Año 4 • No. 148 • agosto 23 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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Urge crear un buen sistema
de profesores: Julio Muñoz
Edith Escalón
Si no establecemos estructuras educativas adecuadas, nuestras universidades o la mayor parte de ellas quedarán condenadas a un permanente subdesarrollo científico y técnico, aseguró el académico e investigador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Julio Muñoz.

“Es verdad que nos estamos desarrollando, pero lo hacemos como subdesarrollados”, dijo el investigador universitario, quien fue premiado en 2003 por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) por su contribución a la educación superior.

Julio Muñoz aseguró que existe en México un vacío estructural que a la vez es obstáculo para que los esfuerzos pasados y presentes logren resultados óptimos: “ese vacío es la ausencia de posgrados dirigidos expresamente a la formación de docentes en ciencias”.

Explicó que los programas de posgrado vigentes están dirigidos a la formación de investigadores, sin embargo, con ellos no se ha logrado aumentar de manera suficiente la población de maestros científicos: “Es urgente e indispensable el crear un buen sistema de formación de profesores”.

Desde su perspectiva, el profesor universitario en ciencias debe tener algunas características distintas a las del investigador, para darles una formación ad hoc no sería necesario cambiar la orientación de los posgrados vigentes, sino aumentar su número y su calidad.

Para Julio Muñoz, la estrategia no estriba en formar maestros que cubran un amplio espectro del saber “del que sabrían casi nada”, sino en crear una especie de humanista científico que sepa lo suficiente para poder seguir el paso impetuoso del conocimiento que da la ciencia.

Además, su propuesta enfatiza la necesidad de que los educandos asimilen la forma en la que el conocimiento se construye, y que lo apliquen en su ejercicio profesional. “Lo esencial de la ciencia es su forma de pensar y de construir hipótesis, de conocer y de proponer soluciones”, dijo.

Respecto a un nuevo tipo de postgrado, comentó que ya se tuvo alguna experiencia cuando la Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas estableció y ejecutó un programa regional para la formación de profesores universitarios, “el programa tuvo éxito en las ocho sedes regionales, pero se vio truncado por el desinterés de las nuevas autoridades al cambiar el gobierno en 1988”, comentó.

Después de exponer con detalles este caso, aseguró que la incierta política gubernamental acerca de la ciencia, la tecnología y la educación superior, los vaivenes sexenales, los protagonismos, la ignorancia y la creciente y agobiadora escasez de recursos destinados a las universidades públicas, son obstáculos difíciles de superar.

A pesar de éstos, y de la poca experiencia que se tiene para trazar nuevos caminos que lleven a otros fines, aseguró que un “nuevo trazo universitario” podría iniciarse ya, y afirmó que “se hará camino al andar, un camino que deberá ser abierto por las propias universidades”.