Año 4 • No. 148 • agosto 23 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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  Psicoanálisis y vida cotidiana
Ricardo Ortega Lagunes
(Miembro fundador de la Red Analítica Lacaniana)

El momento inaugural del descubrimiento del Inconsciente se marca en el año de 1893, cuando un médico vienés llamado Sigmund Freud publica sus Estudios sobre la Histeria. De ahí en adelante Freud desarrollará por más de 40 años lo que hoy conocemos como psicoanálisis.

Después de su muerte, ocurrida en 1939, la clínica y teoría psicoanalíticas han tenido eco en casi todo el mundo, pero particularmente en la sociedad occidental.

Debemos recordar que el psicoanálisis surge ante todo como una terapia contra el dolor psíquico, contra un sufrimiento que sin tener un origen físico u orgánico, se manifesta a través del síntoma histérico, por ejemplo: parálisis, repulsión, asco, ceguera, etc, síntomas que aparecen a los ojos de la medicina como inexplicables.

El psicoanálisis nace en un siglo en plena agonía: el XIX; vive durante todo el siglo XX y continua en los albores del siglo XXI. Es decir, han transcurrido poco más de 100 años -y cien años para una ciencia pueden ser pocos-, y lo extraordinario es que el psicoanálisis, sin ser precisamente una ciencia aún cuando tiene el rigor de la misma, subsiste y sus planteamientos siguen siendo vigentes y actuales.

Tiempos modernos en donde la ciencia y la tecnología han revolucionado nuestras vidas como nunca antes en la historia del hombre, época esta en la que la humanidad ha sido testigo de guerras, genocidios interminables, devastaciones ecológicas globales, aparición de nuevas enfermedades, proliferación de religiones, resurgimiento de conflictos raciales e interétnicos milenarios, en fin, conflictos que parecen confirmar que el hombre está destinado a vivir en medio del dolor y de un profundo malestar, ante esto el psicoanálisis tiene cosas que decir, o al menos, nos abre la posibilidad de preguntarnos y reflexionar sobre el por qué.

Sin llegar a dar respuestas, nos proponemos a partir del presente número hacer algunas reflexiones sobre temas relacionados con nuestra vida cotidiana desde una lectura psicoanalítica, en este espacio de UniVerso. Vale la pena mencionar que, si bien en los tiempos de Freud el discurso psicoanalítico se mantuvo al margen de cualquier forma de institución, en los tiempos actuales, estos prejuicios han disminuido y la universidad, como institución, en tanto sede del pensamiento universal, se ha tornado en suelo fértil para el psicoanálisis.

En lo que respecta a la Universidad Veracruzana ha sido digna hospitalaria del discurso psicoanalítico, ya que desde hace varios años en el interior de la misma se han impartido cursos y seminarios, así como, durante dos generaciones, la maestría en Teoría Psicoanalítica, lo que no ha implicado la formación de psicoanalistas, pues para ello se requiere de haberse analizado por lo menos dos años, así como de la supervisión de casos.

Muchas y diversas son las interrogantes que tenemos inquietud de abordar y reflexionar, entre ellas preguntarnos, por ejemplo, ¿es acaso el psicoanálisis exclusivamente una teoría sobre la sexualidad y los instintos? ¿Los complejos de Edipo y castración mantienen su vigencia universal? ¿Cuál es la diferencia fundamental del psicoanálisis con la psiquiatría, la psicología y las terapias convencionales? Freud estudio las neurosis, las perversiones y las psicosis como las tres grandes psicopatologías ¿Es posible la existencia de otras? ¿Puede haber en la vida cotidiana de los sujetos, algo que escape al campo de lo sexual? ¿El psicoanálisis puede considerarse como una nueva concepción del mundo o una filosofía? Preguntas complejas que dan pie para temas a desarrollar apoyándonos fundamentalmente en Freud y Lacan.
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