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Chilacaco-Ixcatepec,
rinconcito con historia
Karina Arriaga Murrieta |
Cuando
uno ve por vez primera a Viridiana Cruz de la Cruz, estudiante del
primer semestre de Historia, se la nota seria y con una mirada que
refleja una gran capacidad de observación. Sin embargo, basta
cruzar unas palabras con ella para notar su calidez y descubrir una
tímida sonrisa, pero sobre todo uno encuentra en sus recuerdos
de Chilacaco-Ixcatepec, su lugar de origen, trozos de verde, aromas
e historia. |
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“Mi comunidad se ubica el norte de la entidad, en las cercanías
de Tantoyuca, Chontla y Naranjos. Es pequeña y, por lo que
sé, tiene poco de haber sido fundada. Uno puede ver mucha naturaleza
en el municipio, en Chilacaco hay muchos cedros y árboles de
otro tipo, se conserva el verde, la fauna es muy variada por lo que
tengo la fortuna de que mi casa está rodeada de bosque.
”La comunidad no cuenta con todos los servicios, falta pavimentación
y aún hay casas de palma, ya que no todos contamos con recursos
para construir un hogar mejor. La gente se dedica a la agricultura,
siembra maíz, frijol o calabaza; algunos tienen huertos de
mandarina y naranja, y los menos subsisten de la ganadería
o del comercio”.
“La gente joven ahora es más desapegada de las costumbres,
a diferencia de nuestros ancianos que visten todavía, en el
caso de las mujeres, con blusas bordadas, enaguas, huaraches, se peinan
con las trencitas adornadas con listones de colores; los señores
con pantalones de manta. Como en otros lugares la lengua se empieza
a perder, para muchos el náhuatl no es importante y le dan
prioridad al español”.
No obstante, según Viridiana, sí se conservan algunas
costumbres como la fiesta de Todos Santos, fecha en que se hacen panes
de juguete con figuras de animalitos, atoles, tamales, dulces de calabaza
y cuahuayote. El primero de noviembre está dedicado a los niños,
e incluso la comida se elabora especial para ellos, mientras que el
día 2 es para los adultos, por lo que hace otro tipo de ofrenda.
También, los mayores tienen la creencia de que si ofrendan
los elotes después de la cosecha a sus dioses, éstos
les van a redituar la ofrenda con mejores cosechas. En esta costumbre
se manda a traer a una pareja de niños, quienes reciben los
sacos de elote en la puerta de la casa y los llevan a un altar, donde
colocan flores y velas. Se contrata a un rezandero y el dueño
de la milpa reza a su lado.
Otra tradición que no se ha perdido del todo es que todavía
se va a “pedir” a las muchachas para que se casen, aunque
ya no es como antes. Una vez que se acuerda entre las familias de
los novios la fecha, en las bodas se acostumbra el lavado de manos
de los padrinos con agua, jabón huasteco y les secan las manos
con una gallina. Ellos se sientan al lado de los novios, pues deben
ser atendidos de manera especial, al final de la fiesta se regalan
flores hechas de madera llamadas cuazopas y figuras de animalitos
a algunos de los invitados.
“Recuerdo que los abuelitos dan de comer tlahuixquic a la gente
cuando terminan de construir una casa, esto lo hacen a manera de celebración
y agradecen a la tierra por haberles dado con qué vivir y para
ésta sepa que no sólo le quitan sino que también
le retribuyen”.
Finalmente, una de las ocasiones en que se puede ver unido al pueblo
y con un sentido más arraigado de pertenencia al lugar, es
el 15 de mayo, cuando se celebra la fiesta religiosa más importante
en honor a San Isidro Labrador, patrono de la agricultura y el trabajo.
Se organizan tres días de baile, jaripeos, misas y se hace
una procesión con la imagen del santo, a la que acude la gente
de la comunidad acompañada con música de banda.
“Mi experiencia ha sido grata desde que me enteré que
había quedado en la licenciatura en Historia pues desde que
estoy lejos de mi hogar he valorado más la lengua que se habla
en mi comunidad, cada vez que tengo oportunidad de ir a mi casa platico
con quienes lo saben. Mi interés ha crecido tanto que entre
mis futuros proyectos está el hacer una monografía de
mi municipio y de todas las comunidades que la conforman, pero sobre
todo, hablar de Chilacaco”. |
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