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LOS
VIRUS INFORMÁTICOS
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Edgar
Onofre |
La
Universidad Veracruzana (UV) coordina la región sur-sureste
de la Red Nacional de Seguridad en Cómputo, que la Asociación
Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior
(ANUIES), en colaboración con la UNAM, echó a andar
hace poco menos de un año y que busca establecer políticas
para la atención de contingencias y la operación de
redes de forma segura en las universidades del país, informó
el director de Servicios de Red e Infraestructura Tecnológica,
Gustavo Balderas Rosas.
Desde la UV, en colaboración con la Universidad Autónoma
de Yucatán (UADY), esta red buscará, además,
fomentar en la región el intercambio de experiencias en la
materia por parte de los expertos universitarios de México
y hacer frente al creciente problema de la infección por virus
electrónicos que, tan sólo en nuestro país, afecta
al 44.37 por ciento de las computadoras personales.
El especialista de la UV dijo que ésta ha tenido algunos problemas
de virus que, por fortuna, no han frenado la operación diaria
de la universidad. “En los 365 días de 2004, apenas dos
hemos tenido algunos problemas importantes por afectación de
virus en la red universitaria. Calculo que en la UV podemos tener
100 máquinas con virus en un universo de más de ocho
mil equipos, pero todos han sido eventos que fueron controlados”.
Dijo que en México existe uno de los centros de atención
de emergencias llamados CERT (Community Emergency Response Team,
por sus siglas en inglés) coordinado por la UNAM, y en el que
participa activamente la UV, cuya función es detectar incidentes
de virus, reportarlos y ayudar a solucionarlos con la idea de que
su impacto sea el menor posible para los usuarios. Prácticamente
todas las universidades importantes del país cuentan con esquemas
serios de seguridad en sus redes, que cuestan mucho dinero; “creo
que podemos estar satisfechos en cuanto al desarrollo de una conciencia
de la seguridad”.
Los cuerpos de seguridad en cómputo del mundo han crecido de
manera tal que existe una asociación internacional en Washington,
que coordina y apoya los esfuerzos de las empresas privadas que se
dedican a producir antivirus. “Es tan grave el problema y puede
afectar de tal manera a los usuarios, que las empresas han decidido
aliarse. Cuando una de ellas descubre un virus, tiene la obligación
de informárselo a esta agencia y a su competencia para que
todos traten de encontrar la solución más rápida
posible. La empresa que tiene la fortuna o infortunio de detectar
un virus, tiene una ventaja de 24 a 48 horas para empezar a generar
la solución, pero después de este plazo todas las demás
deben estar enteradas y hacen trabajos conjuntos, incluso, para llegar
a una solución”.
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Sintomatología
del virus |
Como en las enfermedades humanas, existen equipos que pueden
estar infectados y no mostrar síntomas de enfermedad.
Algunos virus, para reproducirse mejor sin que puedan ser
detectados, tienen un periodo llamado de incubación,
donde no generan síntomas, pero están reproduciéndose
y reenviándose a través de la red a otras máquinas
que estén desprotegidas. Después de la incubación,
es cuando se pueden notar algunos síntomas.
“Uno de los últimos virus ocasionaba que la máquina
se apagara cada 10 ó 15 minutos y la gente simplemente
no podía trabajar. Puedes detectar que la máquina
se vuelve lenta porque el virus, al ser un programa que se
está activando y que está mandando información
a muchos lados, le resta recursos a tu computadora, la máquina
trabaja el doble o el triple y por eso se vuelve lenta.
”A veces puede ser demasiado tarde y ves que te faltan
archivos o que están corrompidos. Hace años,
por ejemplo, un virus hacía que los archivos se volvieran
gordos, llegaba el momento en que se acababa el espacio en
disco. Los síntomas pueden ser distintos, pero en todos
se notan condiciones anormales de funcionamiento”. |
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Casi
45 por ciento de las máquinas en México, infectadas
por virus
El 44. 37 por ciento de las PC en el país están infectadas
por alguno de los virus informáticos conocidos hasta el momento,
según registra el Observatorio Mundial de Virus que opera
la empresa española Panda. Según esa misma
fuente, en tan sólo un año, la infección de
los equipos personales de cómputo en nuestro país
creció de poco más del 10 por ciento en enero de 2004
hasta el nivel registrado durante lo que va de enero de este año.
El virus denominado Downloader.GK –un programa de
los denominados troyanos que descarga e instala un programa espía
(spyware) y otro de los llamados adware, que puede
ser utilizado a cambio de visualizar mensajes publicitarios durante
su uso sin el consentimiento del usuario– es no sólo
el más expandido de nuestro país con casi el nueve
por ciento de máquinas infectadas, sino también el
más extendido del mundo desde su aparición en junio
de 2004.
Otros virus de un alto índice de expansión en nuestro
país son el Sdbot.ftp (uno de los denominados gusanos
que afecta al 2.48 por ciento de equipos en el mundo), el Netsky.P
(otro gusano que afecta al 2.29 por ciento), y el Mhtredir.gen
(un troyano presente en 1.53 por ciento de los equipos).
