Despojos
humanos fragmentados, deshechos que nadie quiere ver pero que
están, que existen y son más reales de lo que la
sociedad quisiera y que, sin embargo, hacen vivir al espectador
situaciones “horriblemente cómicas”. Así
puede definirse la magnífica puesta en escena de la obra
Final de partida, de Samuel Beckett, que se presenta en el
Foro Torre Lapham de la Facultad de Teatro de la UV.
La obra tiene lugar en un cuarto despoblado, un mundo vacío,
y en él un cuarteto de seres mutilados representa una comedia
en la que flota siempre la ilusión del rescate, evanescente
idea que parece no materializarse, sino perderse para siempre.
Espléndido, como era de esperarse, Francisco Beverido destaca
en el papel de Hamm; Alejandro Ricaño representa muy dignamente
a Clov; Lorenzo Portillo sorprende como Nagg, mientras que la
nota femenina recae en Patricia Dorantes.
Beckett creó en este clásico de humor negro personajes
profundos, humanos, desgarrados, enigmáticos, sinceros
que hacen al asistente cuestionarse seriamente sobre la condición
humana y sobre las grandes preguntas que se han planteado no sólo
los grandes filósofos sino el hombre común.
El bien, el mal, lo bueno, lo verdadero, lo bello y lo sublime,
preguntas que nadie ha respondido de manera contundente.
Sobresale en esta puesta en escena la escenografía y la
gran dirección que agradece el público y engrandece
a los personajes, quienes se acoplan plácidamente al tono
irreal de la obra. Con filosofía trágica, se trata
de una forma de ver la realidad a través de los ojos desencantados
de sus protagonistas.
Excelentes han sido los comentarios que ha recibido esta ambiciosa
puesta en escena, obra que se presenta los jueves, viernes y sábados,
a las 20:00 horas, en el Foro Torre Lapham de la Facultad de Teatro
de la Universidad Veracruzana.
Con dirección de Manuel Montoro y escenografía,
vestuario e iluminación de Guillermo Barcklay, participan
también como asistentes Bryant Caballero y Raúl
Barrientos.