Entre
el estrés de vivir a vivir estresado hay una gran diferencia.
Es importante aclarar que el estrés no es precisamente
una situación aversiva, sino un mecanismo que nos permite
llevar a cabo todas nuestras actividades rutinarias.
Es un fenómeno que contribuye en buena medida a la supervivencia,
a un adecuado rendimiento de actividades y a un desempeño
eficaz en muchas esferas de la vida. Continuamente estamos sujetos
a estímulos que provocan reacciones en nuestro organismo,
de los cuales nadie está exento ya que son parte del proceso
dinámico de interacción entre nosotros y el medio.
Ante un estímulo, el hipotálamo, que es la estructura
del cerebro responsable de este mecanismo, estimula a la hipófisis
y ésta a su vez a la corteza adrenal situada en el polo
superior de los riñones para que libere mineralocorticoides
y glucocorticoides. A esta vía se le conoce como eje hipotálamo
hipófisis adrenal y a la dinámica estímulo-respuesta
fisiológica se le denomina estrés.
La reacción fisiológica consiste básicamente
en redirigir los recursos de nuestro organismo, aumentar la frecuencia
cardiaca, redistribuir la sangre de los puntos menos importantes
como la piel para acudir a músculo, cerebro y corazón
que son los sitios de acción, aumentar la capacidad respiratoria,
entre otras cosas.
En el sentido conductual estamos obligados de alguna manera a
discriminar estímulos, determinando cuál es irrelevante,
positivo o negativo. La sociedad a la que estamos sujetos se basa
en asumir responsabilidades y cumplir exigencias, sin embargo,
hay personas que tienen dificultades para adaptarse a estas exigencias
y eso es lo que resulta negativo ya que ante demandas excesivas
la persona no cuenta con los recursos adecuados para enfrentar
la situación o simplemente no sabe cómo hacerlo.
Los humanos somos por naturaleza individuos sociales, aunque nuestra
sociedad se distribuya en distintos roles. En el aspecto laboral
estamos sujetos a convivir con el jefe, compañeros de trabajo,
etcétera, y, ¿quién no ha tenido un problema
con alguien? O el fabuloso fin de año en que tenemos que
cubrir ¡el trabajo atrasado del año entero! Se ha
encontrado una relación suficientemente estrecha entre
sobrecarga laboral y las conductas de fumar, consumir bebidas
alcohólicas, dejar de comer o comer en exceso, teniendo
como consecuencia úlceras, infecciones respiratorias, enfermedad
coronaria, insomnio, depresión, dolores de cabeza, alergias,
insatisfacción laboral, separación/divorcio o hasta
suicidio.
Y qué hay del matrimonio o noviazgo, relaciones en donde
hasta la manera de lavarse los dientes puede causar un conflicto
serio y esto es porque convivir en pareja es un rol social sumamente
complejo a pesar de ser el tipo de relación más
frecuente entre los adultos. Esto tiene por supuesto su razón
de ser, diversos estudios sugieren que el aislamiento social es
un factor de riesgo de mortalidad comparable a fumar tabaco, presión
sanguínea, obesidad, entre otros. En contraste, el matrimonio
o la convivencia en pareja proporciona apoyo social, económico
o el simple hecho de estar juntos tiene importantes beneficios
para la salud, siempre y cuando sea una relación satisfactoria,
ya que si no es así, una relación negativa está
asociada con el 46 por ciento de incremento en el riesgo de mortalidad
sin detallar los efectos sobre la salud.
Así que no intentes eliminar al estrés de tu vida,
mejor canaliza todos esos estímulos y aprende a organizarte,
aliméntate sanamente, duerme en una habitación ventilada,
aprende alguna técnica de relajación o meditación
que puedas practicar, escucha música relajante, haz ejercicio,
realiza una actividad a la vez, eso te ayudará a relajarte
ya que es imposible vivir sin estrés, pues en realidad
la vida misma es un estrés.
*Instituto de Neuroetología. Universidad Veracruzana. Xalapa,
Veracruz, México Teléfono: (01-228) 841-8900, extensión
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