Año 5 • No. 174 • abril 11 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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Alma Espinosa (Fotografías: Héctor Cuevas Fernández)

Las tres culturas que hace milenios se asentaron en nuestro territorio significan profundas raíces que dan sentido a la existencia de los veracruzanos. Los vestigios de las civilizaciones Olmeca, Totonaca y Huasteca dotan de identidad a cada uno de los pobladores del estado, por ello es motivo de regocijo el descubrimiento de un sitio que reúne alrededor de 40 edificaciones prehispánicas.

En la zona norte del estado fue hallado un valle, de 25 hectáreas aproximadamente, que alberga en sus entrañas edificios que probablemente fueron construidos por huastecos de la época posclásica, de acuerdo con lo estimado por el antropólogo Rubén Morante, ex director del Museo de Antropología de Xalapa (MAX).

Sin embargo, cabe la posibilidad de que el sitio enclavado en la comunidad Héroes de Chapultepec, municipio de Tuxpan, pertenezca a la cultura Totonaca, debido a que se encuentra muy cercano a los límites del lugar donde se desarrolló esta civilización, informó el arqueólogo Mario Navarrete, del Instituto de Antropología de la Universidad Veracruzana.

Ya sea de origen husteco o totonaco, el sitio de tales dimensiones recién descubierto atrae las miradas de científicos y autoridades que buscan dar a conocer de la manera más apropiada este lugar, que se encuentra conformado por 40 edificios escalonados, construidos a base de piedra con relleno de tierra.

Cuatro de éstos resaltan por ser bicúspides; es decir, tienen promontorios topográficos en la cima que simulan ser adoratorios, aunque ello podría confirmarse durante su restauración.

Del descubrimiento
En días pasados el alcalde de Tuxpan, Jerónimo Folgueras Gordillo, solicitó el apoyo de académicos y autoridades de la Universidad Veracruzana para coadyuvar en la elaboración de un proyecto acorde con las necesidades del sitio y de las comunidades aledañas, pues la situación económica de la región es precaria.

De acuerdo con lo informado por el alcalde, la petición busca que la zona arqueológica no tenga el mismo destino que otras descubiertas y devastadas por empresas que, sin el menor cuidado de las raíces veracruzanas y del país, se asentaron y no hicieron el menor esfuerzo por hacer alguna acción de rescate o de conservación.

Se agrega la expectativa de que la zona sea un detonante económico de la región, particularmente de las 12 comunidades que se encuentran en su entorno.

Esto se lograría mediante acciones de capacitación que permitieran a la población atender al turismo nacional e internacional, así como a arqueólogos, antropólogos, sociólogos e historiadores para que desarrollen sus investigaciones.

Según Folgueras Gordillo la zona arqueológica permaneció en secreto, probablemente por su ubicación en terrenos ejidales y el temor a que fuera expropiada.

Desafortunadamente, las pirámides han sido devastadas, pues se sabe que los propietarios excavaron en busca de reliquias y se han utilizado piedras de estas pirámides para la construcción de casas cercanas al lugar.
Por ello, las autoridades municipales instaron a las universitarias para que emprendieran un diagnóstico que ofreciera detalles del lugar y los posibles proyectos a realizarse. Al respecto, Mario Navarrete, quien formó parte del equipo de la UV que acudió al lugar, dijo que el estudio incluye la ubicación geográfica, un croquis de la zona, el número de edificios y cómo están dispuestos.

El diagnóstico también fue turnado al Consejo de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia para que verifique si la zona ya había sido identificada. En caso de no ser así, los universitarios deberán brindar la información necesaria para que se tenga un reconocimiento nacional.

El director del Instituto de Antropología, Héctor Cuevas, también acudió a la zona y comentó que en ocasiones se tiene el registro de los sitios arqueológicos pero no se dan a conocer para que turistas o lugareños no realicen saqueos que destruyan información invaluable para los arqueólogos.

Desafortunadamente, las instituciones que realizan estudios y rescates de las zonas arqueológicas no cuentan con el presupuesto suficiente para atender todas, por lo que en ocasiones es preferible conservar el anonimato de los sitios y que la vegetación haga su parte al cubrirlos con su manto.


En el sitio se encuentran pirámides bicúspides,
que en la cima tienen promontorios topográficos
que simulan ser adoratorios.

Propone UV crear parque eco-arqueológico
“Exuberante” es la palabra que puede definir al estado de Veracruz que, en sus casi 73 mil kilómetros cuadrados, da cobijo a ocho millones de habitantes. Se posiciona como el tercer estado de la república con mayor diversidad en fauna y especies endémicas, es cuna de los más sensibles escritores, pero sobre todo es fuente de una riqueza arqueológica incalculable.

Para rescatar esa riqueza se han considerado varias opciones para la zona arqueológica de Tuxpan; una de ellas, la posibilidad de realizar un museo de sitio. Para Rubén Morante, crear un museo de esta naturaleza permite que las piezas se queden en el lugar y que se dé atención al aspecto social, pues las investigaciones tienen que realizarse con el consenso de la población que posibilita entrar a las entrañas de su tierra.

En este proyecto, el Museo de Antropología de Xalapa podría tener alguna participación al prestar temporalmente las piezas que se requieran para tener una comprensión total de la cultura que se desarrolló en el lugar. Empero, la realización de un museo de sitio requeriría de un presupuesto amplio para el que se necesitaría la participación de varias instancias, incluso de la iniciativa privada.

Existe también la iniciativa de crear una reserva ecoarquelógica, propuesta por los antropólogos Héctor Cuevas y Mario Navarrete, del Instituto de Antropología, y por Javier Kuri Camacho y Sergio Vázquez Zárate, director y académico de la Facultad de Antropología de la UV, respectivamente.

Mario Navarrete explicó que sería factible manejar el sitio como un parque temático, de manera que no se realicen acciones de restauración sino únicamente mantener la zona limpia. Se trata con ello de que los trabajos arqueológicos no se efectúen de manera aislada, sino en consonancia con otras disciplinas como la ecología, toda vez que el valle en que se hallan las construcciones prehispánicas es de gran belleza y es alimentado por un arroyo que valdría la pena rescatar.

El parque eco- arqueológico sería el antecedente de las acciones de restauración, si es que se llega al acuerdo de realizarlas. En esta reserva se involucrarían universitarios de diversas áreas académicas, como Humanidades, Biológico-Agropeacuaria y Económico-Administrativa, pues se tendría que diseñar un programa de impacto a la comunidad.

Ambas propuestas toman en cuenta la ecología y un factor determinante para la economía del lugar, el turismo. Sin embargo, no necesariamente la existencia de un sitio arqueológico es sinónimo de una gran derrama económica. A decir de Rubén Morante, estas zonas a veces requieren una inversión superior a los ingresos por este rubro.

Por ello sugiere manejar un sistema ecoturístico para esta zona de Tuxpan, que incluiría infraestructura hotelera y atracciones propias del ramo.

Tuxpan se considera en el ámbito nacional como un lugar estratégico en el que se invertirán cuantiosos recursos para que se convierta en puerto alterno al de Veracruz, informó el alcalde Jerónimo Folgueras Gordillo. Esto, junto con la producción del 8.3 por ciento del total de la energía del país y los asentamientos prehispánicos como El Tajín y ahora la zona de Héroes de Chapultepec, podrían ser detonantes de la zona norte de Veracruz.