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Exitoso
inicio de la serie
Jueves alrededor del jazz
Jorge Vázquez Pacheco |
Desde
Thelonious Monk hasta Mario Ruiz Armengol, y de Kenny Barron a Carlos
Gardel, la noche del jueves 20 fue para el jazz de Edgar. Y no sólo
por este pianista cordobés. Las aportaciones de un instintivo
Aleph Castañeda en el bajo eléctrico y el contrabajo;
del talento propio del baterista Daniel Ávila y la experiencia
vasta del negrito Miguel Cruz, conformaron una jornada de resultados
más que satisfactorios.
El entusiasta Manuel Zepeda selló, desde el inicio mismo de
la audición, el derrotero de la serie Jueves alrededor
del jazz: “Esto se acabará hasta que se acabe el
mundo”. Vino después la música, y el efecto sonoro
permitió el repaso hacia la creatividad de los compositores
mencionados, así como de las composiciones de Edgar Dorantes
impresas en el disco He’s coming, inspirado en el natalicio
de su primogénito.
Edgar tuvo el buen cuidado de entablar la comunicación con
el público: “Esto que viene a continuación es
de un músico que admiro mucho”, “esto es un estándar”,
“ésta nos las enseñó Miguel”, y por
allí se fue una audición que culminó con la sorprendente
manera de hacer oír El día que me quieras del
tanguero argentino Carlos Gardel.
Después de abordar la tonada de Gardel mediante una rítmica
casi galopante, los ejecutantes se entregaron a las variaciones que
dieron margen a la creatividad personal, aunque sin alejarse demasiado
de los contornos armónicos y melódicos. Así,
El día que me quieras fue despojado momentáneamente
del aire cursi y configuración de trama telenovelesca que le
han impreso los cantantillos de moda, para convertirse en la mejor
ejemplificación de que el jazz lo es todo y todo es susceptible
de ser trasladado al jazz. ¿O alguien puede encajonar a Gardel
como jazzista?
Creatividad pura, aderezada con los compases abiertos para la improvisación,
que es la esencia de esta música. Y la gente, feliz.
Es de verdad sorprendente observar cómo cuatro músicos
logran una casi absoluta empatía en el desempeño de
una actividad que les exige inspiración, disciplina, musicalidad
al por mayor y cariño hacia lo que hacen.
Los resultados quedan allí, como un verdadero reto para los
que vienen; para los que están programados en los jueves subsiguientes.
Los comentarios fueron por demás expresivos. “Edgar y
sus cuates dejaron la vara muy alta; va a estar difícil brincarla”;
“nos dejaron bien adornadote el pastel. ¿Qué nos
queda ahora? Ponerle la cereza o, de perdida, adornarlo otro poquito...”
Gilberto Velázquez, saxofonista e integrante del Ensamble de
Jazz de la Orquesta Universitaria de Música Popular, supone
que esto será benéfico. “Tendremos que poner mucho
cuidado en lo que haremos. Los resultados de la audición de
Edgar Dorantes Trío no implican otra cosa que la necesidad
de superarnos y presentar lo mejor que sabemos hacer. No habrá
lugar para las cosas hechas a medias”
Por lo pronto, para el jueves 27 se anuncia al grupo Ronda Jazz, en
el que intervienen tres notorios intérpretes de la guitarra:
Alci Rebolledo, Humberto León y Emiliano Marentes, a quienes
se sumarán algunos percusionistas invitados.
Por su lado, Alci observa esto con tranquilidad. No sólo es
importante mostrar lo que se traen como artistas. También es
importante que el jazz cuente con su propia temporada regular y con
una sede permanente. Y más significativo aún: que esto
sea en Xalapa, la ciudad que es el manantial del talento mexicano
en estos renglones. “Si no comenzamos nosotros ¿quienes
lo van a hacer?” |
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