Año 4 • No. 152 • septiembre 20 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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  En presencia de Marina Castaño viuda de Cela
Rinde UV homenaje póstumo a Camilo José Cela

Edgar Onofre

La UV rindió homenaje póstumo al Premio Nobel de Literatura, Camilo José Cela, probablemente el escritor español más importante desde Miguel de Cervantes, cuya prolífica obra enriqueció nuestra lengua, reanimó la literatura española e internacional y reunió en torno suyo la atención del mundo de las letras.

Con la presencia de Marina Castaño viuda de Cela, presidenta de la Fundación “Camilo José Cela”, y del gobernador, Miguel Alemán Velazco –integrante del Patronato de esta fundación y del Premio “Príncipe de Asturias”–, la comunidad universitaria, encabezada por el rector, Víctor Arredondo, rindió homenaje post mortem al autor de novelas fundamentales de la literatura escrita en español como La Familia de Pascual Duarte, Baraja de invenciones, Nuevas andanzas de Lazarillo de Tormes, La Colmena y Mrs. Caldwell habla con su hijo.

“Camilo José Cela es uno de los novelistas más importantes y consistentes de la novela española del siglo XX, un escritor que a pesar del éxito alcanzado con cada obra nunca dudó en poner en juego una nueva técnica novelística y que, como estratega de la narración y adelantado del estilo, puede figurar sin desdoro al lado de Cervantes, Quevedo, Mateo Alemán, Galdós, Valle-Inclán y Pío Baroja”, aseguró el especialista del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias (IILL) de la UV, Manuel Sol Tlachi.

Según explicó Marina Castaño, Cela jugó un papel fundamental en la recuperación de la obra de los talentos exiliados luego de la Guerra Civil española, cuando escritores de la talla de Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre, Emilio Prados, León Felipe, María Zambrano, Josep Carner y Max Aub, desde México, al igual que Rafael Alberti y Francisco Ayala, desde Argentina, o José Bergamín y Corpus Bargas, desde Francia, tuvieron en la afamada revista Papeles de Son Armadans un reencuentro con la patria.

A través de autores como éstos, Camilo José Cela pudo entrar en contacto con escritores mexicanos que empezaron a publicar en España y fue así como Octavio Paz y María Zambrano iniciaron una estrecha colaboración con el escritor español. La relación del Nobel con la nación mexicana quedó establecida en 1974 bajo las palabras “quiero que sepáis que México, este oasis de paz en un mundo de estúpida violencia, también está en la casa de nuestros corazones”.



El rector Víctor Arredondo, la maestra Estrella X. Dorantes, y el gobernador, Miguel Alemán Velazco, acompañan a Marina Castaño Vda. de Cela.

Cela regresaría a México en 1980 para participar en distintos coloquios al lado de quien Castaño llamó “su vecino de Nobel”, Octavio Paz, pues el escritor español recibió la más alta distinción de las letras mundiales en 1989 y el mexicano en 1990. Durante su última visita a nuestro país, en 1997, explicó, Cela convocó a la defensa de nuestra lengua común, a la que consideraba “una herramienta primordial, insustituible por ninguna otra y necesaria para darnos sentido y presencia y abrir las más amplias perspectivas a nuestros anhelos”.
Tanto Castaño como Sol Tlachi coincidieron en destacar las palabras que Cela pronunció el día en que inauguró la fundación que lleva su nombre: “Considero mi deber la devolución a mi país de todo lo mucho que me dio. Entiendo la función social de la propiedad y creo en las bibliotecas, en las aulas y en la cultura, ese motor de los pueblos que separa la prosperidad de la miseria”.

Un año antes de incorporarse a la Real Academia Española de la Lengua, en 1956, Camilo José Cela creó y dirigió una de las publicaciones fundamentales para la literatura escrita en lengua española, Papeles de Son Armadans, donde acogió y a partir de la que despegaron conocidas firmas del extranjero y españolas y en la que las lenguas de la periferia maldita, que Cela consideraba tan españolas como el castellano, también hallaron refugio, pluralidad de ideas y pluralidad lingüística.

Destacan lazos entre la UV y la Fundación Cela

La UV y la Fundación “Camilo José Cela” han establecido nexos para la colaboración en materia de intercambio cultural y académico, junto con la Universidad de Santiago de Compostela, en España, destacó el investigador Manuel Sol Tlachi.

A decir de su presidenta, Marina Castaño viuda de Cela, la Fundación Cela (www.fundacioncela.com) ofrece, en Iria Flavia, A Coruña, España, ciudad natal del escritor, los borradores y manuscritos del total de la obra de Cela, tesis doctorales, monografías y libros de crítica dedicados al legado del autor, además de cientos de títulos, condecoraciones y premios (entre los que destacan el Nobel, el Cervantes y el Príncipe de Asturias), pinturas, objetos de arte y todo aquello que refleja la influencia de Cela en la cultura y la sociedad de su época.

La Fundación resguarda poco más de 500 cuadros originales de los grandes autores del arte contemporáneo como Picasso y Miró, entre muchos otros, y objetos de colección que atestiguan sus vínculos estrechos con otros grandes de la literatura universal como Ernest Hemingway, John Dos Passos o Joseph Pla.
Además del museo ferrocarrilero John Trulock, la sede de la Fundación resguarda un epistolario de más de nueve mil ejemplares que incluye a todos los protagonistas de la vida cultural española y extranjera de la segunda mitad del siglo XX, más de 40 mil volúmenes en su biblioteca, 13 colecciones permanentes y una hemeroteca con más de mil 200 ejemplares de periódicos y revistas donde los estudiosos de Cela y la literatura española en general pueden abocarse a la investigación de su herencia cultural.

En tanto, Ana Mari Gomís, académica de la unam, dijo que a Camilo José Cela le persiguió siempre el paradójico éxito de “ser la cabeza más destacada a lo largo de más de medio siglo, añadiéndole a su esfuerzo el de resultar para algunos, incluso para quienes se decían amigos o hijos literarios, desconcertante o molesto en ocasiones”. Finalmente, aseguró que, el premio Nobel de Literatura (1989), por su extensión y profundidad de su obra Cela en caja en la denominación de “Continente y Océano”.

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