Año 5 • No. 166 • enero 31 de 2005
Xalapa • Veracruz • México
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Reconoce IFAW colaboración de la UV
Dan ejemplo de compromiso ecológico
12 estudiantes de TSU en Fauna Silvestre

Edith Escalón


Momentos en que los jóvenes universitarios se disponen
a dejar en libertad a los animales, principalmente
pelícanos, luego de haber sido curados,
rehabilitados y lavados durante dos semanas.

Coatzacoalcos, Ver.- La participación de la Universidad Veracruzana en la rehabilitación de 170 animales afectados por el derrame de hidrocarburos en Coatzacoalcos, entre los que se cuentan más de 150 pelícanos y, en menor número, gaviotas, tortugas, serpientes, gavilanes e iguanas, es una prueba más de su capacidad de intervención en los problemas que afectan el entorno natural
del estado.

En las primeras semanas de la contingencia, no sólo investigadores y académicos acudieron al llamado estatal para enfrentar el problema ecológico desde sus propias áreas de especialidad, sino que un grupo de estudiantes de la UV se ofrecieron como voluntarios para apoyar la rehabilitación de la fauna silvestre.

Ellos trabajaron en el Club de Pesca “Manuel Ávila Camacho”, que albergó durante dos semanas el “Hospital de Rehabilitación de Fauna Silvestre”, montado por Petróleos Mexicanos y la organización no gubernamental (ONG) Fundación Internacional para la Protección Animal (IFAW, por sus siglas en inglés).

Su evidente capacidad de servicio convirtió la participación en un reflejo positivo de toda la institución, y dejó claro que en la Universidad, el compromiso ecológico de los jóvenes va mucho más allá de las aulas.

Rehabilitar pelícanos, tarea principal
Los estudiantes, 12 en total, integran el único grupo que cursa en Acayucan el programa Técnico Superior Universitario (TSU) en Manejo de Fauna Silvestre, pero ni su escasa experiencia ni el hecho de encontrarse en un periodo vacacional –que la mayoría de los estudiantes aprovecha para viajar a sus hogares–, frenó su participación en la estrategia universitaria para apoyar la rehabilitación animal.

Según comentó Javier Hermida, médico veterinario, investigador de la UV y coordinador del grupo de voluntarios, la capacidad de servicio de los estudiantes causó un impacto positivo en ifaw, pues entre muchos grupos de voluntarios (de Petróleos Mexicanos, Africam Safari y la Universidad Nacional Autónoma de México, entre otros), los jóvenes de la uv destacaban por sus ganas de aprender y acaparaban el trabajo de las principales áreas que conlleva la rehabilitación de la fauna.

Luego de una capacitación intensiva por parte de IFAW, dijo, los muchachos participaron en todo, sobre todo en la rehabilitación de aves: lavaron corrales, limpiaron y partieron kilos y kilos de pescado y tomaron muestras de sangre a los animales, los hidrataron, además, desde luego, de lavar, enjuagar, secar y apoyar la rehabilitación de decenas de pelícanos, bajo la supervisión del ong internacional.

Explicó que IFAW tiene un protocolo especializado para la rehabilitación de aves, pero poca información en torno a otros animales nativos de la zona, como los reptiles, nutrias, serpientes e iguanas, sin embargo, se mostraron abiertos a las sugerencias y recomendaciones que los especialistas de la uv hicieron en cuanto a la captura, manejo, alimentación y biología de otras especies.

Además, aseguró que por ser ésta una organización dedicada a promover, impulsar y divulgar el conocimiento del manejo de fauna en contingencias como ésta, el personal de la ong no escatimó en ningún momento el intercambio de información: “Ver a todos trabajar y compartir conocimientos con total humildad fue para mí una de las mejores experiencias a destacar entre toda la tragedia ecológica”, aseguró.

Añadió que la UV, a través del programa de tsu en Manejo de Fauna Silvestre, ha propuesto un programa de seguimiento de animales afectados por el petróleo, que se realizará a partir de recorridos en las áreas más afectadas, como son las zonas de manglar y las márgenes de los ríos, mismas que requerirán visitas periódicas, atención y estudios científicos durante varios años, que estarán a cargo de la comunidad académica de este programa Hermida, quien imparte cursos en el programa de tsu, destacó la pertinencia social de un programa como éste, que se enfoca al conocimiento de especies nativas que resultan de especial interés en nuestro estado:

“Aunque los muchachos no sabían cómo enfrentar contingencias, sí sabían como manejar las especies, colocar trampas para su captura, cómo se alimentan, cuándo se estresan, cómo reaccionan, es decir, cuestiones que conocen por su perfil profesional que en un momento como éste son de vital importancia”.



