Año 5 • No. 183 • Junio 13 de 2005

Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Páginas Centrales

 Información General


 Ex-libris

 Gestión Institucional


 Investigación


 Vinculación

 Estudiantes


 Arte Universitario

 
Foro Académico
 
 Halcones al Vuelo

 Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos

 
Afirmó el investigador del Colegio Mexiquense, Alfonso Iracheta
El desarrollo regional debe tener
en cuenta los procesos globales
Juan Carlos Plata
El cambio territorial y el desarrollo regional son una consecuencia de los grandes cambios que están ocurriendo en el mundo y que tienen como característica la globalización, entendiendo por esto, la generalización de procesos en el contexto mundial cada vez con menos barreras, desde la globalización de la comunicación hasta la de los mercados, aseguró el investigador Alfonso Iracheta Cenecorta, durante su intervención en el seminario “Los nuevos retos del desarrollo regional y el papel de la economía social”, organizado por el Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES) de la Universidad Veracruzana (UV).

Juan Schuster.
Iracheta Cenecorta, encargado del Programa de Estudios Urbanos y de Medio Ambiente del Colegio Mexiquense dijo que los procesos socio-espaciales son determinantes desde lo social y condicionantes desde lo territorial, y aseguró que la esencia del cambio que uno observa en la sociedad en el nivel territorial-ambiental es una consecuencia de fuerzas, decisiones y procesos que están llevando a cabo en otro lado.

“Eso me ha llevado a plantear una propuesta de política pública que tome en cuenta lo físico espacial, pero que no lo considere el eje principal de la propia política pública”, aseguró el investigador.
  Afirmó también que buena parte de la política pública, particularmente en América Latina y México, ha tenido como enfoque muy importante lo físico y se ha asumido desde la política que este nivel resuelve los problemas sociales, por ejemplo, que la ampliación de calles resuelve el problema de la movilidad y el transporte y no es así, y explicó que el problema está en la visión global de expandir las empresas automotrices y vender, a como de lugar, millones de coches.

El investigador, experto en temas de desarrollo regional, aseguró que para hablar de desarrollo regional desde la perspectiva de la globalización es necesario preguntarse cuáles son los temas que están presentes en el concepto de globalización, porque no sólo se trata de economía, y mencionó cuatro puntos que deben ser tomados en cuenta a la hora de intentar hacer un análisis del proceso de globalización.

“Uno, la globalización de los mercados, la apertura generalizada de los mercados en el contexto internacional, con la consecuente ruptura de barreras; dos, el surgimiento de la sociedad del conocimiento y los avances tecnológicos que permiten la revolución de la información; tres, la política, ya que el mundo no es el mismo que hace 20 años, se han presentado cambios globales sustanciales, así como también el nivel regional como consecuencia de ese proceso de transformación internacional; y cuatro, lo social, el papel que está jugando la sociedad organizada y lo que nos está ocurriendo como individuos ante la política y el consumo; y la actitud que estamos asumiendo ante la
realidad global”.

Globalización, apertura y sometimiento
Alfonso Iracheta aseguró que si bien la globalización, por un lado, significa la apertura y la ruptura de barreras, por otro lado también significa sometimiento, ya que los promotores de este proceso de globalización de mercados, son los capitales y los grandes organismos multilaterales (como el Banco Mundial, BM), no los propios Estados; pero quienes son los verdaderos actores, son los grandes consorcios comerciales y se desata una lucha entre naciones en vías de desarrollo por atraer recursos financieros, la lucha por los capitales extranjeros se ha convertido en una especie de objetivo vital.

“La idea de la soberanía de las naciones ya es otra, quedaron atrás los conceptos de soberanía que están especificados en las constituciones, el firmar un pacto como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es una ruptura evidente, clara y directa de la soberanía nacional en aras de un supuesto avance económico”, afirmó.

Aparentemente, con la globalización, los ciudadanos estamos en mejores condiciones para crear bienes y servicios, para elevar la calidad y tener una competitividad efectiva que hace caer los precios y genera accesibilidad a lo que se produce, pero se está viendo que ahora hay una impresionante variedad de productos en los mercados nacionales que muy poca gente puede comprar.

“Hablamos de globalización de mercados y de flujo libre de capitales, hay nuevos niveles y formas de competir, pero que a final de cuentas son mercados que tienen límites, y éstos empiezan a verse ahora desde diferentes perspectivas. Debemos preguntarnos hasta dónde van a aguantar los mercados si en paralelo no hay un cambio social relevante”, aseguró.

Iracheta Cenecorta aseguró que el tema de la desigualdad y la pobreza no es responsabilidad única del proceso de apertura de las economías al mercado global, pero es bien claro que la globalización no ha ayudado en nada a reducir la desigualdad y la pobreza en países del tercer mundo.

“De acuerdo a estadísticas y análisis se cree que esto está asociado a la política, que los Estados dejan que las fuerzas ciegas del mercado se hagan cargo de las decisiones de distribución, de ofrecimiento de oportunidades, de manejo de los recursos de toda naturaleza, eso genera que el Estado y la sociedad pierdan palancas de control y de orientación del aprovechamiento de los recursos”, dijo.