Año 3 • No. 139 • mayo 10 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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Sonido en la computadora
Alejandro Rulfo Méndez
El sonido, como elemento de la vida real, es de naturaleza continua, no así en las computadoras, que trabajan con números, es decir, de forma discreta o digital. De esta forma, para poder almacenar sonido en las computadoras, hay que convertir esa onda en números, con el proceso conocido como “digitalización”, que básicamente es mirar, muestrear, “samplear”, muchas veces por segundo el estado de la onda de sonido en ese momento, y almacenar ese valor. Para reproducirlo, basta con activar las bocinas con el valor previamente grabado, y tendremos la sensación de sonido analógico.

El sonido digitalizado sin comprimir tiene tres parámetros que nos van a definir la calidad y el tamaño del archivo.

El primer parámetro es el número de canales que define la cantidad de diferentes ondas de sonido que se almacenan en un archivo. Generalmente, será necesario un solo canal para sonido monoaural, y dos canales para el estéreo. En el caso del DVD, por ejemplo, podemos llegar a tener seis u ocho canales en un archivo.

El siguiente parámetro que nos define un sonido digital es la frecuencia de muestreo, que nos indica el número de veces por segundo que se mira la amplitud o volumen de la onda. Este parámetro está directamente relacionado con la frecuencia máxima de audio que se puede grabar y reproducir; la ley de Shannon, dicta que la frecuencia máxima reproducible, será la mitad de la frecuencia de muestreo.

Así el oído humano no capta frecuencias superiores a 22 Khz, (hay oídos que sí captan más de eso, pero el promedio es es 22 kilohertzios) una frecuencia de muestreo de 44,100 Hz es suficiente para almacenar el sonido.

El último parámetro es la cantidad de bits dedicados a cada muestreo. Con este parámetro vamos a precisar la cantidad de niveles distintos de volumen con que podemos almacenar una muestra. Cuanto mayor sea esta cifra, tendremos mayor precisión de grabación, pues el valor muestreado se podrá acercar más al original. Con ocho bits, tenemos 256 niveles, lo que acaba siendo escaso. Actualmente se emplean 16 bits o más en este parámetro. Con 16 bits tenemos 65,536 diferentes niveles, lo que aporta mucha mayor precisión.

Existe un aspecto del sonido comprimido y que aparece directamente en la calidad del sonido reproducido: la cantidad de espacio que puede ocupar un segundo de sonido. Más conocido como bitrate. El objetivo del bitrate es proporcionar el mejor sonido empleando el menor espacio posible dentro de la computadora. Nos vamos a encontrar con dos métodos para emplear este bitrate.

Podemos emplear una cantidad fija de bits por segundo, lo que se conoce como bitrate constante, que presenta el problema de no tener en cuenta la complejidad de la onda, por lo que dedica el mismo número de bits a un silencio que a un sonido muy agudo. Por el contrario, el bitrate variable sí tiene en cuenta esta complejidad, lo que se traduce en mejor calidad del sonido al dedicar más espacio a los sonidos más complejos.

¿Para qué nos sirve saber esto? Para no “atascar” de información innecesaria el disco duro de nuestra computadora. Si podemos trabajar en ella al armar textos o navegar al mismo tiempo y queremos escuchar música almacenada, preferentemente debemos usar archivos ligeros y pequeños para que la máquina no se congele. Es decir, que aprovechemos al máximo la capacidad de esta poderosa herramienta que es la computadora.

Nos leemos en la siguiente Interfase. La dirección electrónica interfasegcr@hotmail.com está disponible en el ciberespacio para comentarios. Interfase Radio se transmite todos los días a las 11:30 y 20:00 horas. por la frecuencia universitaria de Radio UV, 1,550 de amplitud modulada.