Año 5 • No. 166 • enero 31 de 2005
Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Páginas Centrales

 Información General


 Ex-libris

 Investigación

 Vinculación

 Estudiantes

 Oferta Académica

 Arte Universitario

 Foro Académico
 
 Halcones al Vuelo

 Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos

  Fuentes para la historia
Las mujeres de Xalapa en el siglo XVIII
Irasema Josefina García González / Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información
El estudio de la Historia de las mujeres en México ha venido desarrollándose desde los años ochenta. A pesar de que existen infinidad de escritos acerca de las mujeres que van de la época prehispánica a la actualidad, aun falta mucho por investigar. Las obras que abordan estas temáticas nos han dado a conocer el papel desempeñado por las mujeres en las distintas épocas históricas y las relaciones que han establecido con los demás actores sociales.

Una de las principales fuentes documentales para el estudio sobre el comportamiento de las mujeres de la región de Xalapa en el siglo XVIII (1760- 1800), periodo que trabajo para titularme como licenciada en Historia, son los protocolos notariales, los cuales se encuentran albergados en el área de Colecciones Especiales USBI- Xalapa junto con los de Orizaba y Córdoba. Este conjunto de documentos históricos son un registro del pasado colonial de lo que fue la jurisdicción de la alcaldía mayor de Xalapa, nombrada villa en 1791 por el rey Carlos IV.

La selección de los documentos utilizados para el desarrollo de la investigación consiste en analizar aquellos que me hablen de la vida de esos seres que en muchos pasajes de la historia pasa por alto, así como las relaciones que entablaron con sus familias y vecinos de la comunidad. Principalmente me he abocado a recabar la información que aportan los testamentos, compra-venta de propiedades y poderes especiales. El contenido de estos manuscritos coloniales me han llevado a conocer, en primer lugar, las actividades económicas de la región: renta de recuas y atajos de mulas, de casas, de cuartos en mesones y posadas, bodegas; venta de mercancías europeas y de Nueva España en las tiendas mestizas, la producción de caña de azúcar en las haciendas e ingenios asentados en los alrededores, como la Santísima Trinidad (El Grande), San Pedro Buenavista (La Orduña), Lucas Martín, la Limpia Concepción de Nuestra Señora (El Chico), Nuestra Señora de la Concepción (La Concha), y la venta de alimentos en otros establecimientos comerciales por los vecinos xalapeños a los viajeros de España y Nueva España que llegaban a la región.

En segundo lugar, observamos cómo las costumbres europeas, sobre todo las matrimoniales, practicadas por los recién llegados españoles, para el siglo XVIII eran ya una práctica común con sus peculiaridades entre criollos y mestizos.

Tercero, el método de control ejercido por las autoridades eclesiásticas que se aplicaba a las mujeres que quebrantaban los valores morales implantados por la sociedad, fue el confinamiento en las casas de familias respetables y en un recogimiento; por ejemplo, existe una escritura de compra de un solar que hizo el juez eclesiástico don José Alonso Gatica en 1772, ubicado en las inmediaciones de la parroquia de San José de la Laguna (hoy la Iglesia de San José), con el fin de fundar una casa donde recoger mujeres. Esta fue conocida en el siglo XVIII entre los xalapeños con el nombre de la “Casa de Recogidas”.

Las casas de recogidas o recogimientos en Nueva España fueron instituciones administradas por representantes de la Iglesia y una rectora, financiadas por familias adineradas, cofradías, hermandades y la Iglesia. Esas instituciones eran de dos tipos: de corrección o castigo y de protección; según el comportamiento de las mujeres eran confinadas en estas. Así, encontramos a las mujeres que cometían delitos sexuales –adulterio, prostitución, incesto, concubinato– quienes eran depositadas en los recogimientos de tipo correccional; en cambio, las viudas pobres, casadas abandonadas por sus maridos o maltratadas, doncellas pobres, arrepentidas y virtuosas eran remitidas a los de protección para salvaguardar su honor.

Lo más interesante, al momento de reconstruir esta etapa de la historia colonial de Xalapa, ha sido descubrir una intensa actividad de las mujeres casadas, viudas y algunas solteras –en su mayoría españolas y criollas– en la economía regional como dueñas de mesones, bodegas, viviendas y tiendas mestizas.

Algunas de ellas tuvieron relaciones mercantiles con comerciantes de México, Puebla y Veracruz. Además de casadas y jóvenes que buscaron el sustento diario para su familia, desempeñándose como costureras, sirvientas, panaderas y demás oficios domésticos.

De singular importancia para la historia es indagar y conocer que el ideal femenino que existía en la Colonia no limitaba tanto a las mujeres, con esto sólo queremos decir que la idea que se tiene sobre el encerramiento en sus casas realizando únicamente labores domésticas debe de replantearse, ya que un buen número de ellas tenía un papel activo dentro de la sociedad.

Los Archivos Notariales son una fuente de información que debe de explorarse y explotarse, al adentrarse en estos surge el conocimiento de nuestro pasado histórico local y regional. Además, estos archivos como tales invitan no sólo a los estudiosos de las ciencias humanísticas, sino también a economistas, ingenieros, arquitectos, y a los interesados a desentrañar diversos temas de investigación: las familias, el desarrollo económico, la condición de los esclavos, las prácticas hereditarias, la transformación de la topografía urbana, del trazo de calles y caminos, las relaciones de género, la mentalidad de la época colonial, el estudio de la religión, entre otros.