Año 5• No. 171 • marzo 7 de 2005. Xalapa • Veracruz • México
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  Chilacaco-Ixcatepec,
rinconcito con historia
Karina Arriaga Murrieta
Cuando uno ve por vez primera a Viridiana Cruz de la Cruz, estudiante del primer semestre de Historia, se la nota seria y con una mirada que refleja una gran capacidad de observación. Sin embargo, basta cruzar unas palabras con ella para notar su calidez y descubrir una tímida sonrisa, pero sobre todo uno encuentra en sus recuerdos de Chilacaco-Ixcatepec, su lugar de origen, trozos de verde, aromas e historia.
“Mi comunidad se ubica el norte de la entidad, en las cercanías de Tantoyuca, Chontla y Naranjos. Es pequeña y, por lo que sé, tiene poco de haber sido fundada. Uno puede ver mucha naturaleza en el municipio, en Chilacaco hay muchos cedros y árboles de otro tipo, se conserva el verde, la fauna es muy variada por lo que tengo la fortuna de que mi casa está rodeada de bosque.

”La comunidad no cuenta con todos los servicios, falta pavimentación y aún hay casas de palma, ya que no todos contamos con recursos para construir un hogar mejor. La gente se dedica a la agricultura, siembra maíz, frijol o calabaza; algunos tienen huertos de mandarina y naranja, y los menos subsisten de la ganadería o del comercio”.

“La gente joven ahora es más desapegada de las costumbres, a diferencia de nuestros ancianos que visten todavía, en el caso de las mujeres, con blusas bordadas, enaguas, huaraches, se peinan con las trencitas adornadas con listones de colores; los señores con pantalones de manta. Como en otros lugares la lengua se empieza a perder, para muchos el náhuatl no es importante y le dan prioridad al español”.

No obstante, según Viridiana, sí se conservan algunas costumbres como la fiesta de Todos Santos, fecha en que se hacen panes de juguete con figuras de animalitos, atoles, tamales, dulces de calabaza y cuahuayote. El primero de noviembre está dedicado a los niños, e incluso la comida se elabora especial para ellos, mientras que el día 2 es para los adultos, por lo que hace otro tipo de ofrenda.

También, los mayores tienen la creencia de que si ofrendan los elotes después de la cosecha a sus dioses, éstos les van a redituar la ofrenda con mejores cosechas. En esta costumbre se manda a traer a una pareja de niños, quienes reciben los sacos de elote en la puerta de la casa y los llevan a un altar, donde colocan flores y velas. Se contrata a un rezandero y el dueño de la milpa reza a su lado.

Otra tradición que no se ha perdido del todo es que todavía se va a “pedir” a las muchachas para que se casen, aunque ya no es como antes. Una vez que se acuerda entre las familias de los novios la fecha, en las bodas se acostumbra el lavado de manos de los padrinos con agua, jabón huasteco y les secan las manos con una gallina. Ellos se sientan al lado de los novios, pues deben ser atendidos de manera especial, al final de la fiesta se regalan flores hechas de madera llamadas cuazopas y figuras de animalitos a algunos de los invitados.

“Recuerdo que los abuelitos dan de comer tlahuixquic a la gente cuando terminan de construir una casa, esto lo hacen a manera de celebración y agradecen a la tierra por haberles dado con qué vivir y para ésta sepa que no sólo le quitan sino que también le retribuyen”.

Finalmente, una de las ocasiones en que se puede ver unido al pueblo y con un sentido más arraigado de pertenencia al lugar, es el 15 de mayo, cuando se celebra la fiesta religiosa más importante en honor a San Isidro Labrador, patrono de la agricultura y el trabajo. Se organizan tres días de baile, jaripeos, misas y se hace una procesión con la imagen del santo, a la que acude la gente de la comunidad acompañada con música de banda.

“Mi experiencia ha sido grata desde que me enteré que había quedado en la licenciatura en Historia pues desde que estoy lejos de mi hogar he valorado más la lengua que se habla en mi comunidad, cada vez que tengo oportunidad de ir a mi casa platico con quienes lo saben. Mi interés ha crecido tanto que entre mis futuros proyectos está el hacer una monografía de mi municipio y de todas las comunidades que la conforman, pero sobre todo, hablar de Chilacaco”.