Año 5 • No. 175• Abril 18 de 2005
Xalapa • Veracruz • México
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  Personal médico, único capacitado
para interpretar pruebas de VIH-Sida
Edith Escalón

Luis Soto Ramírez.
El fácil acceso a pruebas diagnósticas de VIH, que se realizan en laboratorios sin prescripción ni apoyo médico, genera graves problemas en la población, que carcece de los conocimientos necesarios para interpretar correctamente los resultados o dar el seguimiento clínico que requieren análisis de este tipo, que sólo personal especializado de salud, capacitado ética, psicológica y médicamente, puede ejecutar.
El VIH no se diagnostica con una sola prueba, como sucede con otras condiciones médicas. Requiere seguir puntualmente un protocolo que implica diversos estudios, tiempos de comprobación, observación permanente, comparación de resultados y, sobre todo, la interpretación de variables de acuerdo a ciertos parámetros que únicamente los especialistas conocen, señaló Luis Soto Ramírez, especialista en VIH-Sida e investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.

Al participar como instructor en el diplomado “VIH-Sida, enfoque integral” que ofrece la UV a través del Centro de Atención Integral para la Salud del Estudiante Universitario (Cenati) a personal de salud, investigadores, académicos y estudiantes, explicó que, en estos casos, los interesados acuden solos a hacerse el análisis y de la misma forma reciben los resultados.

“Al desconocer la metodología de confirmación, dan por sentado que un primer resultado positivo de Elisa (primera prueba del protocolo) es definitivo, cuando es apenas el primer paso para el diagnóstico”.

Algunas personas que tienen la sospecha de contagio, al recibir su primer resultado sufren un golpe psicológico que puede ocasionar serias consecuencias: “La desinformación les provoca instintos suicidas, depresivos, obsesivos, autodestructivos, al grado de que llegan a negarse a cualquier otro tipo de comprobación diagnóstica”.

Uno de los factores que propicia la desinformación es justamente el marco legal que regula en México estas pruebas diagnósticas. “Nuestra legislación contempla la existencia de personal capacitado para atender estos casos, pero no lo hace obligatorio, por lo que cualquiera puede pasar por alto este punto y enfrentar a solas una situación que es de por sí complicada”.

Esa es una razón por la que no han sido aceptadas en México las “pruebas rápidas” para detección de VIH, como las hay para detectar embarazo, pues su uso indiscriminado y sus márgenes de error elevarían la desinformación, si bien las pruebas de laboratorio, en términos prácticos, presentan la misma desventaja, aunque los resultados tarden tres días en lugar de unos minutos.

Cuando se trata de VIH no hay que dar nada por sentado: “Ser hijo de una mujer con VIH no necesariamente implica ser seropositivo; haber tenido accidentes de trabajo con alguien que tiene VIH no implica serlo, incluso hacer una prueba que dé positivo a VIH no implica que efectivamente el resultado sea ese, hay muchos factores en el nivel molecular que podrían alterar el diagnóstico”.