Año 5 • No. 170• Febrero 28 de 2005
Xalapa • Veracruz • México
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  El laboratorio del CESS puede detectar niveles mínimos de Proteína C reactiva
Carolina Cruz
Veracruz, Ver.- La detección de la proteína C reactiva de alta sensibilidad es un parámetro que puede indicar al médico la presencia de diversos padecimientos y tradicionalmente no es tomada en cuenta ni por médicos ni por laboratorios clínicos.

Estudios recientes llevados a cabo en el Centro para la Prevención de la Enfermedad Cardiovascular del Brigham and Woman Hospital de Boston, han demostrado que existe una interrelación entre la proteína c reactiva, el síndrome metabólico y eventos cardiovasculares. Investigadores de la Universidad de California afirman que la proteína C es un indicador de riesgo en la formación de cardiopatías.

Esta proteína fue descubierta en 1930 por Tillet y Francis en los sueros de pacientes con cuadros agudos de neumonía neumoccica, y desde entonces se sabe que su presencia puede representar la fase inicial de una amplia variedad de fenómenos inflamatorios agudos o crónicos, degenerativos o neoplásicos.

De ahí la importancia de que el médico tenga en cuenta los niveles de proteína C reactiva que porta su paciente, porque si son altos, aunados a valores elevados de colesterol y triglicéridos, C-HDL y C-LDL, indican que el paciente tiene una mayor riego de sufrir accidentes vasculares cerebrales o infarto agudo al miocardio y por consiguiente la terapia del médico debe ser más agresiva.

Pese a que existen varias pruebas que la revelan, la detección de este analito es poco común y difícil de determinar. Entre los métodos de laboratorio que se utilizan destacan el de aglutinación directa, fijación del complemento, inmunoflorescencia, radioinmunoanálisis y el de precipitación, pero en el Centro de Estudios y Servicios en Salud (CESS) de la Universidad Veracruzana se está utilizando para su detección la prueba de inmunoanálisis enzimático.
Alejandra Báez Jiménez, química clínica encargada del laboratorio del CESS, establece la importante diferencia entre los resultados que aportan unas y otras pruebas. “La prueba hs-proteína C reactiva o proteína c reactiva de alta sensibilidad es la más apropiada para detectar cantidades mínimas y valorar el proceso inflamatorio en la placa de ateroma; en el cess la prueba se basa en una metodología ELISA de tercera generación, amplificada mediante enzimas”.

Los niveles de sensibilidad que el equipo del cess detecta van de cero a seis ng/ml; los valores de referencia normal son de 254 a 16 104 ng/ml. De manera que el cess cuenta con la capacidad de indicar a los médicos cantidades muy pequeña, pero ya indicativas, en la sangre de su paciente.

Se cree que la ateroesclerosis progresa como resultado de un proceso infeccioso o inflamatorio en el ateroma y que la proteína C reactiva está presente al iniciarse. Pero además los niveles de aumentados de esta sustancia pueden señalar, según la académica, artritis aguda, reumatoide, enfermedades autoinmunes, infarto al miocardio, infecciones bacterianas, síndrome metabólico y hasta cáncer. Por ello la importancia de descubrir su presencia en cantidades mínimas.