Año 5• No. 171 • marzo 7 de 2005. Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Páginas Centrales

 Información General


 Ex Libris

 Investigación

 Estudiantes

 Arte Universitario

 Foro Académico

 Halcones al Vuelo

 
Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos

 
El estrés de vivir
Ma. del Socorro Aguilar Cucurachi / Instituto de Neuroetología

Entre el estrés de vivir a vivir estresado hay una gran diferencia. Es importante aclarar que el estrés no es precisamente una situación aversiva, sino un mecanismo que nos permite llevar a cabo todas nuestras actividades rutinarias.

Es un fenómeno que contribuye en buena medida a la supervivencia, a un adecuado rendimiento de actividades y a un desempeño eficaz en muchas esferas de la vida. Continuamente estamos sujetos a estímulos que provocan reacciones en nuestro organismo, de los cuales nadie está exento ya que son parte del proceso dinámico de interacción entre nosotros y el medio.

Ante un estímulo, el hipotálamo, que es la estructura del cerebro responsable de este mecanismo, estimula a la hipófisis y ésta a su vez a la corteza adrenal situada en el polo superior de los riñones para que libere mineralocorticoides y glucocorticoides. A esta vía se le conoce como eje hipotálamo hipófisis adrenal y a la dinámica estímulo-respuesta fisiológica se le denomina estrés.

La reacción fisiológica consiste básicamente en redirigir los recursos de nuestro organismo, aumentar la frecuencia cardiaca, redistribuir la sangre de los puntos menos importantes como la piel para acudir a músculo, cerebro y corazón que son los sitios de acción, aumentar la capacidad respiratoria, entre otras cosas.

En el sentido conductual estamos obligados de alguna manera a discriminar estímulos, determinando cuál es irrelevante, positivo o negativo. La sociedad a la que estamos sujetos se basa en asumir responsabilidades y cumplir exigencias, sin embargo, hay personas que tienen dificultades para adaptarse a estas exigencias y eso es lo que resulta negativo ya que ante demandas excesivas la persona no cuenta con los recursos adecuados para enfrentar la situación o simplemente no sabe cómo hacerlo.

Los humanos somos por naturaleza individuos sociales, aunque nuestra sociedad se distribuya en distintos roles. En el aspecto laboral estamos sujetos a convivir con el jefe, compañeros de trabajo, etcétera, y, ¿quién no ha tenido un problema con alguien? O el fabuloso fin de año en que tenemos que cubrir ¡el trabajo atrasado del año entero! Se ha encontrado una relación suficientemente estrecha entre sobrecarga laboral y las conductas de fumar, consumir bebidas alcohólicas, dejar de comer o comer en exceso, teniendo como consecuencia úlceras, infecciones respiratorias, enfermedad coronaria, insomnio, depresión, dolores de cabeza, alergias, insatisfacción laboral, separación/divorcio o hasta suicidio.

Y qué hay del matrimonio o noviazgo, relaciones en donde hasta la manera de lavarse los dientes puede causar un conflicto serio y esto es porque convivir en pareja es un rol social sumamente complejo a pesar de ser el tipo de relación más frecuente entre los adultos. Esto tiene por supuesto su razón de ser, diversos estudios sugieren que el aislamiento social es un factor de riesgo de mortalidad comparable a fumar tabaco, presión sanguínea, obesidad, entre otros. En contraste, el matrimonio o la convivencia en pareja proporciona apoyo social, económico o el simple hecho de estar juntos tiene importantes beneficios para la salud, siempre y cuando sea una relación satisfactoria, ya que si no es así, una relación negativa está asociada con el 46 por ciento de incremento en el riesgo de mortalidad sin detallar los efectos sobre la salud.

Así que no intentes eliminar al estrés de tu vida, mejor canaliza todos esos estímulos y aprende a organizarte, aliméntate sanamente, duerme en una habitación ventilada, aprende alguna técnica de relajación o meditación que puedas practicar, escucha música relajante, haz ejercicio, realiza una actividad a la vez, eso te ayudará a relajarte ya que es imposible vivir sin estrés, pues en realidad la vida misma es un estrés.

*Instituto de Neuroetología. Universidad Veracruzana. Xalapa, Veracruz, México Teléfono: (01-228) 841-8900, extensión 13919.