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Todos somos africanos, judíos
o insectos monstruosos
Opinó Amirthanagayam sobre la migración
Jorge Vázquez Pacheco
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![](images/13-mayo-A.gif)
Indran
Amirthanagayam. |
La
visión de Indran Amirthanagayam en torno al sueño americano
resulta en un concepto un tanto ajeno al de los mojados mexicanos,
particularmente porque él mismo, hoy representante de la diplomacia
norteamericana, es un exiliado de la guerra civil en el país
asiático de Sri Lanka.
La consideración de Amirthanagayam (quien reconoce que nunca
escucha su nombre adecuadamente pronunciado) fue más una reflexión
poética que, sin embargo, no se aparta de una realidad imperante:
En la Unión Americana existe un gigantesco mosaico de
250 millones de habitantes, en el cual todos fueron inmigrantes alguna
vez, aunque reconoce que las |
condiciones
propias fueron menos crueles que las que deben sufrir quienes ingresan
ilegalmente desde el sur del río Bravo.
Esa trasmigración le hizo perder su idioma, pues ya no habla
el cingalés, pero a cambio he ganado el francés,
el inglés y el español, aclaró Amirthanagayam,
quien, además, reconoció que sólo en una ocasión
sufrió los efectos de la discriminación en eua, a diferencia
del abominable trato que recibió en Londres, Inglaterra, en
donde frecuentemente era anatematizado por su aspecto físico
que a muchos sugería un origen iraní o iraquí:
Fui víctima de un abuso social en Norteamérica
durante la crisis de rehenes, pero lo considero un hecho aislado que
de ninguna forma da la idea del trato general recibido, y agregó
que hay muy pocas culturas que han crecido sin la intervención
de los inmigrantes:
En el mundo somos todos africanos o judíos. La composición
genética de un esquimal y un sierraleonés es prácticamente
la misma. ¿Por qué vivimos con los ballets distintos
del Bolshoi, del tango de las colonias populares de Buenos Aires o
de la danza del Diablo de las indígenas de Sri Lanka? Cada
pueblo se relaciona a su manera con su divinidad, y sus tesoros son
distintos, desde el oro de Perú hasta el petróleo de
Arabia Saudita... claro que no quiero decir que solamente ésos
son los tesoros de aquellos países...
Amirthanagayam aseguró que el trance onírico de un sitar
le da a la persona que le escucha un mundo de la India, no el mundo
de Islandia ni el de Birmania: ¿Y qué hacemos
con tanta diversidad de voces? El migrante puede darnos una respuesta
racional, algo que sana en vez de destruir la herencia. ¿Cómo
agarrar este tema que se desliza de mis manos en varios idiomas? ¿Cómo
mantener en un solo espíritu las riquezas, aún de una
sola civilización? |
Debemos creer
en la posibilidad de trasladarnos
del mundo de héroes y grandes hecho otro mundo,
ríspido y absurdo, como aquel que despierta en el cuerpo
de un insecto monstruoso
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Érase
una vez es una ficción que todos necesitamos; debemos
creer en la posibilidad de trasladarnos del mundo de héroes
y grandes, hecho otro mundo, ríspido y absurdo, como aquél
que despierta en el cuerpo de un insecto monstruoso. Todos somos
africanos, judíos e insectos monstruosos...
Originario de aquella isla en 1960, Amirthanagayam arribó a
los eua en 1975, en donde su padre se desempeñaba como académico
y, como tal, pudo conseguir el permiso para la internación
de su familia que huía de las revueltas populares en la región
cingalesa. Es licenciado en Letras y posee título de maestría
en Periodismo por la Universidad de Columbia. A la fecha tiene editados
dos poemarios; uno de ellos recibió el Premio Patterson
en 1994 y el otro se intitula El infierno de los pájaros, con
prólogo de José Emilio Pacheco e ilustraciones de José
Luis Cuevas.
Miembro del servicio diplomático de los eua desde 1992, es
consejero regional asignado a las funciones de prensa y cultura en
el Consulado General de aquel país en la ciudad mexicana de
Monterrey.
La problemática de la inmigración a EUA fue abordada
por Amirthanagayam como parte del programa de actividades y conferencias
denominado La sociedad norteamericana multicultural, coordinado
y promocionado por la eee de la uv en el salón Azul de la Unidad
de Humanidades.
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