Año 5 • No. 178 • mayo 9 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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En la familia ya se puede hablar de sexo,pero de drogas aún no
Alma Espinoza

A partir de 1947, con la creación accidental del LSD por el científico Albert Hoffman, surgieron las drogas de diseño o de laboratorio, que actualmente tienen un campo fértil en la juventud de todo el mundo
A finales de los ochenta, el sexo empezó a salir de los baúles y los padres comenzaron a quitarse la venda para hablar del tema con sus hijos. Desafortunadamente, las drogas no han podido ser un tema de conversación familiar, a pesar de su antigüedad y de la velocidad con que surgen variantes, aseguró Hugo González Cantú.

Durante el cuarto curso “Aspectos básicos de la prevención del consumo de drogas”, organizado por la UV, González Cantú dijo que para cuidar la salud de la juventud los padres deben considerar que realmente sus hijos pueden tener este tipo de problemas, que sí se pueden volver adictos y que deben conocer los efectos provocados por el consumo para proporcionarles ayuda médica y, según el caso, psiquiátrica.


Hugo González Cantú.
A partir de 1947, con la creación del LSD, surgieron las drogas de diseño o de laboratorio. El LSD fue creado por Albert Hoffman, quien buscaba un medicamento para tratar problemas cardiacos, pero encontró una sustancia potente con efectos psicotrópicos. A partir de entonces, numerosos científicos iniciaron líneas de investigación enfocadas a estudiar y crear drogas que alteraban el funcionamiento del cerebro.

En su charla “Drogas de discoteca”, el jefe del Centro de Ayuda al Alcohólico y sus Familiares del Instituto Nacional de Psiquiatría, dijo que en los años sesenta y principios de los setenta un grupo reducido de psiquiatras recetaban las drogas; sin embargo, fue en esa década en la que comenzaron a clasificarlas y desde luego a prohibirlas. Fue en Inglaterra, en los ochenta, con el surgimiento de los raves –fiestas de música tecno que se prolongan hasta tres días– que comenzó a usarse con mayor frecuencia la droga sintética. Enseguida le siguió Nueva York, California y, después, el mundo entero.

La principal droga de diseño que se utiliza en estas prolongadas fiestas es la tacha o éxtasis, con la que el joven puede mantenerse despierto por muchas horas, mientras que su percepción de sonidos y de objetos visuales se transforma. En las reuniones tecno se consume poco alcohol y sí bebidas energéticas, agua y jugos. Todo lo anterior, dijo, significa que se ha dado un cambio cultural muy fuerte, pues las nuevas generaciones tienen formas distintas de relacionarse y divertirse.

Las drogas, su tarjeta de presentación
Lamentablemente, la popular tacha es comercializada en tabletas y cápsulas. El alucinógeno LSD es también conocido como ácido o ajo, y viene impregnado en pequeños cartones que el consumidor mastica, o en minúsculas pastillas (micropuntos) similares a las homeopáticas.

En el mercado negro ha hecho su aparición el ácido GHB, con efectos similares al éxtasis. Special K o simplemente K (en inglés) es el nombre que los consumidores le dan a la ketamina, un anestésico de uso veterinario. Una droga de diseño que causa un mayor grado de adicción es el cristal, metanfetamina para inhalar que tendrá un repunte en los próximos años.