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Al
artista, al amigo y al padre |
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Recuerdo
las noches en que mi padre me tomaba de la mano y caminábamos,
siendo yo una niña, observando al cielo y sus estrellas fugaces;
amaba la naturaleza, amaba a su jardín tanto como amaba caminar
descalzo por la arena.
Lo recuerdo sentado en cuclillas, sentado frente a un gran lienzo
a punto de ser explorado, en él observaba un mundo plagado
de paisajes prontos a ser transformados en historias llenas de vívidos
colores y valientes texturas. Hombre de corazón gigante y
palabras certeras.
Yo recuerdo al padre y muchos recordarán al amigo, pero todos
recordaremos al hombre fiel amante de la música y la pintura.
Ese intenso amor por la vida lo llevó a emprender constantes
proyectos con un fin común: la lucha por la vida cultural
de su comunidad, fomentando la educación artística
en los jóvenes; alimentando siempre el espíritu de
conocimiento y el amor por el arte.
Hoy ya no está mi padre, pero ya se ha encargado de enseñarnos
la constante adivinación y reinvención de la vida,
ahora nos toca a nosotros vivirla. Por esto y por toda una vida
de recuerdos, hoy podemos imaginarte sonriendo apuntando al cielo
con las puntas de tu bigote y podemos reír contigo. MAS...
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