Durante el ciclo Facultad de Nutrición Libre de Tabaquismo, Edith Rodríguez, investigadora del Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana, dijo que la finalidad que tienen las instituciones de salud es prevenir la iniciación y formación de fumadores potenciales. Al referirse a la efectividad de las campañas de prevención o alerta de las tabacaleras, afirmó categórica que estas son realizadas con mucho dinero, pero que deberían ser las instituciones de salud las encargadas de lanzarlas.

Las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que cuatro millones de personas mueren anualmente a causa del tabaquismo. Rodríguez confía en que la batalla debe darse en el seno de la familia, lo cual significa educar a los padres, pues si ellos no fuman en casa difícilmente los niños se iniciarán en el hábito.

Hace referencia a niños porque de acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones la edad en la que se inician los fumadores es desde los 10 años, fenómeno que sucede por imitación o porque son precisamente los niños los encargados de adquirir los cigarros en las tiendas cercanas al hogar. Si cambiáramos, aseguró, esas conductas se evitarían muchas adicciones a temprana edad.

En el evento también participó Joaquín Rosas Garcés, miembro del Instituto de Investigaciones en Psicología y Educación de la UV, y dio a conocer, que de acuerdo con una encuesta mundial, el 40 por ciento de adolescentes entre 13 y 15 años ya tiene el hábito de fumar y es América del Sur la región en donde más se presenta este fenómeno.

De acuerdo con cifras dadas a conocer por la OMS el Día Mundial sin Tabaco, celebrado el 31 de mayo, las compañías tabacaleras generan anualmente 268 mil millones de dólares; sin embargo, este vicio cobra una vida cada ocho segundos convirtiéndose en una causa de muerte mucho más poderosa que el Sida, drogas, accidentes automovilísticos, asesinatos y suicidios juntos.