Año 4 • No. 148 • agosto 23 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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Cómo conservar tu empleo
Rosario Aguilar García

Hoy más que nunca es importante conservar el empleo. Para que lo logres, debes seguir algunas normas que te podrán ayudar a ser imprescindible, e incluso, a que logres un ascenso. Toma nota:

Aprende del mejor. Siempre encontrarás en el trabajo a un jefe o compañero del cual puedas enriquecerte profesionalmente para que realices eficientemente tu trabajo.

Atrae clientes. Para conservar el puesto, y a la empresa, es positivo que la des a conocer, incluso fuera de las horas de trabajo.

Ahorra dinero. Si economizas donde trabajas es un punto a tu favor, puedes empezar con el material de oficina y el consumo telefónico, por ejemplo.

El sueldo. En algunos lugares de trabajo es difícil y hasta conflictivo pedir un aumento de sueldo. Sin embargo, hay otras acciones que lo pueden compensar, entre ellas, puedes solicitar a tu jefe un curso de capacitación que beneficie a todo el personal.

Sé polifacético. Amplía tus conocimientos y especialízate en varias áreas porque ésta es una exigencia actual para todo trabajador.

Aprende computación. Hoy en día, en muchos empleos es necesario conocer aunque sea un poco de informática. Pero, ¿por qué no profundizar en el tema y aprender otros programas? Cuando hay una duda siempre se acude a consultar a quien más sabe, esa es una buena forma de hacerte notar.

Saber comunicarte. Hablar y escribir correctamente distingue de las demás personas. También es importante que cuides lo que expresas con tu cuerpo, tus actitudes y tus gestos.

Transmite vitalidad y tranquilidad. Siempre es más agradable trabajar con una persona que demuestra estas actitudes que con alguien que no tiene energía, se desespera o enoja.

Coincide con la filosofía de la empresa. Conoce las normas e ideologías de la empresa donde trabajas, estúdialas a fondo, asúmelas y respétalas pues así trabajarás mejor.

Participa en las reuniones de trabajo. Demuestra tu seguridad y no te quedes en un rincón; intervén pero sin hablar demasiado.
Vence la timidez y evita el nerviosismo.

Aprende a trabajar en equipo. Intégrate a tus compañeros de oficina pues hoy más que nunca, los trabajos se realizan en equipo.

Toma la iniciativa. Planea y mantente siempre dispuesto a cooperar, lo último que debes decirse es «Esto no me toca a mí».

Saber resolver errores. Cuando los cometas encuéntrales una rápida solución. Después, busca las causas que lo originaron para no que no lo vuelvas a hacer.

Estar al día. Es decir, lee periódicos, revistas y libros; mantente bien enterado sobre las actividades que ocurren a tu alrededor.

Cuida tu aspecto. Tu imagen es muy importante no sólo porque proyectas la de la empresa sino también porque si luces limpio y arreglado hablarás bien de ti.

Sé neutral. Tanto en tu forma de ser como en tus relaciones de trabajo, lo mejor es la discreción y la imparcialidad en todos los asuntos.

Mantén comunicación con tu jefe y compañeros. Intercambia impresiones con ellos, esto ayudará a que el trabajo se realice de mejor manera, pues contarás con información de los diferentes aspectos que intervienen en él.

No cabe duda que tener un empleo implica varios elementos que debes tener en cuenta para que tu trabajo se desarrolle de manera armónica y eficiente, tanto para la empresa como para ti mismo.

Así que, si eres de los afortunados que tienen empleo, no lo descuides, al contrario, actúa de forma que logres fortalecerlo.