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Aseguró la
investigadora del IIESES-UV, Ivonne Carrillo
Prendido con alfileres, el supuesto
crecimiento económico de México
Juan Carlos Plata |
El
crecimiento económico de México, que durante los dos
últimos trimestres de 2004 alcanzó casi el cuatro
por ciento, es totalmente falso y –como todas las cifras macroeconómicas–
no refleja la realidad del país, aseguró la investigadora
del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos
y Sociales de la UV, Ivonne Carrillo Dewar. |
“El
gobierno habla de crecimiento y le dan toda la difusión,
pero esa estadística está prendida con alfileres,
son unas cuantas empresas las que están marcando esas tasas
de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), las que están
haciendo que México contribuya de tal manera al mercado mundial
que es, según el momento y las cifras que manejen, la séptima,
octava o novena economía mundial, lo que es completamente
falso. Son alrededor de 700 o mil empresas con capacidad exportadora,
y buena parte de ellas son subsidiarias de consorcios transnacionales
o están coordinadas con ellos”.
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Prendido con Alfileres
/ Adrián
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Según Carrillo Dewar, cuando cerca del 70 por ciento de los
40 millones de personas económicamente activas sobreviven
de la economía informal y aporta el 30 o 40 por ciento del
pib del país, el proceso económico nacional está
fallando evidentemente y es un indicador de que la economía
“formal” tiene pocas perspectivas de crecimiento.
“Si estamos hablando de economía informal, cualquier
dato que nos dé el INEGI no es más que un estimado,
pero se calcula que entre el 30 y 40 por ciento del pib proviene
de la economía informal. Esto es alarmante, porque entonces
¿cuáles son las perspectivas del crecimiento real
de nuestra economía y por lo tanto de la generación
de empleos productivos?”
Explicó que este proceso no ha sido inmediato. En la década
de los sesenta empieza a aparecer la economía informal, en
el orden del 10 por ciento de la fuerza de trabajo ocupada. A lo
largo de los setenta, empieza a manifestarse no sólo el agotamiento
del modelo de desarrollo adoptado, sino la crisis estructural que
se profundiza a partir de 1982, y lo que hemos vivido en las décadas
de los ochenta, noventa y lo que va de esta, es una profundización
constante de ésta.
En los ochenta, cuando el modelo de industrialización hacia
adentro cambia a un modelo hacia fuera y se abren los mercados.
“Cuando se dio la apertura y entraron masivamente productos
del exterior, lo que observamos fue una quiebra masiva de empresas
y un incremento impresionante del desempleo. Si consideramos que
hasta los noventa, el crecimiento de la población económicamente
activa estaba por el orden de los 750 mil por año, la economía
tendría que haber estado creando 750 mil empleos nuevos,
más los desplazados por el cierre de empresas, más
los desplazados por la creciente contracción del Estado”,
aseguró Carrillo Dewar.
La solución no es que el Estado busque la forma de cobrar
impuestos y nada más, “porque la economía informal
es la válvula de escape de toda esa gente que está
pidiendo prestado para comprar cualquier cacharrito para vender
y así sostener a la familia en los límites de la supervivencia.
Si sobre eso se carga una tasa de impuesto, lo que va a haber es
una fractura”.
Otra de las causas del crecimiento desmedido de la economía
informal, dijo, ha sido la contracción de los salarios y
las condiciones de pobreza de la mayoría de la población.
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