Año 5 • No. 166 • enero 31 de 2005
Xalapa • Veracruz • México
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  Exitoso inicio de la serie
Jueves alrededor del jazz

Jorge Vázquez Pacheco
Desde Thelonious Monk hasta Mario Ruiz Armengol, y de Kenny Barron a Carlos Gardel, la noche del jueves 20 fue para el jazz de Edgar. Y no sólo por este pianista cordobés. Las aportaciones de un instintivo Aleph Castañeda en el bajo eléctrico y el contrabajo; del talento propio del baterista Daniel Ávila y la experiencia vasta del negrito Miguel Cruz, conformaron una jornada de resultados más que satisfactorios.

El entusiasta Manuel Zepeda selló, desde el inicio mismo de la audición, el derrotero de la serie Jueves alrededor del jazz: “Esto se acabará hasta que se acabe el mundo”. Vino después la música, y el efecto sonoro permitió el repaso hacia la creatividad de los compositores mencionados, así como de las composiciones de Edgar Dorantes impresas en el disco He’s coming, inspirado en el natalicio de su primogénito.

Edgar tuvo el buen cuidado de entablar la comunicación con el público: “Esto que viene a continuación es de un músico que admiro mucho”, “esto es un estándar”, “ésta nos las enseñó Miguel”, y por allí se fue una audición que culminó con la sorprendente manera de hacer oír El día que me quieras del tanguero argentino Carlos Gardel.

Después de abordar la tonada de Gardel mediante una rítmica casi galopante, los ejecutantes se entregaron a las variaciones que dieron margen a la creatividad personal, aunque sin alejarse demasiado de los contornos armónicos y melódicos. Así, El día que me quieras fue despojado momentáneamente del aire cursi y configuración de trama telenovelesca que le han impreso los cantantillos de moda, para convertirse en la mejor ejemplificación de que el jazz lo es todo y todo es susceptible de ser trasladado al jazz. ¿O alguien puede encajonar a Gardel como jazzista?

Creatividad pura, aderezada con los compases abiertos para la improvisación, que es la esencia de esta música. Y la gente, feliz.

Es de verdad sorprendente observar cómo cuatro músicos logran una casi absoluta empatía en el desempeño de una actividad que les exige inspiración, disciplina, musicalidad al por mayor y cariño hacia lo que hacen.

Los resultados quedan allí, como un verdadero reto para los que vienen; para los que están programados en los jueves subsiguientes. Los comentarios fueron por demás expresivos. “Edgar y sus cuates dejaron la vara muy alta; va a estar difícil brincarla”; “nos dejaron bien adornadote el pastel. ¿Qué nos queda ahora? Ponerle la cereza o, de perdida, adornarlo otro poquito...”

Gilberto Velázquez, saxofonista e integrante del Ensamble de Jazz de la Orquesta Universitaria de Música Popular, supone que esto será benéfico. “Tendremos que poner mucho cuidado en lo que haremos. Los resultados de la audición de Edgar Dorantes Trío no implican otra cosa que la necesidad de superarnos y presentar lo mejor que sabemos hacer. No habrá lugar para las cosas hechas a medias”
Por lo pronto, para el jueves 27 se anuncia al grupo Ronda Jazz, en el que intervienen tres notorios intérpretes de la guitarra: Alci Rebolledo, Humberto León y Emiliano Marentes, a quienes se sumarán algunos percusionistas invitados.

Por su lado, Alci observa esto con tranquilidad. No sólo es importante mostrar lo que se traen como artistas. También es importante que el jazz cuente con su propia temporada regular y con una sede permanente. Y más significativo aún: que esto sea en Xalapa, la ciudad que es el manantial del talento mexicano en estos renglones. “Si no comenzamos nosotros ¿quienes lo van a hacer?”