La
contribución de México a las ciencias del mundo es
apenas del 0.6 por ciento de la producción científica
publicada en revistas indexadas internacionales, aseguró
el investigador emérito del Instituto de Física de
la UNAM, Jorge Flores Valdés, durante su visita a la UV.
Destacó
que la UNAM produce la mitad de la investigación científica
nacional (el 0.3 por ciento de la ciencia del mundo), lo que la
coloca como una universidad poderosa en la materia, pero dijo que
es necesario que las universidades estatales “traten realmente
de hacer investigación científica en serio, en buen
número y que pueda competir con la UNAM” para sacar
al país del subdesarrollo científico y tecnológico.
La clase
política de México asegura frecuentemente que no es
posible destinar una mayor cantidad de recursos para la ciencia,
en tanto no se resuelvan temas para ellos de mayor urgencia, pero
“creo que porque la ciencia ha quedado relegada estamos en
esos problemas; eso es plantear el problema de manera incorrecta.
Ahora estamos viendo las consecuencias de plantearlo así”.
Precisamente para conseguir que en México la gente viva bien,
tenga satisfechas sus necesidades primarias y un buen nivel socioeconómico
y cultural, “habría que dar un inusitado apoyo a la
investigación científica, aunque bajemos el subsidio
a los campesinos. Si no, continuaremos en el camino a la esclavitud:
este aparato (señala la grabadora), los métodos para
purificar el agua que bebo no fueron hechos en México, si
uno voltea a su rededor y pregunta qué invento mexicano existe,
no encuentra ninguno. Eso se debe a que no se ha dado suficiente
apoyo a la investigación científica y tecnológica”.
México destina a la ciencia entre 10 y 15 mil millones de
pesos al año (aproximadamente uno o 1.5 millones de dólares)
de su Producto Interno Bruto (PIB), que asciende a 600 millones
de dólares anuales. “Estamos hablando de nada. Las
remesas de los migrantes mexicanos el año pasado, creo que
fueron de 17 mil millones de dólares. Más de 15 veces
lo que México invierte en su investigación científica.
Los ingresos del petróleo son 14 veces los recursos destinados
a la ciencia, los del turismo son 10 veces. En fin, que hay de dónde
cortar”.
Flores Valdés apuntó que México necesita al
menos duplicar la inversión que realiza en ciencia y tecnología.
“Y todo eso sin pensar que uno de los elementos básicos
y fundamentales del desarrollo en este tipo de economías
es que las empresas que hacen nuevos productos hagan su investigación
o la encarguen a grupos de investigación. No la veo mucho,
pero dependiendo de a quién se le pregunte, se dice que entre
el 10 y el 20 por ciento es investigación no apoyada por
el gobierno”.
Reconoció que la ciencia mexicana ha realizado contribuciones
científicas no cuantificables, y ha lanzado productos bajo
los esquemas convencionales. “Ha habido muchos desarrollos,
sobre todo biotecnológicos, que sí han llegado a la
sociedad. Hay varios antivenenos que son, incluso, producidos fuera
de México y muchos que son utilizados por compañías
farmacéuticas de Estados Unidos”.
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