Año 5 • No. 178 • mayo 9 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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  Podría usarse en Veracruz como fuente alternativa de energía
Proponen usar caña de
azúcar como combustible
Edith Escalón

Científicos cubanos han determinado que la caña de azúcar puede ser utilizada como combustible en los ingenios y otras áreas industriales, luego de realizar investigaciones con algunas variedades de este cultivo que, aseguran, se convertirá en una alternativa energética que ya ha hecho más versátil, económica e independiente a la industria azucarera cubana y podría hacer lo mismo con la de Veracruz.

El estudio cubano demostró que los tallos de ciertas variedades de la caña de azúcar (llamadas energéticas) generan un calor de combustión mucho mayor al que genera la leña, como explicó el grupo científico que presentó esta propuesta en el Congreso Internacional de Casos Exitosos de Desarrollo Sostenible, realizado en Boca del Río.

Estos tallos podrían sustituir a la leña que se emplea para el arranque de los ingenios, pues estimaron que cuando menos en Cuba se consumen al año 80 mil toneladas: “usando las variedades energéticas de la caña podríamos evitar consumir nuestros bosques y conservar así los ecosistemas”, comentó Héctor García, del Instituto Nacional de Investigaciones de la Caña de Azúcar (INICA), en la Habana.

“Pensamos que necesitamos extraer de la caña no sólo el jugo, sino todo lo que es capaz de producir”, comentó Antonio Vera, otro de los integrantes del equipo que remarcó además las ventajas de utilizarla como combustible, pues además de ser una propuesta sustentable es fácil de producir y más barata, en comparación con la leña, sobre todo por las implicaciones ecológicas y de transportación.

Los investigadores han comprobado que estas variedades de caña (derivadas de la cruza entre Saccarum officinarun y Saccarum spontaneum, dos especies no comerciales) crecen vigorosas en suelos de mediana fertilidad, producen el doble de materia seca que otras especies de caña y cinco veces más que cualquier bosque precoz.

Además, son resistentes a plagas, enfermedades y condiciones adversas y poseen el doble de fibra que las variedades tradicionales; incluso, la consistencia, altura y condiciones erectas de la caña representan otra ventaja pues las varas pueden usarse como tutores para tomate y otras hortalizas.

Según los científicos, una hectárea de caña puede producir más de 100 mil tallos de más de tres metros de altura, rendimientos que pueden aumentarse dependiendo del suelo, los sistemas de plantación y cultivo. Además, esta caña no necesitaría sembrarse todos los años, ya que pueden hacerse varias cosechas en la misma plantación dependiendo de su número y el sistema de cultivo.

Antonio Vera y Ricardo Campos, impulsores de este proyecto sustentable, aseguraron que las características botánicas de las variedades energéticas de la caña la convierten en una verdadera “trampa de contaminación” pues capturan el dióxido de carbono y generan abundante oxigenación y biomasa.

Este trabajo de investigación, en el que también participaron los investigadores Héctor Jorge, Yandi Esteves e Ibis Jorge, se llevó a cabo en la Colección de Germoplasma del INICA, en Cuba, y fue presentado gracias al foro que propició la UV en Boca del Río, al invitar a científicos de todo el mundo a presentar casos exitosos de desarrollo sustentable.