Año 5 • No. 178 • mayo 9 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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Presentan el caso de la ciudad brasileña
Curitiba pasó del caos urbano
a modelo de ciudad sustentable
Edith Escalón

Boca del Río, Ver.- Curitiba, una ciudad al sur de Brasil, se convirtió en un ejemplo claro de desarrollo urbano sustentable cuando intelectuales y sociedad civil se percataron de las necesidades viales, los problemas de contaminación y el crecimiento desmedido que estaba experimentando y actuaron en consecuencia, convirtiéndola en la capital ecológica del país sudamericano.

En el Primer Congreso Internacional de Casos Exitosos de Desarrollo Sustentable, Cleon Ricardo dos Santos, académico de la Universidad Libre del Medio Ambiente, presentó la experiencia de planificación de esta ciudad que presentaba, si bien en otro contexto, muchos de los problemas de urbanismo que existen en las ciudades mexicanas: sobrepoblación, caos vial, contaminación, inseguridad, entre otros.

Explicó que los habitantes de Curitiba se dieron cuenta del problema hace 33 años, cuando ya la urbanización se veía como un problema potencial: “El objetivo del proyecto en esos años era llevar a cabo un cambio estructural en la manera en que se encontraba su planificación y su gestión en Brasil”. Fue en 1940 cuando se realizó el primer plan director, pero la ciudad comenzó a crecer muy rápido por lo que el plan tuvo que ser modificado en 1965.

Las características básicas de este plan fueron el cambio de la tendencia del crecimiento urbano, pues dejó de ser, como la mayoría de las ciudades brasileñas, caracterizada por crecer en círculos concéntricos que llevan a la congestión del centro de la ciudad. Para evitarla, se organizó un plan de crecimiento que dividía a la ciudad en líneas directivas adaptadas a su estructura, lo que permitía una planificación lineal a corto plazo y efectiva. “Este plan ayudó a que la vialidad fuera más rápida y permitió el rescate de lo que quedaba del patrimonio histórico”.

Otra estrategia fue el establecimiento de estructuras viales, de alta, media y baja velocidad, que aseguró una movilidad en la ciudad que entonces era casi imposible. No obstante, fue la puesta en marcha de una red de transporte público y la implantación de un sistema de parques lo que determinó la sustentabilidad, pues además de constituirse en un importante instrumento de control de inundaciones, aseguró una elevada tasa promedio de áreas verdes por habitante aun en un área urbana.

El sistema integral de transporte se basa en vías especiales para los autobuses que comunican a los barrios sin pasar por el centro y permite desplazamientos con sólo pagar un boleto, lo que ayuda a la gente de bajos recursos. La red integrada de transporte ha logrado la existencia de pocos autobuses y reducir el tiempo de traslado, por lo que los índices de contaminación también decrecieron, disminuyendo la emisión de gases invernadero.

La Universidad Libre del Medio Ambiente en Brasil, donde Dos Santos trabaja, se encuentra realizando investigaciones sobre el combustible ecológico que podría tener una composición de diesel, alcohol y anhidro-aditivo derivado de la soya.

En cuanto al manejo de los residuos sólidos, se pasó de la contaminación al reciclaje: “Cuando el relleno sanitario estaba llegando a su punto máximo y no sabíamos qué hacer creamos un programa de reciclaje en donde se pedía a la gente que ‘separara la basura que no es basura’, como decíamos”. Entonces hubo quien se interesó en procesarla.

El académico brasileño dijo que en Curitiba se ha hecho un programa integral que ha permitido armonía, ahorro de tiempo y espacio y un aumento en la calidad de vida: “Tal vez muchos urbanistas y planificadores hayan tenido las mismas ideas, pero no las llevaron a cabo”.