Año 5 • No. 170• Febrero 28 de 2005
Xalapa • Veracruz • México
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  La UV propone agregar valor a la industria azucarera
La caña de azúcar puede usarse para
producir energéticos no contaminantes
Carolina Cruz
Boca del Río, Ver.- El gobierno del estado se interesa en la caña de azúcar para producir etanol como sustituto de la gasolina para automóviles, propuesta que académicos de la Universidad Veracruzana han venido trabajando en diversas líneas de investigación.

La caña de azúcar / Adrián.

En junio de 2004, investigadores y productores cañeros, reunidos en la usbi del campus Mocambo, dieron a conocer que la biomasa de la caña de azúcar representa una de las mejores alternativas para el acopio de un energético no contaminante, renovable y con grandes posibilidades de producción en México y América Latina.

En opinión de Raúl Cortés García, investigador del Instituto de Ciencias Básicas de la UV, Veracruz cuenta con 22 de los 58 ingenios que existen en México, que aportan el 40 por ciento de la producción nacional, estimada en cinco millones de toneladas anuales, y tres millones de veracruzanos dependen de la producción de la caña de azúcar.

Cuba, por ejemplo, produce alrededor de millón y medio de hectolitros de etanol al año, utilizado principalmente como energético, con lo que se demuestra que puede sustituir exitosamente al gas doméstico y la gasolina.

Esta consideración fue uno de los resultados de las Jornadas-Taller Centroamericanas y Caribeñas de Biocombustibles empleando Caña de Azúcar, organizadas por el Centro Virtual de Investigación Multidisciplinaria de la UV (Cevim) que, en coordinación con el Programa de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (Cyted) y la UV, convocó a especialistas a analizar del tema.

La Universidad Veracruzana, a través de sus programas e investigadores, ha traído a México 15 variedades de caña de azúcar, señaló Roberto Bravo Garzón, coordinador del Cevim: “México y Brasil destacan en Latinoamérica por su elevada producción de caña, que provee materias primas para una diversidad de productos comerciales; especialmente por su poder de fotosíntesis, genera una enorme cantidad de biomasa, aprovechada en otros países para reconvertirla y transformarla en combustibles como etanol y biodisel, que pueden ser utilizados solos o en combinación con la gasolina y el disel”.

Estos derivados tienen la peculiaridad, al usarse como energéticos, de no ser contaminantes, ser de bajo costo de producción y, sobre todo, renovables.

Pero además –apuntó Bravo Garzón–, los beneficios de la biomasa de la caña de azúcar, empleada como energético, radican en que sus propiedades, como cualquier alcohol, se evaporan y no generan contaminantes ambientales, y es un recurso renovable: “es posible sustituir gradualmente la quema de combustibles de origen mineral, como el petróleo o el carbón, que no son renovables y sí altamente contaminantes”.

No sólo energéticos como los biocombustibles etanol o biodisel pueden ser derivados de la biomasa de la caña de azúcar, sino también materias para uso agrícola, industrial, de la construcción y farmacéutico.

De los derivados reconvertibles de la caña de azúcar se obtienen, además de energéticos, productos como el Gilitol, para la producción de dentríficos y gomas de mascar; el Fulfural, para la elaboración de plásticos, y las linazas, bagazos derivados de la producción del alcohol, usadas como fertilizantes o levaduras ricas en proteínas para la engorda de ganado y cerdos.

Las acciones pertinentes para lograr el objetivo, apuntan investigadores y productores, son aprovechar y fomentar la química de los derivados, productos y cooproductos de la caña de azúcar, obtenidos mediante procesos químicos y biotecnológicos para alentar el desarrollo de la sucroquímica, proponer nuevas cadenas productivas que aporten un mayor valor agregado a la industria, analizar las posibilidades de conversión y diversificación, fomentar la vinculación entre los sectores productivo y académico, integrarse en un grupo de trabajo multidisciplinario formado por la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera y promover mecanismos de apoyo y participación con el sector público.