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Alumnos
de la especialidad en Psicología y desarrollo comunitario
Realizan programa de intervención
en alcohólicos anónimos de Xico
Alma
Espinosa |
La
violencia intrafamiliar y los resentimientos que genera son factores
presentes en el alcohólico que pueden ser tratados con la ayuda
de profesionales en las áreas de psicología y comunidad,
aseguró Alejandro Moreno, académico adscrito a la especialidad
de Psicología y Desarrollo Comunitario del Instituto de Investigaciones
Psicológicas de la UV (IIP).
Moreno Hernández diseñó, junto con un grupo de
estudiantes de la especialidad, un programa de intervención
en un grupo de alcohólicos anónimos de Xico, para detectar
entre sus miembros rasgos de violencia familiar y contribuir a su
control.
Para llegar a estos resultados, fue necesario revisar los proyectos
previos que realizaron las generaciones anteriores de la especialización
y la maestría –que a partir del 21 de febrero abrirá
sus inscripciones–, los que revelaron que en cuestión
de violencia sólo se había puesto atención a
la parte agredida.
De ahí surgió la idea de partir de la mentalidad del
varón que golpea a la mujer que ama y a los hijos que lo aman.
A partir de 2004, el grupo de trabajo realizó, mediante animación
sociocultural, sesiones semanales con el grupo de alcohólicos,
de las que se rescató que el resentimiento fue su problema
más recurrente.
A partir de ahí, añadió Moreno Hernández,
se instó a los interesados a participar en un proceso de cambio,
que seis personas aceptaron. Con cada uno se trabajó una historia
de vida para conocer las causas del resentimiento, y la gran coincidencia
fue la violencia intrafamiliar, protagonizada por la madre, principalmente.
Entonces, los estudiantes aplicaron nuevas estrategias y técnicas,
mediante las cuales la gente puede conocer otros puntos de vista;
además, se les recomendó escribir un diario en el que
registraron el contacto con su familia. Con ello se logró el
cambio en cuatro personas y las otras dos consideraron que necesitarían
ayuda psicológica de otro tipo.
Esta experiencia les ayudó como estudiantes a analizar su propia
situación de violencia e identificar el daño tan severo
que genera en el desarrollo humano, de lo que vieron la urgencia de
trabajar en el tema.
Alejandro Moreno comenzó a trabajar con las comunidades veracruzanas
desde 1993. Sin embargo, a partir de 2003 cambió su visión
acerca del significado de comunidad, que no es sinónimo de
localidad, y del inevitable cambio en la calidad de vida familiar,
la organización comunitaria y sus formas de hacer y de pensar. |
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