Hay que acercar el arte a la gente: Iliana Pámanes
Juan Carlos Plata

A los artistas “nos hace falta acercarnos a la gente, hacerles saber que existen expresiones de arte; no podemos dejar que sólo las instituciones o el gobierno hagan el trabajo de promoción”, afirmó la artista plástica, Iliana Pámanes.

Añade que hace falta una cultura de procuración propia de fondos entre los artistas mexicanos, de promoción de la obra, “que los artistas sepan adónde tienes que ir a buscar los apoyos, cómo tienen que presentarse, cómo presentar su trabajo, cómo promoverlo, eso también hace falta para acercarte más a un público”.

Egresada y ahora maestra de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana, Pámanes señala que más allá de buscar que la gente consuma arte para que los creadores puedan sobrevivir, es importante que se cree la idea de que el arte mexicano debe estar en las casas de los mexicanos.

“Nos quejamos de que la gente no va a las galerías, en Xalapa el ciudadano promedio no sabe que existe el Ágora, y si les dicen que no cobran, de todos modos no van, entonces, ¿cómo se van a convertir en consumidores de arte? Si se promoviera esto como una cuestión que va a permitir que se guarde el patrimonio artístico de los mexicanos en las casas de los mexicanos, que se esté intercambiando y que se genere un acervo y un gusto por el arte, la situación de los creadores sería diferente. En otros países esto existe porque ha habido una educación, porque hay una cultura y otro esfuerzo, los artistas aquí debemos dedicarnos más a eso, no esperar a que las instituciones lo hagan todo, también tenemos un trabajo bien grande que hacer”.

Reconoció que las personas tienen un sinfin de necesidades que muchas veces les impiden pensar en comprar arte: “si le preguntas a la gente qué necesita, en último lugar será una necesidad real de tener colgada una pieza de arte en su casa, y cuando puede adquirir algo, tienes un bombardeo de publicidad que la hacer preferir cien cosas antes de pensar en ir a una galería o al taller de un artista”.

Experiencias serbias
En 2003, Iliana viajó a Serbia para realizar estancias artísticas, mecánica muy socorrida del otro lado del Atlántico, en la que un artista es invitado por un grupo cultural que paga una estancia de diez días y que el artista retribuye con dos obras.

“Cuando regresas a tu país, durante todo ese año se expone tu obra en todas las galerías de Serbia por medio de intercambios. Fui a tres lugares distintos en la antigua Yugoslavia, los dos cuadros se quedan en el acervo de cada grupo cultural que organiza esos eventos, hay entre 300 y 600 eventos de este tipo en Serbia durante agosto, es una dinámica muy motivante y se antoja que en México tuviéramos contactos con estas residencias”.