sociedad. Así empieza la llamada economía neoliberal.

Al insertarse la sociedad en la economía de mercado, las responsabilidades y las obligaciones históricas del estado cambian, éste deja de ser el proveedor de seguridad social y empieza a privatizar sus empresas, a perder su capacidad económica y, por lo tanto, su capacidad de proveer a la sociedad de servicios básicos, detalló el politólogo.

Al mismo tiempo y análogamente a ese proceso, el estado y la sociedad dejan de concebir al individuo como un sujeto colectivo para entenderlo como un sujeto individual y paulatinamente se transita a una sociedad mucho más individualista.

Por lo que, concluyó, no existe en México una cultura política de forjar alianzas, tenemos una cultura política entre la tradicional estatísta y la de pensamiento único, las cuales generan una modernidad democrática de la dispersión, donde cada cual defiende literalmente su terruño en términos políticos.

Sobre esta sociedad que no acaba de nacer, Pascoe aseguró que: “La gran interrogante es cómo combinar la idea de que la sociedad tiene que seguir siendo solidaria, y proveer redes de seguridad a los sectores más marginados de México”, y sentenció: “Si no somos capaces de plantear como sociedad estos dos grandes problemas, el progreso político real junto con la pérdida de la noción de lo solidario, entonces creo que entraremos en un curso de choque, el cual va a tener altísimos costos para la sociedad mexicana en su conjunto”.