Sin embargo, de acuerdo con el director de Servicios de Red e Infraestructura
Tecnológica en la UV, aunque es difícil determinar
el número de equipos y sitios de Internet que en México
operan, es posible hablar del desarrollo de una cultura de seguridad
informática en nuestro país. En esta tarea, según
comentó, destacan los esfuerzos de instituciones públicas
como la propia UV y la UNAM por formar un frente de expertos universitarios
en materia de seguridad en cómputo y por difundir en todos
los niveles la información que permite evitar la contaminación
por virus.
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Ciberbestiario |
De entre la fauna que puebla el mundo viral
de la informática, algunos de sus ejemplares más
conocidos resultan:
Los troyanos: virus o programas
que hacen cosas diferentes a las que dicen hacer o adicionales
a las que dicen hacer, de la misma manera en que el mítico
Caballo de Troya se suponía era un regalo y resultó
un arma de invasión. En condiciones normales, son introducidos
por el usuario al equipo. Pueden funcionar como backdoor
(puerta trasera) que permite, de manera remota, ejecutar
programas y enviar mensajes.
Los gusanos: similares
a los troyanos. En tanto que un virus es un programa que se
instala, un gusano es un programa que busca un hueco, una
vulnerabilidad, un puerto que no esté debidamente protegido
y a través de éste penetra, de la misma manera
que un gusano entra en una fruta. Sin embargo, los virus se
han mezclado entre ellos y ahora la mayoría de nuevos
virus conjuntan varias de sus características, de modo
que ahora se llaman ataques combinados.
Los ataques combinados: pertenecen
a una especie de híbridos, son los más dañinos
y los que más facilidad de penetración tienen.
A esta especie perteneció el popular Código
rojo que atacaba servidores Web y generaba tal cantidad
de tráfico que el servidor dejaba de operar. Cuando
vemos que un programa se instala por sí solo en una
máquina, se explican las noticias que informan que
en tres días uno de ellos contaminó cuatro millones
de computadoras. Con todo, la vacuna para los virus más
dañinos aparece por lo regular entre 24 y 96 horas
después de detectados, aunque existen virus que llevan
cuatro o cinco años en circulación y no han
sido erradicados. |
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Nociones
elementales
De acuerdo con Balderas, “un virus es un programa que alguien
elabora y que ejecuta alguna función dentro de nuestra computadora
que no es deseable. Se le empezó a llamar virus por la similitud
con los virus humanos, pero el concepto llegó a causar tal
confusión que la gente pensó que se podía contagiar
de alguna enfermedad acercándose a las computadoras”.
Sin embargo, el símil es pertinente: “Un virus que
ataca al organismo humano es un agente externo que se introduce
en el organismo, se reproduce y se distribuye a otros humanos”.
“El equivalente informático es un programa que de algún
modo –y eso hay que precisarlo, pues no hay modos mágicos–
logra penetrar en nuestra computadora, empieza a reproducirse, copiarse
hacia otros archivos de nuestra computadora y contagia a otras computadoras
y que, además, así como nosotros nos empezamos a sentir
con fiebre y algunos otros síntomas que delatan alguna enfermedad,
presenta una sintomatología que advierte una disfunción
en el equipo. Por ejemplo, uno de los últimos virus que salió
apagaba la máquina, estabas trabajando y anunciaba que el
equipo se iba a apagar y lo hacía”.
Sin embargo, aunque existen excepciones, el especialista de la UV
advirtió que con mucha frecuencia es el usuario quien introduce
el virus en los equipos. “Al principio, las redes no estaba
muy extendidas y la forma más fácil de contagio era
a través de los disquetes. Ahora, la forma más fácil
de infectarse es a través de Internet. Una de las
formas más comunes es que el virus llegue dentro de un archivo
anexo –decimos ahora atachado en un pochismo tremendo que
deriva de attachment– al correo electrónico. Pero si
no abres los archivos, no se contamina la máquina. La máquina
se contamina sobre todo cuando éstos son ejecutables, a los
que podemos distinguir cuando el nombre del archivo termina en punto
exe (.exe por executable)”.
Otra forma común de contagio es a través de la descarga
de archivos desde Internet. Por ejemplo, mucha gente descarga
el software Kazaa, que sirve para intercambio de música.
Este programa se comporta como virus porque además de que
permite bajar y escuchar música, cada máquina donde
se instala se convierte en un servidor y, aunque el usuario no lo
sepa, se comparten archivos de cada máquina con los de cualquier
otra. El usuario nunca instaló un servidor de música,
sino que el programa tiene funciones que no dice tenerlas. Por eso
podemos considerarlo incluso como un troyano.
