Año 4 • No. 157 • octubre 25 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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Bellatín, Rivera Garza y Enrigue debaten
El oficio de escritor
Edgar Onofre

Los escritores mexicanos Mario Bellatín, Cristina Rivera Garza y Álvaro Enrigue, tres de los más sobresalientes escritores nacidos en la década de los sesenta y considerados ya por la crítica literaria como herederos de los grandes autores de las letras nacionales, debatieron el oficio de escritor el pasado viernes en el auditorio de la ex Unidad de Humanidades de la UV.

Bellatín se ha constituido acaso como el más polémico de los creadores de esta generación debido a la propuesta estética de sus textos, que privilegia los silencios como una herramienta de intensidad narrativa, y por el contenido pleno de erotismo, dolor y fe de sus libros. Al respecto, el escritor mexicano Juan Villoro ha dicho que Bellatín consigue la máxima intensidad con los mínimos recursos y ha destacado el rechazo del autor de Salón de Belleza por la escritura estridente.

Entre sus títulos más recientes, destacan El jardín de la señora Murakami (Lima, 2001), Shiki Nagaoka: Una nariz de ficción (Barcelona, 2001) y La escuela del dolor humano de Sechuán (México, 2001), todos con un íntimo contacto con la cultura japonesa. En este sentido, cabe destacar que la crítica se ha fragmentado en torno a la obra de este escritor crecido en Perú.

Mario Bellatín ha conquistado el Premio “Xavier Villaurrutia” por su novela Flores y ha figurado entre los finalistas del Premio Médicis del gobierno francés a la mejor novela extranjera. Su obra ha sido traducida al alemán, inglés y francés y ha aparecido en varias antologías, además de que es estudiada en diversas universidades de los Estados Unidos y ha sido motivo de tesis en ese país, América Latina y España. Actualmente, dirige la Escuela Dinámica de Escritores en el Distrito Federal.

Por su parte, Álvaro Enrigue (México, 1969) ha publicado la novela La muerte de un instalador, la cual ganó en México el Premio “Joaquín Mortiz” 1996, y el libro de relatos Virtudes capitales, además de varios cuentos en distintas publicaciones periódicas y en las antologías Dispersión multitudinaria, Una ciudad mejor que ésta, Se habla español, y El cementerio de sillas. Enrigue se ha desempeñado como profesor en el Departamento de Letras de la Universidad Iberoamericana y actualmente enseña composición y traducción en la Universidad de Maryland, en los EU.

Por lo que toca a Cristina Rivera Garza (Matamoros, 1964) es autora de los libros de relatos La guerra no importa (Premio Nacional de Cuento en 1987) y Ningún reloj cuenta esto (2002), del libro de poemas La más mía (1998), y de las novelas Desconocer (finalista del Premio “Juan Rulfo” en 1994), Nadie me verá llorar (Premio Nacional de Novela y premio IMPAC-Conarte-ITESM), Cruzar el Atlántico con los ojos vendados (2001) y La cresta de Ilión (Premio “Sor Juana Inés de la Cruz”).

Rivera Garza es doctora en Historia Latinoamericana por la Universidad de Houston y se ha desempeñado como profesora en varias universidades estadounidenses, además de que desde 1997 imparte clases de historia mexicana en San Diego State University.

La crítica ha considerado que su obra es de carácter transgenérico e interdisciplinaria, y además de que ha sido escrita en dos idiomas, castellano e inglés, ha obtenido seis de los premios literarios más reconocidos de su país.