Rehabilitación y limpieza de animales afectados, fue la labor de los estudiantes
de la Universidad en la rivera del río Coatzacoalcos.
Muestran estudiantes conciencia ecológica
Desde El Porvenir, Oaxaca, a tres horas de Coatzacoalcos, llegó Paulina Zamora Moreno para apoyar en la contingencia ambiental. Ella no se ofreció como voluntaria sólo por lo que representa para un estudiante de la Universidad Veracruzana la experiencia de rehabilitar fauna silvestre, sino porque desde que se enteró del derrame, sólo pensaba en la forma de ayudar.

A pesar de estar de vacaciones, Paulina dejó su casa para vivir durante dos semanas en un hotel de Coatzacoalcos, junto con sus compañeros, en donde llegaba a dormir después de 12 horas de trabajo en el Hospital de Rehabilitación: “Desde el primer día nos dieron guantes, googles y cubre bocas para empezar a hacer la limpieza de la zona, luego hicimos otras cosas, pero el trabajo no paró hasta dos semanas después”, comentó la chica de apenas 18 años.

Dijo que como a todos los voluntarios, al principio sólo los dejaron limpiar los corrales y los cientos de pescados que se utilizaban para alimentar las aves: “Era un trabajo muy pesado, y por eso muchos voluntarios desistieron, pero todos nosotros aguantamos a que hubiera una oportunidad de estar cerca de los animales y la hubo, días después”.

Según explicó, después de terminar su carga de trabajo, se quedaban a observar desde afuera de los corrales, para aprender cómo los especialistas de IFAW bañaban a los pelícanos uno por uno, como los sujetaban, enjuagaban sus plumas con agua a presión y los secaban cuidadosamente, antes de alimentarlos o tomarles muestras de sangre.

“Un día ellos nos dijeron que ya habíamos visto suficiente y que si queríamos ayudar, desde luego que aceptamos y desde ese día nos dedicamos a limpiar, enjuagar, secar, tomar muestras y alimentar nosotros a las aves, y esa es una experiencia muy valiosa, primero por lo que significa profesionalmente, pero sobre todo por estar cerca de los animales, saber que dependían de nosotros y saber que estábamos ayudándolos”.

Recordó que desde los primeros días, la salud de los animales era siempre la prioridad: “Yo no creí que los pelícanos fueran tan fuertes, el primer día que traté de sujetar a uno para iniciar su limpieza ¡casi me tira!, ahí, en el cuarto de lavado donde siempre había agua jabonosa y uno se resbalaba, y lo primero que pensé fue: ¿el pelícano está bien?, ¿no le pasó nada?”.

Añadió que los lazos afectivos que crearon con los animales también afianzaron en ellos una conciencia ecológica: “Pasamos tanto tiempo con ellos, abrazándolos, alimentándolos, cuidando de su salud, procurando la impermeabilidad de sus plumas, cuidando cada detalle para su recuperación, que cuando los liberamos, los vimos caminar, nadar y luego volar, sabíamos que habíamos hecho un buen trabajo, pero aún así queríamos vigilarlos, protegerlos”.

A pesar del enorme aprendizaje que los 12 estudiantes obtuvieron, y del apoyo que mostraron todos los organismos para su capacitación, Paulina reconoció que falta mucha información científica para conocer y poder ayudar a los animales salvajes a rehabilitarse, cuando enfrentan un impacto como éste, sobre todo aquéllos cuyo hábitat ha sido seriamente perjudicado.

Propone IFAW convenio con la UV
Francisco Galindo, coordinador de proyectos de IFAW para América Latina, reconoció la oportunidad del apoyo y el valor del trabajo de la Universidad Veracruzana en el Hospital de Rehabilitación, que bien podrían justificar un convenio de colaboración entre la casa de estudios y la ONG.

“Nosotros tenemos convenios con universidades mexicanas para intercambiar conocimientos sobre el manejo de vida silvestre, y por lo que pude ver en Veracruz, firmar un acuerdo con la Universidad Veracruzana sería provechoso para ambas partes”, aseguró.

Dijo que la participación de la uv fue fundamental tanto en la captura y manejo de especies nativas, por la experiencia y los conocimientos que poseen investigadores de la UV, como en las labores diarias que los voluntarios realizaron en las dos semanas que duró su participación.

Destacó la futura colaboración que este organismo, que cuenta con 13 oficinas en todo el mundo, realizará en el área de educación ambiental, al lado de Domingo Canales, investigador y director del Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana, quien junto con ifaw realizará una encuesta de actividades y percepciones de las comunidades que rodean la zona afectada.

“Personalmente quisiera agradecer al vicerrector, Enrique Ramírez Nazariega, y a José Antonio Fernández, director de la (Facultad de Ingeniería en Sistemas de Producción Agropecuaria de la) UV en Acayucan, además de los 12 voluntarios que hicieron un excelente trabajo. Reconozco que su labor, y la coordinación que tuvo en el área Javier Hermida, fue fundamental para nosotros”, puntualizó.