La labor literaria de Alejo Carpentier, Jorge Luis Borges, Pablo
Neruda y Julio Cortazar es lo que nos ha dado a los latinoamericanos
la verdadera nacionalidad y una identidad, porque son una generación
de literatos que no existe en ninguna otra parte del mundo, aseguró
el catedrático de la Universidad de La Sorbona de París,
Raúl Silva-Cáceres en el marco del curso homenaje
al escritor cubano Alejo Carpentier, organizado por la maestría
en Literatura Mexicana que imparte el Instituto de Investigaciones
Lingüístico-Literarias.
“Son verdaderos monstruos de la cultura, la primera gran generación
que no es europea o norteamericana, son escritores que tienen una
cultura internacional, que son latinoamericanos y al mismo tiempo
universales. América Latina, que tiene ya una historia de
500 años, se ha forjado una identidad gracias a estos extraordinarios
escritores”.
Invitado a impartir el curso “Homenaje a Alejo Carpentier:
de Los pasos perdidos a El siglo de las luces”, Raúl
Silva-Cáceres aseguró que el escritor cubano es un
referente insustituible de la cultura latinoamericana por su obra
literaria y por su aportación al periodismo cultural.
Considerado el precursor del “realismo mágico latinoamericano”,
Alejo Carpentier recibió en 1978 el premio Cervantes, la
más alta distinción literaria en España y en
1979 recibió el premio Medicis Extranjero, máximo
reconocimiento con que premia Francia a escritores extranjeros,
por El arpa y la sombra.
Silva-Cáreces aseguró que, contrario a la idea popular,
la literatura del autor cubano tiene muy poco que ver con el realismo
mágico de García Márquez, pero la crítica
los ha clasificado juntos un poco al azar. Una de las diferencias
fundamentales entre Capentier y García Márquez es
la incapacidad de este ùltimo para utilizar la parodia como
género.
Para el académico de La Sorbona, hay una confusión
entre realismo mágico y lo que Alejo Carpentier llama lo
real maravilloso, no están muy bien definidos ni uno ni otro.
Lo que caracteriza a Carpentier es la diferencia que hay entre su
obra y las novelas realistas hechas hasta ese momento en Latinoamérica,
aquellas que Juan Marinelo, llamaba “nuestras novelas ejemplares”
y que son Don Segundo Sombra del argentino Ricardo Guiraldes,
La vorágine del colombiano José Eustacio Rivera
y Doña Bárbara del venezolano Rómulo
Gallegos.
“El modo de escritura de Alejo Carpentier se aleja radicalmente
de ese modo de escritura y es muy similar, siendo mucho más
medido, al de Miguel Ángel Asturias, que practica también
una forma extrema de realismo mágico”.
Carpentier está fuertemente influido por el surrealismo europeo,
ya que durante 10 años (de 1929 a 1939) vivió en París
y estuvo en contacto con André Breton y los escritores de
esa corriente literaria. “Cuando llega de vuelta a América,
Carpentier se siente muy emocionado de darse cuenta de que la realidad
en América latina es, en sí, maravillosa, no es como
en Europa una realidad fabricada, artificial, más bien cultural
y mental que vivida en la realidad”.
En El siglo de las luces, Esteban, uno de los personajes
principales representa en cierta medida al propio Alejo Carpentier,
ya que representa a un desencantado de la revolución francesa
que utilizó la guillotina para matar a miles de personas
que no estaban de acuerdo con Robespierre; hay muchos elementos
del desencanto del intelectual frente a la marcha de los acontecimientos
históricos que él recoge y que los representaron en
esa época. |