Sin embargo, no siempre es el usuario quien introduce al virus en
su equipo: “Hay virus que atacan a las máquina aprovechando
sus propios esquemas de comunicación. Para que una máquina
pueda enviar y recibir mensajes a través de Internet,
tiene que tener mecanismo para enviar y recibir información
a través de puertos. Pero como cualquier puerto o cualquier
puerta, si no está bien asegurado, alguien puede entrar sin
permiso y meterse hasta la cocina.
”Nuestro sistemas operativos tienen puertas para entrar y
salir, para comunicarse y recibir y enviar información, pero
a veces no están bien programados, tienen vulnerabilidades.
Eso es un error de diseño de los que producen sistemas operativos
y no es culpa del usuario. Lo que sí es un error, es no actualizar
sus sistema operativo o no instalar los parches, que son programas
que ayudan a corregir esos errores y que el productor del sistema
operativo detecta y los distribuye para corregir el error de diseño
que tenía el sistema operativo”
Balderas también dijo que la navegación por Internet
debe ser entendida como potencial foco de infección:
“Cuando navega en la Web, cada vez que el usuario
hace clic en una opción de una página, en una liga,
lo que ocurre es que ejecuta un programa que debería ejecutarse
en el servidor donde está la página Web,
pero a veces también hay los que se ejecutan en nuestras
computadoras y, con ello, ejecutan lo que se conoce como código
malicioso”.
Cuando el usuario navega en Internet, por páginas
de no muy buena reputación (que no necesariamente se refieren
al entretenimiento tres equis), como las de hackers que
ofrecen software gratuito u ofrecen información
de forma poco seria, se puede ejecutar lo que se llama código
malicioso. Cuando se ejecutan los programas necesarios para ver
lo que ofrece una página, algunos de éstos ejecutan
en las computadoras tareas no permitidas o que van a causar daño.
El código malicioso puede ejecutarse en una oferta, un video
o un archivo de audio que puede interesar a cualquier persona fácilmente.
Por eso es recomendable navegar en páginas serias, como algunas
de las empresas más conocidas o portales de comunicación.
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Mitos
y leyendas urbanas
Acerca de los virus, llegó a decirse que éstos
eran capaces de dañar físicamente una computadora.
Aunque esto es totalmente falso, el daño que un virus
puede causar es importante, al grado que, según explicó
Balderas, es medido en categorías que van del uno al
cinco. El rango al que pertenecen es determinado por el número
de países donde circula y el daño que ocasiona.
Con todo, no existe un virus que haya quemado una pieza o
incendiado una computadora.
Otro de los mitos generados en torno al tema de los virus
es el que tiene que ver con los protagonistas de lo que se
ha dado en llamar guerra informática. En los medios
de comunicación, sobre todo, hackers y crackers
tienen los principales créditos en lo que a virus
se refiere e incluso existe cierta tendencia a considerarlos
una suerte de Robin Hood del mundo informático.
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Al respecto, Gustavo Balderas aseguró que “los
hackers defienden su posición y dicen que
no son otra cosa que expertos informáticos con amplios
conocimientos en materia de seguridad en sistemas operativos,
pues los malos son los crackers”.
“En esta gama de expertos informáticos, se clasifican
entre ellos, llegan a pelearse, y hay alguno que han sido
útiles a las empresas informáticas, de software,
de antivirus, porque tratan de encontrar las debilidades,
las vulnerabilidades en los sistemas operativos y, sin hacerle
daño a las máquinas, los publican. Así
Microsoft puede saber que cierto hacker
encontró una vulnerabilidad en Windows y verificarlo.
”Pero la información es de carácter público,
otros pueden tomarla y generar un virus que ataque esa vulnerabilidad.
Es una comunidad poco formal que aprovecha el Internet
al máximo para comunicarse. Ellos dicen que hay buenos
y malos, pero al final se trata de gente muy capaz, que pertenecen
a diferentes tribus y responden a diferentes nombres”.
Sin embargo, para el especialista de la UV, la continua presencia
de estos temas en los medios de difusión, y en general
en las comunidades que utilizan en sus tareas la informática,
implica, al mismo tiempo, aspectos negativos y positivos:
“En el sentido positivo es importante que los usuarios
estén informados, son tantas las actividades del ser
humano donde se usan las computadoras que es necesario darlos
a conocer, de la misma manera que con las enfermedades. Si
no damos a conocer una epidemia es peor, porque estamos ocultando
al público la información y no sabe si puede
contagiarse y no alcanza a ver la magnitud de los problemas.
Que la información se difunda es bueno porque la gente
aprende y puede tomar previsiones o buscar ayuda para resolverlo”.
“Pero en los aspectos negativos yo diría que
la publicidad que reciben en los medios la gente que elabora
los virus puede ser contraproducente. Muchos de ellos tienen
un cierto grado de inadaptación social o malicia y,
de alguna manera, la publicidad los fomenta a seguir generándolos.
La publicidad los hace famosos. Sin embargo, creo que el hecho
de que los usuarios estén informados es más
positivo que negativo, sobre todo porque ya hay computadoras
en todos los lados y se usan para mil cosas”, explicó.
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