|
|
En
el XIII Foro Anual de Antropología en Humanidades
Cuestionan estudiantes trato médico
a parturientas y erotismo en jóvenes
Dunia Salas Rivera |
La concepción del embarazo como un estado patológico
al final del cual sólo resta «aliviarse» y el enajenamiento
total del propio cuerpo, que es entregado de manera absoluta e incuestionable
a la autoridad médica, fueron los dos cuestionamientos que
planteó María Concepción Chamorro al participar
en el XIII Foro Anual de Antropología “Docencia, investigación,
extensión, difusión y vinculación”.
Según la línea de investigación, Cuerpo y Sexualidad,
que sigue la estudiante de la Facultad de Antropología, es
desde esa autoridad donde se ejerce una violencia simbólica
que se encarga de mantener a las mujeres en la ignorancia, y aclaró:
“Mi ejercicio como terapeuta me ha demostrado que la impronta
que el bebé experimenta en su crecimiento uterino y posterior
llegada a la vida es directamente proporcional a su desenvolvimiento
como individuo, buen desarrollo y salud”.
Como un vehículo propio de la experiencia y como el papel en
el cual se escribe la historia y la cultura definió María
Concepción al cuerpo, por lo tanto “una institución
que contempla el alumbrar como un proceso rutinario, donde las criaturas
llegan al mundo anestesiadas, son separadas de inmediato de la fuente
de calor y nutrición que es la madre, y sometidas a unas rutinas
seriadas, como de fábrica”, aseguró, crea frustración,
sufrimiento y confusión, condiciones idóneas para el
ejercicio del poder.
Dos cuestionamientos propuso María Concepción para abordar
en su ejercicio investigativo. Uno es “desde cuándo elegimos
entregar nuestro cuerpo, intuición y autoconocimiento”,
y el otro “plantear cuáles son las alternativas humanizantes
y autorreguladoras”.
Por su parte, Ana Velia Cruz Guzmán, dentro de la misma línea
de investigación, y con su trabajo “Erotismo entre las
jóvenes yatis zapotecas” tiene como objetivos rescatar
la vida erótica de las jóvenes zapotecas yatis, contribuir
con un estudio sobre el olfato a la antropología sensorial,
promover entre la gente una visión menos coloquial del erotismo,
encontrar bases que puedan romper con ciertos paradigmas sobre los
sentidos y aportar argumentos para el (re) conocimiento de la identidad
juvenil de las zapotecas yatis.
Por ello, la joven del cuarto bloque de Antropología Histórica
cuestionó cómo viven y descubren la realidad las jóvenes
zapotecas yatis a través de los sentidos y su orden de importancia,
además de si hay y cuáles son elementos identitarios
en la manera en que estas jóvenes viven su realidad erótica,
hasta dónde llega su apertura erótica.
Además de preguntar y preguntarse dónde acaba lo público
y comienza lo privado con relación al erotismo, cuál
es el papel erótico del olfato para las jóvenes zapotecas,
si existen aromas que se relacionen con la sensualidad, entre otros.
Ana Velia confió que su experiencia en esta investigación
la realizó desde su “identidad como zapoteca del Istmo
de Tehuantepec y, específicamente, como zapoteca yati”. |
|
|
|
|
|
|
|