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Fuentes
para la historia
Las mujeres de Xalapa en el siglo XVIII
Irasema Josefina García González
/ Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información |
El
estudio de la Historia de las mujeres en México ha venido desarrollándose
desde los años ochenta. A pesar de que existen infinidad de
escritos acerca de las mujeres que van de la época prehispánica
a la actualidad, aun falta mucho por investigar. Las obras que abordan
estas temáticas nos han dado a conocer el papel desempeñado
por las mujeres en las distintas épocas históricas y
las relaciones que han establecido con los demás actores sociales.
Una de las principales fuentes documentales para el estudio sobre
el comportamiento de las mujeres de la región de Xalapa en
el siglo XVIII (1760- 1800), periodo que trabajo para titularme como
licenciada en Historia, son los protocolos notariales, los cuales
se encuentran albergados en el área de Colecciones Especiales
USBI- Xalapa junto con los de Orizaba y Córdoba. Este conjunto
de documentos históricos son un registro del pasado colonial
de lo que fue la jurisdicción de la alcaldía mayor de
Xalapa, nombrada villa en 1791 por el rey Carlos IV.
La selección de los documentos utilizados para el desarrollo
de la investigación consiste en analizar aquellos que me hablen
de la vida de esos seres que en muchos pasajes de la historia pasa
por alto, así como las relaciones que entablaron con sus familias
y vecinos de la comunidad. Principalmente me he abocado a recabar
la información que aportan los testamentos, compra-venta de
propiedades y poderes especiales. El contenido de estos manuscritos
coloniales me han llevado a conocer, en primer lugar, las actividades
económicas de la región: renta de recuas y atajos de
mulas, de casas, de cuartos en mesones y posadas, bodegas; venta de
mercancías europeas y de Nueva España en las tiendas
mestizas, la producción de caña de azúcar en
las haciendas e ingenios asentados en los alrededores, como la Santísima
Trinidad (El Grande), San Pedro Buenavista (La Orduña), Lucas
Martín, la Limpia Concepción de Nuestra Señora
(El Chico), Nuestra Señora de la Concepción (La Concha),
y la venta de alimentos en otros establecimientos comerciales por
los vecinos xalapeños a los viajeros de España y Nueva
España que llegaban a la región.
En segundo lugar, observamos cómo las costumbres europeas,
sobre todo las matrimoniales, practicadas por los recién llegados
españoles, para el siglo XVIII eran ya una práctica
común con sus peculiaridades entre criollos y mestizos.
Tercero, el método de control ejercido por las autoridades
eclesiásticas que se aplicaba a las mujeres que quebrantaban
los valores morales implantados por la sociedad, fue el confinamiento
en las casas de familias respetables y en un recogimiento; por ejemplo,
existe una escritura de compra de un solar que hizo el juez eclesiástico
don José Alonso Gatica en 1772, ubicado en las inmediaciones
de la parroquia de San José de la Laguna (hoy la Iglesia de
San José), con el fin de fundar una casa donde recoger mujeres.
Esta fue conocida en el siglo XVIII entre los xalapeños con
el nombre de la “Casa de Recogidas”.
Las casas de recogidas o recogimientos en Nueva España fueron
instituciones administradas por representantes de la Iglesia y una
rectora, financiadas por familias adineradas, cofradías, hermandades
y la Iglesia. Esas instituciones eran de dos tipos: de corrección
o castigo y de protección; según el comportamiento de
las mujeres eran confinadas en estas. Así, encontramos a las
mujeres que cometían delitos sexuales –adulterio, prostitución,
incesto, concubinato– quienes eran depositadas en los recogimientos
de tipo correccional; en cambio, las viudas pobres, casadas abandonadas
por sus maridos o maltratadas, doncellas pobres, arrepentidas y virtuosas
eran remitidas a los de protección para salvaguardar su honor.
Lo más interesante, al momento de reconstruir esta etapa de
la historia colonial de Xalapa, ha sido descubrir una intensa actividad
de las mujeres casadas, viudas y algunas solteras –en su mayoría
españolas y criollas– en la economía regional
como dueñas de mesones, bodegas, viviendas y tiendas mestizas.
Algunas de ellas tuvieron relaciones mercantiles con comerciantes
de México, Puebla y Veracruz. Además de casadas y jóvenes
que buscaron el sustento diario para su familia, desempeñándose
como costureras, sirvientas, panaderas y demás oficios domésticos.
De singular importancia para la historia es indagar y conocer que
el ideal femenino que existía en la Colonia no limitaba tanto
a las mujeres, con esto sólo queremos decir que la idea que
se tiene sobre el encerramiento en sus casas realizando únicamente
labores domésticas debe de replantearse, ya que un buen número
de ellas tenía un papel activo dentro de la sociedad.
Los Archivos Notariales son una fuente de información que debe
de explorarse y explotarse, al adentrarse en estos surge el conocimiento
de nuestro pasado histórico local y regional. Además,
estos archivos como tales invitan no sólo a los estudiosos
de las ciencias humanísticas, sino también a economistas,
ingenieros, arquitectos, y a los interesados a desentrañar
diversos temas de investigación: las familias, el desarrollo
económico, la condición de los esclavos, las prácticas
hereditarias, la transformación de la topografía urbana,
del trazo de calles y caminos, las relaciones de género, la
mentalidad de la época colonial, el estudio de la religión,
entre otros. |
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