Año 5 • No. 179 • Mayo 16 de 2005
Xalapa • Veracruz • México
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  En la conmemoración del 84 aniversario de su natalicio
La UV creará la cátedra “Jesús
Reyes Heroles”, anuncia el rector
Edgar Onofre

Raúl Arias dijo que Reyes Heroles se ha convertido en un referente inobjetable de la política y la historia de nuestro país.
Tuxpan, Ver.- Formar ciudadanos libres, críticos y dispuestos a contribuir para terminar con “la ominosa desigualdad social”, es el fundamento de la universidad pública que la UV comparte, y que coincide con los postulados del político y pensador tuxpeño Jesús Reyes Heroles, dijo el rector Raúl Arias Lovillo, en el homenaje que rindió el ayuntamiento local a uno de los personajes indispensables de la política y la historia recientes de nuestro país.

Además, adelantó que la UV creará la cátedra “Jesús Reyes Heroles” por lo que convocará a los más importantes expertos tanto en la vida y obra del pensador veracruzano como en temas relacionados con el ejercicio de la política, para “elevar el nivel del debate político” del estado y el país a los estándares mostrados por Reyes Heroles en su obra y trayectoria.

Arias Lovillo señaló que Reyes Heroles se ha convertido en un referente inobjetable del quehacer político, no sólo en el seno del partido político en el que militó (PRI) y en el que fue poco escuchado, sino en la historia reciente de nuestro país.

En el acto conmemorativo del 84 aniversario del natalicio de Jesús Reyes Heroles destacó la forzada ausencia de su hijo, el escritor Federico Reyes Heroles, quien en un texto leído por Obed Zamora, estableció que su quehacer político no estaba hecho de “maniobras ni jugadas de cuatro o cinco bandas; su política era ruda, sin ambages, segundas intenciones o grandes cálculos, no se guardaba lo que pensaba ni era un gran político si serlo implica una gran habilidad para mentir”.

Aseguró que, frente a la ausencia de grandes hombres de estado, la imagen de don Jesús se agiganta con justa razón. “No era prudente frente a los presidentes, traía la renuncia en la punta de la lengua en su camino hacia la reforma política, era de una moral rígida: despreciaba a los inmorales y se los hacía saber, era un gran conversador, siempre que la conversación fuera inteligente, pues era desesperado e impaciente con la tontería, intolerable con la estupidez y no escatimaba los calificativos”.

Otro tuxpeño, Guillermo Chao Ebergenyi, presidente de Información de la Organización Editorial Mexicana (OEM), aseguró que la obra de Reyes Heroles se ha conformado en “la otra historia de México”. Entre sus numerosos aportes, dijo, destacó su determinación de establecer el derecho a la libertad como política de convivencia social. A principios de los 80, en Guadalajara, pudo terminar un fuerte conflicto entre defensores de la educación laica y quienes defendían la participación de la Iglesia en la escuela con un discurso en que advirtió que el mismo derecho tienen los hombres a creer como a no creer y acuñó la frase “no hay que confundirnos, el laboratorio no es un oratorio”.

Miguel Basáñez Ebergenyi, analista político y uno de los pioneros en los sondeos de opinión en nuestro país, destacó que Reyes Heroles prefirió romper relaciones con dos presidentes antes que doblegar sus principios, se mostró determinante en el rechazo a la mentira y la deshonestidad y fincó, como una de sus mayores aportaciones, las bases para una apertura democrática que todavía no termina por construirse.