Las bases de datos se han vuelto tan importantes en el mundo de hoy, y sobre todo en el ambiente empresarial, porque generalmente almacenan gran parte de información de las compañías, como puede ser la lista de todos los clientes que han tenido, con todos sus datos, lista del inventario, ventas, compras, estados financieros, flujos de caja, y casi cualquier información cambiante de la empresa.

El último detalle que le da alta relevancia al uso de bases de datos, es que varios usuarios pueden trabajar sobre una misma base de datos al mismo tiempo, mientras que en la mayoría de los demás archivos, esto es imposible.

Siendo las bases de datos en las empresas un activo fundamental, revisten muchas consideraciones que van más allá de su carácter tecnológico. Una de ellas es la de supervivencia, pues se puede perder una base de datos por una falta de visión administrativa de soluciones o una falta de actitud preventiva, que terminará por colapsar el alma de una empresa como es su base de datos.

Las empresas han sufrido serios perjuicios por no contar con un “administrador” de su base de datos, pues sin importar en qué plataforma estén soportadas, el hecho es que si las empresas no cuentan con un equipo especializado que administre su performance para prevenir recurrencias o potenciar su rendimiento, siempre tendrán problemas y, por tanto, restarán significativamente su competitividad: ¿alguna vez ha logrado una exitosa presentación de venta de los productos o servicios de su empresa con “la mente en blanco”? Nunca. Igualmente no se puede entender la existencia de una empresa con continuos problemas en sus bases de datos.

Con respecto a este punto, no basta que el administrador de base de datos tenga una capacitación y un continuo adiestramiento por parte del consultor del manejador de base de datos, sino además que este conocimiento forme parte de la cultura compartida en la empresa de servicios tecnológicos. Es decir, dada la alta rotación de consultores de software de empresas grandes, medianas o pequeñas, el conocimiento en el manejador no queda en la organización sino que se dispersa.

Otro punto importante es que la especialización en el manejador no ha sido vista como un tema de especialización profesional o como un giro de negocios, pues la mayoría de las empresas mantienen una cartera de servicios muy amplia en la que el tema de bases de datos es sólo uno más, lo que impide un mejor conocimiento de la herramienta. Y por último, nunca ha existido una cultura preventiva.

Es necesario tomar conciencia de la protección de las bases de datos, ya que países como España, a través de las sanciones que impone la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), está poniendo especial interés en que las Pequeñas y Medianas Empresas se adecuen a la ley porque las sanciones que se imponen a los responsables de los ficheros son bastante elevadas (de 600 a 600 mil euros). Las infracciones impuestas a una empresa no discriminan por volumen o por facturación, por lo que afectan por igual a todas las compañías.

Por todo ello, la multiplicación exponencial de los datos no perdona a las pequeñas y medianas empresas. La protección de datos es esencial para todas las empresas, independientemente de su tamaño o negocio.