Año 5 • No. 161 • noviembre 29 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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Propone Castañeda sacar de la SEP las universidades y unirlas a Conacyt
Edgar Onofre

El ex Canciller mexicano y actual candidato independiente a la presidencia de la República, Jorge Castañeda, propuso sacar la subsecretaría de Educación Superior e Investigación Científica de la estructura de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y crear junto con el Conacyt una nueva dependencia federal que pueda buscar un mayor presupuesto en la materia y coordinar con mayor soltura a las universidades públicas y privadas del país.

Durante la conferencia que sostuvo con estudiantes, principalmente, de la UV en la USBI-Xalapa, Castañeda aseguró que, de esta manera, la nueva dependencia podría establecer políticas para la educación superior que permitieran un diálogo entre la universidad mexicana y la economía del país, así como potenciar los esfuerzos realizados para el otorgamiento de becas y el desarrollo de la investigación básica y aplicada, entre otros temas.

Jorge Castañeda

A propósito de la privatización de la universidad, advirtió que ésta no viene, sino que ya llegó, pues uno de cada tres universitarios del país cursa sus estudios en la iniciativa privada.

Castañeda advirtió que existe un desfase importante entre la economía nacional e internacional y la oferta académica en las universidades, lo que se refleja en el hecho de que siete de cada 10 universitarios laboran en un campo distinto al que estudiaron. Al respecto, explicó que es necesario implantar un esquema coherente de planificación a 15 años que fomente la oferta de carreras que la economía demanda, sin que esto signifique la desaparición de las carreras convencionales.

Además, destacó que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es de carácter aspiracional, pues los derechos a la vivienda, el trabajo y la salud, por citar algunos, que ésta determina no son aplicables en México. En este sentido, aseguró que existe un abismo entre las leyes escritas del país y las que imponen la vida cotidiana. Las leyes que tenemos, dijo, fueron concesiones hechas por los constituyentes y que no se respetan, por lo que aseguró que es necesaria una revisión a por lo menos una parte de la Constitución.

También se refirió a los altos índices de pobreza y desigualdad que privan en el país y aseguró que ambos son “una vergüenza para el país”, aunque advirtió que es preciso entender que son cosas distintas. Estimó que hay condiciones en el país para aliviar en importante medida los índices de pobreza en dos sexenios, pero advirtió que la desigualdad es reproducida desde la educación básica y está manifiesta desde los abismos salariales que existen en los empleos. Al respecto, consideró que una alternativa sería reducir la desigualdad patrimonial entre los mexicanos, pues procurar que más personas posean tierras, viviendas o negocios es más factible e importante que corregir la desigualdad salarial.

Con respecto de la pugna que existe entre los esquemas de la economía de mercado y la economía de Estado, Castañeda aseguró que incluso dirigentes nacionales que son emblemas de la izquierda internacional, como el presidente brasileño Lula Da Silva y el dirigente sudafricano Nelson Mandela, han terminado por aceptar los esquemas económicos internacionales y, en este sentido, advirtió: “Nadie puede estar fuera de este esquema; quien les diga eso, les está tomando el pelo”.

Asimismo, y alrededor de su candidatura a la presidencia de la República, misma que todavía espera el fallo del tribunal de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación acerca de la confrontación que existe en materia de candidatos ciudadanos entre la Constitución y el Código Federal de Procedimientos Electorales (Cofipe), Castañeda aseguró que tiene más posibilidades de ganar presentándose como candidato ciudadano, pues aseguró que «la gente está harta de los partidos políticos».

Castañeda advirtió que sus objetivos de campaña están puestos en cierta parte de la población y estimó que podría llegar a enero de 2006 con una intención de voto cercana al 13 por ciento y estimó que esta podría llegar a más del 20 por ciento luego de los debates presidenciales que podrían llevarse a cabo.